Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 16 de enero de 2011 Num: 828

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

La ley de la vejez
ALFREDO FRESSIA

La obra de João Guimaraes Rosa
RAÚL OLVERA MIJARES

Las enseñanzas de
Don Terry

FABRIZIO ANDREELLA

Antonio Gamoneda, creación y liberación
JOSÉ ÁNGEL LEYVA entrevista con ANTONIO GAMONEDA

Un tren sobre la tierra
ANTONIO GAMONEDA

La memoria infinita
de Manuel Puig

ARACELI RODRÍGUEZ LÓPEZ

Columnas:
Prosa-ismos
ORLANDO ORTIZ

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
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Germaine Gómez Haro

El arte delirante del Dr. Lakra

Jerónimo López Ramírez, mejor conocido como Dr. Lakra, es uno de los artistas jóvenes más intrigantes en la escena del arte contemporáneo mexicano. Nacido en Ciudad de México en 1972, hijo del artista Francisco Toledo y de la socióloga y antropóloga Elisa Ramírez, Dr. Lakra se inició en el tatuaje corporal a principios de los años noventa y se convirtió en un creador sobresaliente en ese oficio. Es entonces cuando adopta su curioso apodo, que proviene del uso de un maletín de médico en el que llevaba sus herramientas, por lo que comenzaron a llamarlo “doctor”: “Soy un doctor lakra, de los que lakrean”, bromea López Ramírez, jugando con el término “lacra” que se refiere a una secuela, cicatriz o señal que queda de una enfermedad o herida, pero también se usa para denominar a una persona marginada o negativa dentro de la sociedad. A decir del curador Pedro Alonzo, Dr. Lakra “es el primer artista del tatuaje que trasciende la subcultura del arte corporal para integrarse al mundo del arte”. Hace unas semanas se presentó el libro Dr. Lakra, coeditado por la Galería Kurimanzutto y ediciones RM, que es el catálogo de la primera exposición individual que el artista presenta en un museo en Estados Unidos, el Instituto de Arte Contemporáneo (ICA) de Boston. Esta espléndida edición consta de 120 imágenes, una presentación de Pedro Alonzo, un lúcido ensayo del artista conceptual Eduardo Abaroa y fragmentos de una charla amistosa entre Gabriel Orozco y López Ramírez, en la que se revelan aspectos de su vida, sus intereses artísticos y su experiencia profesional. Próximamente circulará la versión para iPad, siendo el primer libro de un artista latinoamericano que se integre al Apple iBookstore.

Dr. Lakra ha desarrollado una obra multidisciplinaria en la que combina el oficio del tatuaje con el dibujo sobre papel, la intervención de imágenes provenientes de revistas y documentos antiguos, la pintura de gran escala sobre muros y la utilización de toda suerte de objetos –muñecas de plástico, figuras de porcelana, vasos, platos, objets trouvés y de uso cotidiano, cuya superficie se convierte en piel para el tatuador que les imprime su marca indeleble. A finales de los años ochenta viajó a Berlín donde permaneció cerca de tres años. La experiencia en esa inaprehensible ciudad, cuya ebullición comenzaba a raíz de la caída del muro, fue fundamental en la construcción de un imaginario ecléctico y multicultural que es la característica principal de su arte. Sus intereses y curiosidades, que se ven reflejadas en su trabajo, se entremezclan en un alucinante melting pot iconográfico en el que se vislumbran referencias a las culturas orientales y del Pacífico –deidades hinduistas, dragones chinos, las figuras de marionetas de Bali, las tallas de tótems de las Islas del Sur y África, etcétera–, imágenes provenientes del universo prehispánico y de la cultura popular mexicana, entreveradas en intrincadas composiciones en las que predomina el horror vacui. Su fascinación por la belleza artificial de las figuras femeninas de la publicidad y las pin-ups de los años treinta, cuarenta, cincuenta, lo ha llevado a “tatuar” con tinta china los esculturales cuerpos de las vedettes, con dibujos que provienen de la tradición del arte corporal de las culturas aborígenes, como los maori neozelandeses o los nativos de Borneo, mezclados con los tatuajes de las bandas callejeras y los dibujos de los presidiarios y graffiteros urbanos. Otra fuente de inspiración han sido las películas de vampiros y luchadores de los años cincuenta, de las que surgen personajes siniestros y macabros que acosan a sus mujeres encueradas en las revistas intervenidas. Toda suerte de monstruos, demonios, serpientes, alimañas, murciélagos, esqueletos acechan a las candorosas e impávidas seductoras que también se ven amenazadas por falos gigantescos que las atacan cual perturbadores misiles.

La creación del Dr. Lakra marca el sutil punto de intersección entre el arte “culto” y el arte popular, hilvanados en un lenguaje enteramente personal que alcanza una extrema sofisticación a partir de su prodigiosa calidad dibujística. Con sorprendente elegancia combina la belleza y lo grotesco, la “mala leche” y el candor, lo vulgar y lo refinado, el humor negro y la sátira, en un juego constante que desafía las nociones del “buen gusto” en el arte, creando una obra en continua tensión que atrae y repele, fascina u horroriza, pero no deja cabida a la indiferencia. Dr. Lakra es un artista altamente propositivo, cuya obra es reflejo de las ambigüedades, contradicciones y dicotomías del arte global de nuestra era.