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Economía Moral

Medición multidimensional de la pobreza en México y el mundo/ IV

El memorando Alkire-Foster y el método de medición adoptado por Coneval

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n la entrega anterior de esta serie (25/02/11) señalé la enorme influencia que en el tema de la medición multidimensional de la pobreza (MMP) están adquiriendo Sabina Alkire y James Foster. Cuando, en diciembre de 2009, el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) dio a conocer la metodología de MMP que adoptó, pensé que ello había sido fruto de la influencia de David Gordon, pues de todos los autores que participamos en el libro que he venido comentando (Medición Multidimensional de la Pobreza en México, Coneval-Colmex, 2010), es el único que plantea un criterio de pobreza similar al adoptado por el Coneval, mientras que el de Foster, en el mismo libro es muy diferente y lo expliqué en la entrega anterior. En efecto, Gordon adopta el criterio de pobres de verdad (o criterio de intersección de los conjuntos) desarrollado por diversos autores europeos, según el cual sólo son pobres aquellos hogares que se encuentren en situación de privación (en el caso de México en las dimensiones definidas por la Ley General de Desarrollo: educación, salud, seguridad social, vivienda y sus servicios, y alimentación) y, al mismo tiempo, tengan un ingreso inferior a la línea de pobreza (LP). Es decir, los hogares que no tienen privaciones, aunque estén por debajo de la LP, lo mismo que los que tienen privaciones pero están por arriba de la LP, son considerados como no pobres. Como lo he dicho muchas veces, adoptar como criterio de pobreza que el hogar cumpla con ambas condiciones (el criterio intersección) tiene como contrapartida definir como criterio de no pobreza el criterio opuesto (el de unión de los conjuntos): que no tenga privaciones y/o que esté por arriba de la LP, lo cual sobrestima la no pobreza.

Sin embargo, la bibliografía del documento en el cual el Coneval presentó su metodología, incluye un memorando de Alkire-Foster. La profesora Araceli Damián de El Colegio de México obtuvo, vía la oficina de transparencia del Coneval, dicho memorando. Su sorpresa y la mía fue mayúscula: el memorando, dirigido al Coneval y fechado el 30 de mayo de 2009 (fecha crítica porque el Coneval estaba por recibir la base de datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, ENIGH2008), contiene, casi paso por paso, el método que unos meses después daría a conocer el Coneval. El memorando comienza diciendo Entendemos que el Comité puede estar contemplando una metodología de MMP basada en el enfoque general que propusimos en un trabajo reciente. Se refieren al escrito de ambos de 2007, titulado Contar y Medición Multidimensional de la Pobreza. Agregan que si bien hay amplio acuerdo sobre el método de agregación, puede haber menos acuerdo sobre cómo proceder en la etapa de la identificación (quienes son pobres y quienes no lo son). (Para una explicación somera de ambas etapas, véase el primer párrafo de la entrega anterior). Continúan señalando que recientemente han revisado este tema y que quieren compartir sus ideas con los integrantes del Coneval y que el memorando contiene una propuesta concreta e intuitiva para su consideración. Explican que la etapa de identificación tiene tres componentes: primero, la definición de los umbrales de corte de cada dimensión; segundo, la definición de los pesos (o ponderadores) de cada dimensión, que indica la importancia relativa de cada privación en la definición si alguien es o no pobre, y en tercer lugar, la definición de un umbral de corte entre dimensiones para identificar los pobres multidimensionales. Continúan indicando que en reuniones previas han discutido dos métodos para identificar los dos umbrales de corte: el participativo y el estadístico empírico (como el método de Bristol, con lo cual se refieren al que utiliza Gordon y su grupo), pero que “reflexionando se han dado cuenta que hay un tercer método de carácter normativo que consiste en enunciar algunos principios axiomáticos (postulados no demostrables) y que es ese el camino que abordan en el memorando. Y sin más preludio dicen que propondrán un método axiomático para la identificación de los pobres. Aclaran que el enfoque axiomático de identificación propuesto se apoya fuertemente en las discusiones de la reunión de octubre de 2008 en el CIDE y otras conversaciones relacionadas. Siguiendo dichas discusiones consideramos que la pobreza multidimensional tiene dos componentes: privación económica (ingreso) y privación social (todas las demás dimensiones). Enumeran entonces tres principios: 1) Privación económica: una persona está en esta situación si su ingreso es menor que el umbral de corte de ingresos. 2) Privación social: una persona está en esta situación si cualquier logro está por debajo del respectivo umbral de corte. 3) Pobreza multidimensional: una persona es pobre multidimensionalmente si y sólo si la persona está privada tanto económica como socialmente. El primer principio es el que se usa en cualquier medición de pobreza de ingresos. Para justificar el segundo, sostienen que “está basado en el supuesto que cada dimensión social es intrínsecamente importante, y que un logro debajo del umbral de corte representa una negación de un derecho humano básico. En consecuencia, la privación social se identifica usando un enfoque (criterio) de unión. La justificación del tercer principio es, como era de esperarse, inexistente. No atinan más que a describir de otra manera lo mismo que dice el principio:

El método de identificación define como pobres a todas las personas que se encuentran en la intersección de los dos grupos: los privados económicamente y los privados socialmente. Una persona que tiene suficientes recursos económicos no se considera pobre multidimensional incluso si está privada socialmente. Alternativamente, una persona que sólo está privada económicamente, pero sin evidencia de que está privada socialmente, no se considera pobre multidimensional.

Es evidente que de lo que se trata con el tercer principio es de minimizar la incidencia de la pobreza, al no considerar pobres a ninguno de los dos grupos que muestran privaciones en sólo una de las dimensiones. Aplique el lector el mismo principio que Alkire-Foster han aplicado para definir el criterio unión al interior de la dimensión social, y verá que en ambos grupos excluidos de la pobreza un derecho humano básico queda negado. La consistencia obligaría a volver a aplicar el criterio unión y considerar pobres a ambos grupos y no sólo a los que se encuentran en la intersección. Pero como sabemos por los resultados del Coneval, ello hubiese significado pasar de una pobreza de 44.2 por ciento, adoptada oficialmente (menos por definición que los pobres de ingresos) a 81.7 por ciento. (Véase gráfica en la cual se hace explícito que a 33 por ciento de los habitantes del país se les ha negado un derecho humano básico, reconocido así por Alkire-Foster que, sin embargo, recomiendan que no se les considere pobres, lo cual obedeció prontamente el Coneval que estaba sujeto a fuertes presiones para bajar la pobreza por parte del entonces secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero. La influencia de Foster y Alkire ha sido enorme en la medición minimalista de la pobreza en México.