Cuando los profesores preguntaron si en México se respetan la Constitución, la democracia y los derechos humanos, al unísono se escuchó la respuesta: ¡Noooo!

Docentes de la sección nueve democrática del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el Distrito Federal impartieron la Clase por la democracia, en la plaza Tolsá del Centro Histórico, a niños de diversas escuelas públicas de la capital.

La finalidad, aseguró Francisco Bravo, secretario general del comité de dicha sección –que forma parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)–, es explicar a la población que el gobierno incumple y viola las leyes en perjuicio de la ciudadanía.

En el 94 aniversario de la promulgación de la Constitución, los mentores realizaron también labores lúdicas, talleres infantiles, teatro y danza. Es otra forma de acercar a nuestros niños a la educación, aseveró Ramiro Ramírez, vecino de Iztapalapa, quien acudió con toda su familia a las actividades, convocadas por los profesores capitalinos.

Los integrantes de la sección nueve demandaron a Elba Esther Gordillo, dirigente del SNTE, acatar las resoluciones judiciales y convocar a un nuevo congreso para elegir al comité seccional, cuya dirigencia está acéfala tras el fallo de un tribunal de revocar la toma de nota a la dirigencia seccional charra.

En punto de las 11 de la mañana se iniciaron las actividades. Decenas de familias de diferentes puntos de la ciudad acudieron al llamado de los profesores democráticos. Actividades de magia, danza, teatro, música y talleres, como el de la lotería histórica, ajedrez, cuentacuentos, pintura, sobre derechos de los niños, creación de juguetes y máscaras, entre otros, no eran suficientes para atender la gran cantidad de niños que deseaban participar.

Alejandra, de nueve años, quien estudia el cuarto grado en la primera Centauro del Norte, en Iztapalapa, no paraba. Me divierto mucho, sobre todo con la lotería de la historia. Es mi materia favorita. El aprovechamiento escolar de Alejandra es casi de excelencia. Dice uno de sus profesores: Tiene calificaciones de nueve y 10.

Veo que con esta actividad la escuela puede ser divertida para nuestros niños, comentó Juana Ponciano, madre de Alejandra.

El dirigente de la sección nueve democrática del SNTE sostuvo que uno de los objetivos de las actividades lúdico-académicas es para demostrar que el magisterio disidente no sólo realiza marchas, paros o acciones políticas, sino también proponemos fórmulas alternativas, en las que padres y estudiantes interactúan.

La profesora Rosa María Núñez, una de las más entusiastas en los talleres, explica cómo enseñar historia a los menores sin que ésta resulte aburrida: Hay que dejarles claro dónde están, y que ello es producto de lo que estuvo y sucedió antes de nosotros. Así como que lo que hoy construyamos será parte del futuro.

Los organizadores de este acto pedagógico-cultural informaron que unas 800 personas participaron en las actividades. Las carpas instaladas, lonas, mesas, sillas y materiales usados en los talleres, se obtuvieron con la cooperación de los profesores. Lamentaron que el Gobierno del Distrito Federal no los haya apoyado con baños portátiles. Fue lo único que pedimos y no nos dieron nada.

Padres y estudiantes aplaudieron el esfuerzo de los maestros, aunque expresaron que ojalá este tipo de actividades se realizaran más seguido y en sitios cercanos a sus hogares.

En la Clase por la democracia se hizo un llamado a que en México no existan más personajes al margen de la ley, como Elba Esther Gordillo, y se propuso hacer concientes a los ciudadanos de sus derechos.

El final tenía que llegar. Cerca de las 14 horas los profesores se despidieron. Algunas voces de tristeza se escucharon entre los asistentes. Las estrofas de la canción Casas de cartón acompañaron la partida de los asistentes, mientras una profesora tomó el micrófono y recordó: Estos niños son nuestra apuesta para que México sea en el futuro un país más justo, equitativo y democrático.