Opinión
Ver día anteriorMiércoles 2 de febrero de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Dinero

Red de corrupción inmobiliaria en el DF

Auditoría social a los negociazos de Gamboa de Buen

El Fisgón: un corralito personalizado

U

n inesperado obstáculo surge en las ambiciones futuristas de Marcelo Ebrard, y no es Peña Nieto, López Obrador, Manlio Fabio o Santiago Creel. Se trata de la denuncia ciudadana de una red de rapiña inmobiliaria en la que participan funcionarios de su gobierno, desarrolladores sin escrúpulos, delegados perrepánicos, como el sinuoso Demetrio Sodi de la Tijera, inclusive jueces venales que venden amparos para que se levanten edificios que violan las normas de uso de suelo y construcción. La red de corrupción será denunciada en tribunales civiles y penales. No sólo del Distrito Federal, donde Ebrard podría esquivar con alguna facilidad su probable responsabilidad, sino también en los federales. Ayer por la mañana se reunieron en Casa Lamm representantes de vecinos de Polanco, Las Lomas y Virreyes, convocados por los miembros de la Coordinadora Ciudadana de Defensa del Bosque de Chapultepec y la Ciudad. Las distintas voces que se escucharon coincidieron en la misma dirección: funcionarios enquistados en la Seduvi, a cargo de Felipe Sotelo, y otras dependencias del gobierno capitalino, así como en las delegaciones, han prohijado el surgimiento explosivo de edificios, centros comerciales, incluso campos deportivos, en complicidad con desarrolladores sin escrúpulos, y con la protección de jueces venales. El tema central fue la Torre del Bicentenario, que podría terminar devorando una parte del bosque. La coordinadora anunció que se practicará una auditoría social a las construcciones de Jorge Gamboa de Buen, representante de la firma Danhos. Ebrard ya sintió pasos en la azotea: ofreció abrir una mesa de diálogo, pero sólo la aceptarán con la condición de que antes se pare la obra.

@Vox Populi

Asunto: De Rafael Barajas a Enrique Galván Ochoa

Querido Enrique: Dado que tu columna es, al parecer, el único foro con el que contamos en este país para denunciar los abusos, arbitrariedades y agravios que sufrimos los mexicanos a manos de la banca multinacional, quiero relatarte mi más reciente experiencia con Banamex y pedir tu consejo.

Hace más de diez años que tengo una cuenta de cheques en la sucursal 701 de Banamex; soy una persona honrada, me he manejado con solvencia y he sido un cliente cumplido. Sin embargo, en los últimos días de enero empecé a tener problemas con mi cuenta: no pagaron un cheque que yo había expedido, no me pudieron hacer un depósito y no pude entrar a la bóveda electrónica. El día 31 de diciembre, cuando fui al banco a preguntar qué ocurría, la cajera de Servicios al cliente me informó que mi cuenta había sido cancelada por así convenir a los intereses del banco. Cuando pedí una explicación, me indicó que hiciera la solicitud por escrito y que me responderían en el lapso de cinco a siete días hábiles. Cuando pedí que me entregaran mi dinero, me turnó con sus superiores. Era, como dirían los argentinos, un corralito, sólo que personal. Después de mucho insistir, el gerente, cuyo nombre es –si mal no recuerdo– Samuel López, me informó que mi cuenta había sido cancelada desde el 11 de enero por órdenes de la Comisión Bancaria, porque yo no había ratificado los datos personales de mi cuenta, los cuales me habían sido solicitados en 2010 por casi seis meses. Recuerdo haber ido al banco en dos ocasiones el año pasado para arreglar ese asunto y lo recuerdo bien, pues el trámite fue engorroso y pesado; me habían clasificado originalmente como figura pública –cosa que no soy– y me solicitaban aclarar mi situación. Finalmente, el gerente me dijo que mi dinero estaba allí, pero que tendría que regresar otro día para retirarlo. Cuando le pregunté por qué no me habían avisado de la cancelación de mi cuenta, me dijo que dicha solicitud de cancelación les había llegado desde el 22 de diciembre de 2010 y que ellos tenían que cumplir la orden, pero no me explicó por qué, teniendo tanto tiempo, no me habían avisado. Cuando le hice ver que me habrían podido meter en un problema legal grave, pues me podrían haber demandado por fraude al girar cheques de una cuenta inexistente, me respondió que pues sí, en un extremo podría haber pasado (así dijo) y ante mi enojo, agregó: Yo entiendo que usted pueda ver esto como una arbitrariedad por parte del banco (así dijo), pero me pidió que yo entendiera las razones de la institución, mismas que nunca pudo articular. Finalmente, tuve que abrir una nueva cuenta en ese mismo banco para que transfirieran allí los fondos de la chequera congelada. A todo esto, nunca me dejaron consultar mi saldo.

¿Conoces muchos casos de cancelación de cuentas? ¿Puede el banco cancelarte una cuenta y no avisarte? ¿Debo pagar yo la penalidad que impone el banco por el cheque que no fue pagado, si la responsabilidad es del propio banco? ¿Ante quién nos podemos quejar los pequeños cuentahabientes ante estos abusos? Desde hace años, junto con muchos colegas, he documentado la voracidad y la inmoralidad de la banca privada que opera en México. Esta experiencia sólo me confirma que no estamos equivocados. Por el Fobaproa, por los abusos de los banqueros, por la ineficiencia de la banca privada y otras lindezas, creo que ya es tiempo de que los usuarios empecemos a exigir una banca ética. En tiempos de la nacionalización bancaria nos iba mucho mejor.

Rafael Barajas (El Fisgón)

R: Lamentablemente no contamos con una instancia confiable a quien recurrir. Si vas a la Condusef, lo que hará Luis Pazos será enviar tu caso al banco y se someterá a lo que éste decida. Creo, mi querido y admirado Rafael, que lo primero es rescatar tu dinero íntegramente, atender que no resultes más afectado, aclarar con el ombudsman de Banamex en qué condiciones quedó tu vieja cuenta, la nueva también, y cualquier otra relación que tengas con el banco.

(Esta es una selección de mensajes, resumidos. En el foro aparecen todos en su versión original)