DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   31 DE ENERO DE 2011 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación

Evolución milenaria del paisaje chinampero

La catalogación como herramienta

El empleo de métodos informáticos

Principales resultados del estudio

Algunas aplicaciones posibles

Un futuro posible para el territorio chinampero …y políticas para conseguirlo

Los seminarios-taller de salvaguardia y conservación de las zonas chinamperas


Correo electrónico:

[email protected]

  

Algunas aplicaciones posibles

¿Qué utilidad tendría la catalogación de un bien cultural extenso, complejo y variado que no sirviera para planear y orientar acciones tendientes a conservarlo como conjunto y en sus componentes?

Con esta idea en mente, y para facilitar ese paso del análisis a la acción, fue que se organizó el estudio apoyándolo en métodos informáticos tales como la construcción de un sistema de información geográfica (SIG) y su base de datos, el uso de paquetes de análisis estadístico y otros recursos digitales de ese tipo.

Su empleo no solamente permitió elaborar una primera serie de mapas donde se describe con mayor claridad la presencia o ausencia de cada atributo analizado en el territorio catalogado, mismos que aparecen en la publicación en forma de libro que se hizo del estudio, sino también avanzar a una etapa de propuestas cuantificadas que es posible obtener fácilmente empleando esas mismas herramientas informáticas.

Así, por ejemplo, si se tomara la decisión de rehabilitar la red canalera para hacerla totalmente navegable, a la vez que consolidar la forestación tan sólo en las 90 hectáreas analizadas, de la misma base de datos pueden extraerse los volúmenes que alcanzarían esas tareas. Sería necesario:

  • Limpiar y dragar parcialmente poco más de 16 kilómetros de canales todavía navegables.
  • Dragar parcialmente y rehidratar, restableciendo los tirantes de agua necesarios, en otros 7.5 kilómetros de canales actualmente secos.
  • Reexcavar y reponer el agua en casi 22 kilómetros de canales que se han ido cegando en las últimas décadas, convirtiéndolos en veredas entre las chinampas.
  • Consolidar bordes frágiles en 53 kilómetros de la red canalera.
  • Sembrar cerca de 9 mil 500 ahuejotes que se han perdido.

Como el ejercicio anterior pueden hacerse otros similares aprovechando mejor la información catalográfica en forma digitalizada, o refiriéndolos a otros problemas y propósitos específicos. Con otra ventaja: pueden desplegarse resultados para cada chinampa, para un sector parcial o para toda el área analizada.

Lo que significa que estas cuestiones metodológicas son apenas un primer paso que puede aprovecharse y perfeccionarse para avanzar hacia muchas más propuestas asequibles.

Ir al inicio