El día 13 ofrecerá un concierto con música de Beethoven en la Sala Nezahualcóyotl
En años recientes se han construido muchos museos en esa entidad, informa Ramón Shade
Subraya el quehacer educativo de algunos músicos de la orquesta en favor de la juventud local
Viernes 4 de febrero de 2011, p. 5
No sólo las bandas o Los Tigres del Norte suenan en la región norteña de México. Poco a poco, la música de concierto comienza a hacerse del gusto y el interés de la población de esa parte del país, afirma Ramón Shade, director artístico de la Camerata de Coahuila, quien destaca el impacto social que a 17 años de fundada tiene esa agrupación en aquella entidad.
Revolucionó, sin duda, la vida cultural de Coahuila. No es lo mismo un estado que tiene una orquesta que el que no la tiene. Su influencia va más allá de lo musical, ya que impulsa otras cuestiones relacionadas con la cultura. Por ejemplo, en Coahuila se han construido en años recientes muchos museos
, indica el músico.
El impacto social de la camerata es muy fuerte. No podemos negarlo, es de todos sabido los problemas que tenemos en el estado con la violencia; lo cultural es lo único que puede rescatarnos. No sólo es la economía; pues aunque haya trabajo, si no hay una base cultural, no podremos ir más allá.
Las anteriores reflexiones del artista vienen a cuento a propósito del concierto que la Camerata de Coahuila ofrecerá el 13 de febrero, a las 18 horas, en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, con un programa en homenaje a Ludwig van Beethoven.
El programa está integrado por la obertura de Las criaturas de Prometeo, el Concierto número 2 y la segunda sinfonía del autor alemán. Como solista, actuará el pianista coahuilense Alejandro Vela.
Por convertirse en sinfónica
De acuerdo con Ramón Shade, a estas alturas de la historia resulta falso considerar que la música de concierto es una expresión elitista, y sostiene que las puertas de las salas están abiertas para todas las clases sociales.
Retoma el tema de la violencia que nos agobia y destaca que no obstante esa grave problemática, el público seguidor de la orquesta no sólo no ha disminuido, sino que se ha incrementado.
Lamenta que el país se le haya ido de las manos a los gobernantes y que incluso en algunos puntos de México, por increíble que parezca, se tengan que cambiar de horario los conciertos, suspenderlos o inclusive pactar con criminales para poder tocar en determinado lugar.
El director resalta la labor educativa de algunos de los integrantes de la camerata entre la juventud local, como otra de las aportaciones sociales de la agrupación a la entidad, si bien considera que es cada vez más necesario crear una escuela profesional de música.
Respecto de la orquesta, puntualiza que en la actualidad está conformada por cerca de 40 músicos (poco más de 50 por ciento de origen extranjero), y acepta que el proyecto original es alcanzar en un futuro no muy remoto el rango de sinfónica.
Sin embargo, aclara que no hay prisa en ese cometido, e incluso destaca que entre más pequeña es una agrupación requiere de músicos de mejor nivel, porque todo lo que hacen o dejan de hacer es muy evidente.
“No es mejor una orquesta sinfónica que una de cámara. Crecer a sinfónica es parte de una evolución, pero debe darse de manera armónica; no podemos incluir de repente a 20 músicos, porque acabaríamos con la orquesta.
La evolución debe ser poco a poco. Además, este crecimiento nos da pie para que vayamos haciendo un recorrido por la historia de la música.
Acerca del programa que será interpretado en la Sala Nezahualcóyotl, Ramón Shade subraya que, debido al número de integrantes de la camerata, podrá apreciarse de mejor manera el sonido original con el que Beethoven concibió sus obras.
