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Desde 2004 Greenpeace denunció las graves irregularidades de la regasificadora

Profepa inspecciona a Sempra Energy para constatar que respeta la ley
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de marzo de 2011, p. 21

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que a partir ayer realiza una inspección ambiental a las instalaciones de Sempra Energy en Ensenada, y que este proceso se llevará toda la semana, por lo que después del viernes informará de los resultados. La visita es para constatar el grado de cumplimiento de la empresa en materia de riesgo e impacto ambiental, atmósfera y residuos peligrosos, precisó.

En un comunicado explicó que un grupo de inspectores ingresó a las instalaciones de la empresa Energía Costa Azul para verificar que en la planta se cumplan las disposiciones ambientales. Puntualizó que la supervisión recae en la Subprocuraduría de Inspección Industrial, quienes durante toda la semana inspeccionarán el grado de cumplimiento que dicha empresa. Las visitas de inspección comenzaron ayer y se estima que concluyan el próximo viernes 11.

Esto ocurrió el día en que La Jornada publicó declaraciones de Rodolfo Michelon, quien fungió como contralor de la trasnacional estadunidense, en las cuales desmintió que la planta actúe dentro del marco de la ley, como dijo el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada, ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Por su parte, Gustavo Ampugnani de Greenpeace, consideró que en caso de que se comprueben irregularidades en la venta de terrenos a la empresa y la planta tuviera que cerrarse, la trasnacional podría demandar a México en tribunales internacionales. Un caso similar ocurrió con la empresa Metalclad, que construyó un confinamiento de residuos peligrosos en San Luis Potosí, el cual fue cerrado y el gobierno mexicano debía indemnizar a la empresa.

Agregó que México tiene que optar por otras vías alternas para la generación de energía, pero se insiste en el mismo modelo y ahora se busca impulsar la construcción de centrales nucleares cerca de donde opera la nucleoeléctrica Laguna Verde.

En 2004 Greenpeace denunció que la planta de gas natural licuado de la empresa Energía Costa Azul, filial de Sempra, representaba un grave riesgo para la población de Ensenada, Baja California, y el ecosistema de la región, por su alto nivel de explosividad.

La organización se refirió a los riesgos que representa ese tipo de gas, ya que puede provocar incendios con el solo contacto con el aire. La combustión es inmediata, el fuego es intenso y arde a temperaturas mayores que las de los incendios de gas o petróleo.

Dijo que el riesgo aumenta si el incendio ocurre en altamar, cuando el combustible es transportado en buques hacia las plantas regasificadoras. Varios expertos concuerdan en que un incendio en el agua es el riesgo más serio del gas natural licuado. En sólo tres minutos el fuego se puede expandir a casi un kilómetro de la nave.