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Ver día anteriorSábado 22 de enero de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Calderón: cobertura universal y uso electoral abusivo del Seguro Popular
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demás de su guerra contra el crimen organizado, para operar cómodamente la sucesión 2012, Felipe Calderón solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) una línea de crédito flexible por la friolera de 72 mil millones de dólares con una vigencia de dos años. El monto de este crédito es el mayor otorgado en la historia del FMI. México podrá utilizarlo frente a cualquier riesgo derivado de la situación económica mundial.

Calderón dispone también de 116 mil millones de dólares de la reserva del Banco de México, más los 3.4 billones de pesos que cubre el Presupuesto de Egresos de la Federación 2011. En enero de este año, Calderón ubicó a dos obedientes tecnócratas al frente de SCT y Sener para dinamizar las jugosas bolsas de recursos públicos y potenciar su derrama.

Automáticamente, los bonos presidenciales del titular de Hacienda, Ernesto Cordero, subieron y, con ellos, el optimismo de sus incondicionales simpatizantes en el IMSS, Daniel Karam, y en la Comisión de Protección Social en Salud, Salomón Chertorivski. Todos operan ya.

Frente a la coyuntura sucesoria, Calderón ha abusado como nadie de esa creatura foxista denominada Seguro Popular. Junto con sus estancias infantiles changarro ha recurrido incontables veces a él, sobre todo después de la peor derrota electoral sufrida por el PAN en los años recientes: la elección intermedia de 2009, cuando de seis contiendas perdió todas, salvo la gubernatura de Sonora, como efecto de la tragedia ocurrida en la guardería ABC de Hermosillo.

El año 2010 no fue la excepción. Al lado del fiel Chertorivski publicitó hasta el hartazgo ese Seguro Popular y su modalidad petit: el Seguro Médico para una Nueva Generación. El Día de la Enfermera presumió que su gobierno le ha metido muy fuerte frente al rezago acumulado y que, antes de terminar su gestión, habrá cobertura universal. Se ha apuntalado, agregó, más infraestructura que la edificada en varias décadas. Entre los nuevos hospitales y clínicas que hemos construido y los que hemos rehabilitado y renovado, llevamos mil 300 obras: más de una diaria en promedio. Se ha incrementado la cobertura a 88 millones de mexicanos, sea con Seguro Popular, IMSS o ISSSTE.

Pero 2011 anuncia ser el del paroxismo de su fantástica cobertura universal. Nuevamente celebrando el Día de la Enfermera –entre protestas, inconformidades, sonoros gritos y desmentidos– sostuvo que México está haciendo historia, pues en la década –perdida– panista 2000-2010 la cobertura de servicios médicos se duplicó respecto de lo logrado en el siglo XX. De poco más de 40 millones que tenían acceso en 2000, actualmente son 93 millones los que cuentan con el beneficio de alguna institución o el Seguro Popular, y en lo que va de la administración se realizaron más de 2010 obras, remató.

Unos cuantos días después –en ceremonia pública– pretendió opacar al priísta Enrique Peña Nieto congratulándose por iniciar 2011 con el pie derecho en materia de salud. En 2006, enfatizó, el Seguro Popular tenía un presupuesto de 16 mil millones de pesos, hoy alcanza 66 mil millones. En 2006 había 62 millones de mexicanos con algún tipo de cobertura: IMSS, ISSSTE o fuerzas armadas; hoy son 93 millones. Uno de cada tres mexicanos se ha asegurado en estos cuatro años. Y vamos por la meta: 100 por ciento de cobertura universal.

Sumamente serio –aunque oteando sistemáticamente su candidatura al gobierno de Guanajuato–, el doctor José Ángel Córdova también suele sumarse ocasionalmente al mismo coro electorero reiterando cansinamente la cantaleta de la universalidad porque, por supuesto, una vez cumplida habrá llegado el momento de atender la calidad.

Como quiera que sea, sostiene Córdova, cerraremos el año con 43 y medio millones de afiliados, aunque 8 por ciento quedará fuera de cualquier aseguramiento. Todo ello mientras simultáneamente publicita que el Seguro Popular ya cubrirá siete enfermedades más.

Sin embargo, frente a lo que enferma y mata a los mexicanos, la cobertura universal del Seguro Popular de Calderón apenas cubre 275 intervenciones del Catálogo Universal de Servicios de Salud, mientras aprueba a cuentagotas nuevos males para el escuálido Fondo de Protección, que sólo cubre 55 padecimientos. Además ¿puede atender efectivamente lo que presume ya cubrir?

No todas las enfermedades de alto costo serán cubiertas por el Seguro Popular, admitió Córdova. Para algunos padecimientos, como la insuficiencia renal, habrá apoyos para hospitalización y manejo médico, pero los pacientes tendrán que pagar los insumos para las terapias de diálisis o hemodiálisis. Dígase lo mismo sobre algunos tumores malignos y otras enfermedades cuyos tratamientos, por caros, no son financiables para la Comisión de Protección Social en Salud de Chertorivski.

Así, la universalidad de los panistas Fox y Calderón no cubre ni todas las enfermedades ni a todas las personas. Por ejemplo, en el infarto al miocardio sólo cubrirá a los menores de 60 años y en los tratamientos para la hemofilia sólo a niños menores de 10 años.

Curiosa cobertura universal que, mientras más se publicita electoreramente en medios masivos, más acota y más restringe. Una universalidad tecnocráticamente restrictiva. El Seguro Médico para una Nueva Generación, o Seguro Popular petit, suma con dificultad 128 intervenciones.

Porque para Córdova la apuesta es por la prevención. Si no, vamos en una escalada que nunca alcanzaremos. No habrá dinero que alcance.

Como bien revelara Wikileaks: con todo y su fantástica cobertura universal, Calderón sigue –y por lo visto seguirá– sumamente estresado

*Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco