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Se buscaría a los responsables sólo a petición de autoridades de EU, señala la SIEDO

Pide México reporte de tráfico de armas; Washington calla

SRE ya solicitó datos sobre la introducción de dos mil piezas con la complacencia de la ATF

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Agentes aduanales de Estados Unidos revisan un auto en Brownsville en busca de armamentoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de marzo de 2011, p. 5

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aseguró que ya solicitó información detallada al gobierno de Estados Unidos acerca de la operación Rápido y furioso, que permitió que grupos criminales introdujeran a territorio mexicano 2 mil armas con la complacencia del Departamento de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATF, por sus siglas en inglés).

En tanto, funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional señalaron que solamente que el gobierno de Estados Unidos lo solicite de manera formal, instituciones de inteligencia mexicana colaborarán para la búsqueda de los presuntos integrantes de la red de traficantes que era vigilada por ATF dentro del plan Rápido y furioso.

Al cierre de esta edición, funcionarios de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) señalaron que ninguna autoridad mexicana ha iniciado investigación a este respecto.

La cancillería mexicana indicó, en un comunicado de prensa, que procedió a solicitar información detallada de este asunto a las autoridades estadunidenses, y señaló que el gobierno de México seguirá con especial interés las investigaciones anunciadas tanto por la ATF como por el Departamento de Justicia.

Según la dependencia mexicana, el objetivo de los gobiernos de México y de Estados Unidos es detener el tráfico de armas sobre la base del principio de responsabilidad compartida y ambos trabajan para fortalecer la cooperación bilateral en la materia. Dicha prioridad fue ratificada por los presidentes de México y Estados Unidos el pasado 3 de marzo, en Washington.

Este caso está relacionado con las revelaciones que en días pasados realizó el agente de ATF, John Dodson, quien denunció que sus superiores le ordenaron dejar pasar rifles de asalto y otras armas, las cuales llegaban a manos de criminales mexicanos.

Dodson narró a la CBS News que en 2010, durante su estadía en la oficina que la ATF tiene en Phoenix, sus superiores le ordenaron permitir el tráfico ilegal de armas de Estados Unidos a México, ya que supuestamente tenían en marcha la operación Rápido y furioso, y se había concretado una venta señuelo en la que se detectaría a miembros de las bandas mexicanas que estaban involucradas en el trasiego de armas.

El operativo se mantuvo en secreto para las autoridades mexicanas y hasta el momento no han sido informadas del resultado, ni tampoco se notificó al gobierno de Felipe Calderón que habían sido traficadas unas 2 mil armas.

El agente de ATF aseguró ante la negativa de sus jefes a reconocer lo ocurrido: hemos estado haciendo esto cada día desde que estoy ahí. Aquí estoy. Díganme que no hice las cosas que hice. Díganme que ustedes no me ordenaron hacer las cosas que hice. Díganme que no ocurrió..., afirmó en entrevista con la televisora CBS News.

En el noticiario se mencionó que documentos demuestran que el armamento que pasó apareció después en crímenes cometidos en México. “Y mientras que la ATF se quedó observando cómo miles de armas llegaban a las calles, el supervisor de Rápido y furioso anotó la escalada de la violencia en México.”