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La violencia ha crecido de un modo que no nos imaginábamos

Vive México tiempos de calamidad: Rivera Carrera

Ello se debe a que muchos han seguido caminos torcidos, señala

 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de marzo de 2011, p. 11

En México actualmente vivimos en tiempos de calamidad, aseguró el cardenal Norberto Rivera Carrera, al refererirse a la escalada de violencia que azota al país, la cual ha crecido de una manera que no nos imaginábamos, y que se debe a que muchos han seguido caminos torcidos.

Al oficiar la homilía del Miércoles de Ceniza –la cual marca el inicio de la cuaresma–, el también arzobispo primado de México subrayó que es el momento idóneo para cambiar la forma de ser y así contribuir a que nuestro México sea distinto.

En la Catedral Metropolitana, el jerarc dijo que en estas fechas lo primordial no es dejar de comer carne y consumir pescado o romeritos, sino cambiar verdaderamente el corazón y atreverse a tomar otros caminos mucho más cercanos a la enseñanza del Evangelio. Llamó a adherirse a Dios y criticó que lo hayan sacado de tantos espacios, entre ellos de la familia, de la escuela y de la sociedad.

Durante su sermón, dijo a los fieles que los sacrificios terrenales no son el fin último ni único de la preparación de la cuaresma; se requiere –dijo– de un ánimo de conversión y dar respuesta a las necesidades del prójimo.

En los tiempos de calamidad, los profetas llamaban a la conversión, al verdadero cambio de vida; no sólo los cambios exteriores. La conversión en la cuaresma no consiste en dejar la carne y comer pescado; no consiste en que en este tiempo comamos romeritos o chiles rellenos; la cuaresma es algo más. ¡Qué bueno que nos podamos privar de algún alimento que nos gusta, que hagamos un sacrificio! Pero además, debe haber un cambio de vida, remarcó.

En diversas ocasiones se refirió a la inseguridad que prevalece en el país, a estos tiempos de calamidad y de desórdenes sociales, caracterizados porque en muchas ciudades se vive con temor, la gente tiene miedo de salir de su casa, la violencia ha crecido de una manera que no nos imaginábamos. Y creemos que es fruto de unos cuantos maleantes. ¡No! Se debe a que hemos abandonado el camino del señor, hemos seguido caminos torcidos y por eso esa violencia y las injusticias, y por eso ese abismo entre ricos y pobres se hace cada vez más profundo. El señor nos pide no sólo que cambiemos de alimentos, nos pide que cambiemos en el corazón y tomemos otro camino.

Insistió en que es posible hacer que nuestro México sea distinto, pero advirtió que no lo vamos a lograr comiendo torrejas, romeritos o más pescado, y dejando de consumir carnes rojas; sobre todo necesitamos cambiar actitudes y colocar a Cristo como centro de nuestra vida.

La Arquidiócesis de México también informó que en este periodo, tanto en la Catedral como en la Basílica de Guadalupe, los sacerdotes cuentan con facultades especiales para poder absolver pecados reservados, entre ellos el aborto.