El Congreso de la Unión reanudó ayer sus sesiones ordinarias con un minuto de silencio de senadores y diputados por la paz del país y en contra de la violencia, y más tarde, en su primera sesión ordinaria, las bancadas de PRI, PRD y PT insistieron en que el gobierno de Felipe Calderón debe modificar su estrategia contra la delincuencia que, cuestionaron, se basa sólo en el uso de la fuerza y un mayor despliegue militar en las calles.

El Poder Legislativo debe discutir cómo contribuir a enfrentar el desánimo, el descrédito institucional y la violencia generalizada. Y que el gobierno saque a las calles a las fuerzas armadas, como en un estado de sitio, puede ser preludio de una crisis política que nadie desea en el país, advirtió la diputada Diva Hadamira Gastélum (PRI).

Resaltó que el periodo de sesiones se inicia con una sensación de incertidumbre en la gente y la desconfianza que cada día se expresa en los enérgicos reclamos sociales.

Porque, expuso, si el país ya vive una crisis de seguridad pública, el inicio de 2011, con la carestía de alimentos y el aumento de precios de combustibles, ha causado un apuro a la economía familiar.

La diputada Teresa Guadalupe Reyes (PT) subió con una pancarta de la campaña No más sangre, que al final de su intervención fue retirada por instrucción del presidente de la mesa directiva, Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), en aplicación del artículo 260, numeral 3, del nuevo reglamento de la Cámara, que lo faculta a quitar cualquier expresión material de la tribuna.

La bancada del PT objetó que, en diciembre, para retirar sus observaciones al reglamento el pleno acordó que sólo se aplicarían los artículos no impugnados y los legisladores podrían presentar observaciones para modificarlos. En ese caso específico, dijo Jaime Cárdenas, la nueva redacción entraría en vigor hasta el primero de septiembre. No vamos a aplicar en parte el reglamento, lo vamos a aplicar totalmente, atajó Ramírez Marín.

Así que el priísta le pidió a la diputada retirar su pancarta. Teresita, es para cumplir el reglamento, expuso el legislador.

–Cuando deje de haber sangre derramada, la quito. Si no, ordene usted quitarla a quien pueda ordenarle –devolvió la diputada una vez instalada en su curul.

Personal de servicios parlamentarios retiró el pliego. Antes, diputados del PRD desplegaron una manta en la que se leía “Alto a los feminicidios” y portaron camisetas con la leyenda No más sangre. Cuando terminó el minuto de silencio los perredistas exclamaron ¡Ni una muerta más!

El coordinador del PRD, Alejandro Encinas Rodríguez, sostuvo que la ola de violencia en el país requiere aplicar medidas inmediatas y un combate inteligente contra la delincuencia organizada, porque el despliegue militar es inadecuado.

Expuso que su partido ha insistido en que es fundamental desmantelar la estructura financiera de las organizaciones criminales, respetar los derechos humanos, pero también modificar la concepción de seguridad nacional, porque ésta no se puede reducir a la guerra contra el crimen.

Definió que frente a la tentación autoritaria y los desafíos a la gobernabilidad, la seguridad nacional debe responder a un Estado democrático que se rija bajo el principio de la legalidad.

La panista Carmen Márquez Zapata refirió que su bancada insistirá en que se apruebe la propuesta presidencial de ley de seguridad nacional y mantendrá el apoyo al Ejército, para el que se propondrá revisar sus derechos y prerrogativas. Hoy tenemos la oportunidad de fortalecer la legislación para frenar la impunidad de quienes cometen actos de violencia, sostuvo.