Sociedad y Justicia
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Campaña Sin maíz no hay país pide reinstalar moratoria a siembras

Exigen que se niegue permisos a Monsanto en todas las entidades

Falacia, que los transgénicos eleven rendimiento, afirma la Anec

 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de enero de 2011, p. 47

Organizaciones de la campaña Sin maíz no hay país demandaron al gobierno federal no permitir plantíos transgénicos en México y reinstalar la moratoria a la siembra de ese tipo de granos, porque –consideraron– sólo de esa manera se salvaguardará la riqueza natural que tiene el país en su calidad de centro de origen de la gramínea y de la gran diversidad de maíces que alberga.

Precisaron que la diversidad del maíz nacional es una verdadera opción a los problemas de abasto alimentario y de cambio climático, por lo que la decisión de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de negar a Monsanto permisos para siembra piloto de maíz transgénico en Sinaloa fue la adecuada y ahora deben negarse todos los solicitados en otros estados.

Las autoridades, además, deben cumplir con todos los mecanismos que la Ley de Bioseguridad contempla, como el régimen de protección de maíz, que establece la prohibición a la siembra, fijar los centros de origen y que se discutan públicamente todas las investigaciones sobre transgénicos, indicaron.

Proteger centros de origen

En conferencia de prensa, agregaron que la protección de los centros de origen de las especies que alimentan al mundo es una prioridad que han recomendado atender organismos internacionales y científicos.

Incluso, añadieron, el estudio Origen y diversificación del maíz, publicado en 2009 y financiado por el gobierno, recomienda reinstalar y mantener la moratoria a la introducción de maíz transgénico en el país.

Esta decisión será clave para proteger la alimentación global, en un entorno de creciente inseguridad alimentaria y cambio climático, sostuvo Catherine Marielle, del Grupo de Estudios Ambientales.

Apuntó que es preciso que se hagan públicos los resultados del estudio sobre las razas de maíz, financiado con 1.5 millones de dólares por la Sagarpa, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, recién anunciado por José Sarukhán en la revista Nature.

Adelita San Vicente Tello, de Semillas de Vida, aseguró que es un hecho confirmado por la ciencia que el maíz transgénico no puede coexistir con los convencionales y orgánicos sin contaminarlos con transgenes propiedad de las grandes corporaciones biotecnológicas interesadas en la expansión de sus semillas patentadas y sus negocios.

De igual forma, es una falacia que incremente el rendimiento. Por el contrario, hace a la producción más dependiente tecnológicamente, expresó Iván Polanco, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (Anec).