Sociedad y Justicia
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Se ha gestado en la isla un movimiento estudiantil que ha llevado a cabo dos huelgas

Farmaceúticas estadunidenses, detrás de la restructura en la Universidad de Puerto Rico

El proyecto da prioridad a la investigación biomolecular mientras reduce las humanidades

 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de marzo de 2011, p. 40

La Universidad de Puerto Rico enfrenta actualmente un proyecto de restructuración académica atrás del cual se encuentran los intereses de las grandes farmacéuticas estadunidenses que operan en la isla.

El proyecto, impulsado por el gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Luis Fortuño, busca priorizar el desarrollo en la universidad de la investigación biomolecular para satisfacer las necesidades de la industria farmacéutica asentada en ese país, que surte una parte importante de los medicamentos que se distribuyen en Estados Unidos.

Dicho proyecto está en el origen del más reciente movimiento estudiantil que ha llevado a cabo dos huelgas en la universidad: una de abril a junio de 2010, y la más reciente de diciembre pasado a febrero de este año.

Giovanni Roberto, uno de los principales líderes del movimiento, se encuentra en México, donde participó en un seminario internacional organizado por el Partido del Trabajo.

Roberto ha aprovechado su estancia aquí para difundir su lucha en distintos foros.

“Es importante –dice en entrevista– que se conozca el movimiento a escala internacional, porque, después de todo, aquí y allá estamos enfrentando el mismo capitalismo, los mismos emporios económicos; en la medida en que nos conectemos y aprendamos de las diferentes luchas de un lado y otro, fortaleceremos los movimientos sociales con perspectiva internacional.”

El detonante de la actual movilización fue la propuesta de un aumento en la cuotas de inscripción, así como el cierre de distintos departamentos universitarios, y el despido de decenas de profesores en dos años: se ponen como pretexto los recortes presupuestales y la crisis fiscal, pero las medidas que se toman favorecen a la universidad privada al tiempo que adelgaza la matrícula de la universidad pública.

De acuerdo con Giovanni Roberto, éste es el paso previo a la promulgación de una ley universitaria, también auspiciada por Fortuño, que en el fondo busca restructurar el mercado educativo en Puerto Rico.

Así, mientras en el campus principal de la universidad se construye un edificio nuevo para la investigación biomolecular al servicio de las farmacéuticas, se reducen los espacios y la matrícula para las disciplinas humanísticas, al tiempo que se cierran bibliotecas y librerías: Quieren concentrar las humanidades, que hoy se imparten en distintos campus a lo largo de la isla, en un solo edificio; es parte de la visión de una universiad neoliberal.

El activista asegura que existen documentos elaborados por Luis Fortuño y una comisión de nueve personas nombradas por él, en los cuales se detalla el proceso de restructuración de la Universidad de Puerto Rico, cuya principal meta es reducir gradualmente la matrícula, pasar de 60 mil a 50 mil estudiantes en 2016 y de 50 mil a 40 mil en 2025.

Giovanni Roberto explica que el actual movimiento se inscribe en una tradición de luchas universitarias que se remonta a 1948 y se prolonga hasta los años 70: Tenían una línea ideológica centrada en el rechazo al militarismo en general y, en la década de los 60 contra la guerra en Vietnam, sobre todo porque los jóvenes estaban obligados a unirse al servicio militar obligatorio; en los años 80, la lucha tiene como bandera el rechazo a una política educativa que excluía a los más pobres, tenían un sesgo menos independentista y más vinculación con lo social.

De 1991 a 1992 hubo otra movilización, entonces como hoy, contra el incremento de cuotas: Ahora no hay un discurso independentista, hay todo tipo de posturas al respecto, y aunque los líderes estamos claramente identificados con la vertiente independentista, es importante que el movimiento sea plural.

No obstante, el entrevistado reconoce que en el fondo la lucha actual también tiene un móvil anticolonial: Al oponernos a una política educativa que favorece la economía capitalista, en especial a los emporios farmacéuticos estadunidenses, estamos teniendo una confrontación directa con el coloniaje.