Opinión
Ver día anteriorSábado 19 de marzo de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Por la izquierda hablará, ¿quién?
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or estos días se habla mucho del destino de la izquierda partidista en México, dado el espectáculo de desmoronamiento que el PRD ofrece ante la opinión pública. Diversos programas radiofónicos y televisivos entrevistan a políticos de izquierda en busca de oráculos que permitan discernir relieves dentro de la bruma imperante. Pero, ¿a qué líderes de la izquierda se entrevista?, y ¿los entrevistadores buscan esclarecer un panorama o bien inducir una visión intencionada de lo que ocurre en la izquierda?

En televisión, la abrumadora mayoría de quienes dirigen programas de discusión y entrevistas políticas convierten en portavoces de la izquierda a un segmento de ésta: el grupo que se apoderó del aparato burocrático del PRD a consecuencia de negociaciones con Los Pinos, los mismos que han puesto en venta la principal configuración política de la izquierda ofreciéndola al mejor postor, es decir a Felipe Calderón y los poderes fácticos, los que promueven alianzas con la derecha en flagrante contravención de la línea política establecida en 2009 por el Congreso Nacional, máxima autoridad del PRD.

Al negociar las posturas del PRD están comerciando la herencia toda y la sangre de los militantes sinceros que perdieron la vida en las luchas de los pasados decenios: de la época de Valentín Campa a nuestros días. Desde luego, ese secuestro del PRD sólo fue posible, como el secuestro de la nación en 2006, gracias a la manipulación a que se prestó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), traicionando la importantísima vocación para la que fue concebido.

¿Por qué los entrevistadores no invitan para hablar por la izquierda a personajes que sí representan a una izquierda genuina, representativa de las bases, y no oportunista? Jaime Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Luis Javier Garrido, Enrique González Pedrero, Yeidckol Polevnsky, Ricardo Monreal, Víctor Flores Olea, José Agustín Ortiz Pinchetti, Ifigenia Martínez, Manuel Oropeza, Arnaldo Córdova, Rolando Cordera y un largo etcétera, son algunos ejemplos de personas que podrían hablar por otra izquierda, la que no está en venta ni quiere que todo cambie para que todo siga igual. ¿Qué tanto se ve a estas personalidades en televisión abierta?, ¿O qué, no están a la altura de tan augustos escenarios?

Se dirá que todos ellos son, de una u otra manera, cercanos a Andrés Manuel López Obrador. Sólo que quienes sí son invitados a la televisión también son todos enemigos jurados (o solapados) y traidores a López Obrador, pese a que a él le deben las posiciones políticas que hoy ostentan. Además, ¿hay un crimen implícito en estar cerca del mayor líder social que la izquierda mexicana ha producido en tiempos recientes?, ¿esa proximidad descalifica a cualquiera como interlocutor? Si es así, que lo digan de una vez.

Se dirá también, quizá, que se trata de dar voz a una izquierda moderna, del siglo XXI, de buenos modales, como la española. A esto respondo siempre: a lo que se refieren es a una izquierda domesticable y domesticada; ahórrense los demás adjetivos. Quieren una izquierda obsecuente con los poderes fácticos, incluido Estados Unidos. En todo caso, restringir la representación de la izquierda a sus Tartufos desinforma a la opinión pública. Daré un ejemplo: en los programas a que aludí al inicio de estas líneas, ¿en qué momento se hizo mención siquiera del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que se ha venido gestando durante años a lo largo y ancho del país? Y esto es, de lejos, lo más importante que ha ocurrido en la izquierda en tiempos recientes. ¿Nada saben de esto quienes dirigen programas de televisión y radio? Pues pronto se enterarán. Aventuro una predicción: antes de finales de año, resultará imposible seguir ignorando este tema.