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Calderón se empeña en seguir entregando la soberanía violando acuerdos internacionales, dice

Los sobrevuelos estadunidenses, espionaje disfrazado, advierte la dirigencia del PRI

Una acción así requiere necesariamente la autorización del Senado, apunta Miguel Concha

 
Periódico La Jornada
Viernes 18 de marzo de 2011, p. 9

Es lamentable que conforme transcurre su sexenio Felipe Calderón se empeñe en seguir entregando la soberanía nacional violando cualquier acuerdo de carácter internacional que México haya construido a lo largo de su historia, lamentó la dirigencia nacional del PRI, al señalar que la vigilancia en territorio mexicano de aviones de Estados Unidos es un acto de espionaje disfrazado.

En tanto, Miguel Concha, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, señaló que ese hecho podría significar una violación a la soberanía del país, aunque haya sido pactada entre los mandatarios de ambas naciones, ya que una acción así requiere autorización del Senado.

“Tanto el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos como el de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, establecen en su artículo primero que se debe respetar el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos, lo cual podría haber sido vulnerado con el sobrevuelo de los llamados drones.

Además, en el artículo 89 de la Constitución se afirma que el Senado debe analizar y aprobar cualquier asunto de política exterior antes de que se aplique, y en mi opinión esto sí se habría violado con los aviones estadunidenses, porque se trata de aparatos que invadieron el espacio aéreo nacional sin que el Presidente lo consultara con los legisladores, dijo Concha.

Con él coincidió en entrevista por separado el vicepresidente nacional de la Fundación Colosio, Samuel Aguilar, para quien no es posible que con el aval del propio Ejecutivo federal se haya permitido a países ajenos la vigilancia de ciudadanos mexicanos y del territorio nacional, y más grave aún que lo haya hecho pasando por encima del Congreso, en especial de la Cámara de Senadores.

Lamentó que el deterioro que ha sufrido la política exterior mexicana desde el sexenio del presidente Vicente Fox se ahonde aún más, ya que por más que se intente justificar, la vigilancia aérea a cargo de una nación ajena no forma parte de ningún convenio conocido, ni siquiera de la llamada Iniciativa Mérida.

El funcionario priísta sostuvo que este tipo de acciones intervencionistas sólo se han dado en conflagraciones internacionales, con acuerdos previos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte o de aquellos que integran la Unión Europea, pero nunca se podrá justificar en el caso de México.

Lamentó además que se siga degradando impunemente la presencia que alguna vez tuvo México en el ámbito internacional, pues si ya es condenable que se permita el tránsito y la permanencia de agentes y policías armados de otros países en nuestro territorio, lo es más que con el aval del presidente de la República se permita el patrullaje aéreo en nuestro territorio nacional, que no son más que actos de espionaje avalados por el Ejecutivo.

En contraposición, María Eugenia Suárez, directora de Investigación y Reforma Policial del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde), consideró que dicha violación de la soberanía no está tan clara, puesto que el sobrevuelo de los aviones se produjo en el contexto de una serie de acuerdos de cooperación bilateral.

Poner en la misma dimensión este operativo y el del tráfico clandestino de armas conocido como Rápido y furioso, es un error, puesto que en este último sí quedó de manifiesto la falta de confianza de las autoridades estadunidenses en las mexicanas, dijo finalmente.