DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   31 DE ENERO DE 2011 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación

Evolución milenaria del paisaje chinampero

La catalogación como herramienta

El empleo de métodos informáticos

Principales resultados del estudio

Algunas aplicaciones posibles

Un futuro posible para el territorio chinampero …y políticas para conseguirlo

Los seminarios-taller de salvaguardia y conservación de las zonas chinamperas


Correo electrónico:

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Presentación

Lo que popularmente se conoce como “las chinampas de Xochimilco” alude principalmente a la zona turística situada en la cabecera delegacional con ese topónimo: son los embarcaderos, los anchos canales surcados por infinidad de pequeñas embarcaciones, las trajineras, que lo mismo llevan a bordo visitantes que viandantes, conjuntos musicales, fotógrafos o vigilantes. En los islotes contiguos se adivinan campos de cultivo, aunque bien puede tratarse de canchas deportivas, clubes náuticos, grandes invernaderos, pastizales con ganado, casas provisionales o predios baldíos.

Sin embargo, la realidad del territorio chinampero es mucho más que eso; si no se comprende esa importancia real, menos se entenderían las razones por las cuales se extiende sobre tres delegaciones políticas del Distrito Federal, aún hoy que se ha contraído respecto a su extensión original. Tampoco se comprendería por qué motivo posee tantos perímetros de protección y tantas nominaciones que buscan salvaguardarlo.

Un paisaje cultural, no un sitio natural

Y es que, efectivamente, se trata de un sitio de primer orden que en el pasado atrajo la atención de Bernal Díaz del Castillo, de Antonio Alzate, de Alejandro de Humboldt y, a partir del siglo XX, de muchos otros estudiosos de la naturaleza y la cultura. Es, sin duda, un paisaje cultural, un extenso sitio en la zona lacustre del Valle de México, originalmente natural, que fue sabiamente modificado hace más de un milenio por las culturas originarias, de tal manera que asegurara a sus comunidades una provisión inagotable de alimentos, agua, especies vegetales (incluyendo las flores a las que alude el nombre de Xochimilco), fauna silvestre y oxígeno.

Gracias a las chinampas de la subcuenca de Xochimilco-Chalco, y a las que también existieron en Iztapalapa, en Xaltocan, en la misma Tenochitlán-Tlatelolco y en muchos de los islotes más pequeños (como el de Iztacalco), la modesta ciudad inicial de los mexicas pudo progresar hasta alcanzar el rango capital del último gran imperio de Mesoamérica. Y pudo transformarse sucesivamente en la cabeza del virreinato de la Nueva España, luego en la del México republicano y finalmente en la metrópolis de más de 20 millones de habitantes que tenemos ahora.

Los múltiples instrumentos de salvaguardia

Son muchos los esfuerzos y declaratorias registradas en las últimas décadas para preservar las zonas chinamperas. Pero ¿qué tanto se hace efectivamente para conservarlas?

Fue con esta pregunta en mente que un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco a través de su División de Ciencias y Artes para el Diseño, realizó en años recientes un estudio que muestra la situación en que se encuentra una parte representativa del territorio chinampero de Xochimilco-Tláhuac.

No fue nada fácil realizar dicho estudio si tomamos en cuenta que, tratándose de un conjunto extenso y formado por miles de chinampas, hubo necesidad de identificar bien y ver en qué estado se encuentran cada uno de sus componentes. Para ello se elaboró un catálogo, un inventario pormenorizado. Sin olvidar que el valor de las zonas chinamperas reside en que son testimonio de una evolución muy singular de un paisaje gracias al ingenio de las culturas que las crearon y las siguen cultivando.

La investigación estuvo coordinada por el doctor Alberto González Pozo, del Departamento de Teoría y Análisis en la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la UAM-X, quien contó para su trabajo con el apoyo de la Delegación Xochimilco. Hubo la valiosa participación en distintos capítulos de los doctores Ignacio Armillas Gil y Salvador Díaz Berrio Fernández, de los maestros Fernando Roberto Chiapa Sánchez, Carlos Eduardo Arriaga Téllez, Luz Cecilia Rodríguez Sánchez y José Gabriel Castro Garza, así como del arquitecto Miguel Montaño Pedraza y el planificador territorial Meregüildo Toledo Esteban.

Los resultados de dicha investigación fueron plasmados en un libro que precisamente se presenta el próximo 3 de febrero en la Feria del Libro de Minería. En dicha publicación los lectores de La Jornada Ecológica encontrarán la historia y el desenvolvimiento del Xochimilco chinampero y sus áreas aledañas.

Cabe señalar que, posterior a la investigación citada, se han realizado cuatro Seminarios-Taller de Salvaguarda y Conservación de las Zonas Chinamperas. En ellos, otros especialistas de más de 25 instituciones académicas, gubernamentales y de la sociedad civil han identificado la mayoría de los problemas a que se enfrentan esas zonas.

Los seminarios estuvieron igualmente dirigidos por el doctor Alberto González Pozo quien, junto con el doctor Ignacio Armillas Gil, y la colaboración del maestro Carlos Arriaga, tuvo a bien elaborar los materiales que hoy presentamos a los lectores. Incluyen los resultados del seminario más reciente, celebrado en diciembre pasado. A ambos investigadores, nuestro reconocimiento. Igualmente deseamos, y esperamos, que la publicación de estos valiosos materiales sobre Xochimilco y sus chinampas despierte en los lectores y en las autoridades un mayor interés por conservar y restaurar, en todo lo posible, una zona clave para la cuenca de México y un legado cultural de primer orden.

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