Con una inversión inicial de 26.5 millones de pesos, especialistas en cómputo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) concluyeron la fase de instalación y configuración del proyecto denominado Delta Metropolitana de cómputo de alto rendimiento, que permitirá a científicos y alumnos de esa casa de estudios y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, acceder a la red académica de alta velocidad más importante de América Latina.

Juan Carlos Rosas Castro, responsable técnico del proyecto Delta Metropolitana de la UAM y del Laboratorio de Supercómputo de esa institución, destacó que se contará con una capacidad de conectividad similar a 6 mil computadoras conectadas a una misma red, y creemos que puede llegar hasta 10 mil, lo que facilitará el procesamiento y almacenamiento de datos.

En entrevista con La Jornada, explicó, que a más de dos años de su puesta en marcha se ha concluido la segunda etapa, que era establecer la interconectividad pormedio de una red de supercómputo y alto rendimiento entre las tres instituciones participantes, e iniciar, a partir de la segunda semana de abril las primeras pruebas de conceptos.

Unidos UNAM y Cinvestav

Indicó que especialistas de las tres casas de estudio han colaboradora en el diseño, instalación y puesta en marcha del Delta Metropolitana, por lo que se prevé que antes de que concluya este año investigadores, estudiantes y especialistas de la UNAM, UAM y Cinvestav tengan acceso a una potente herramienta de investigación que ayudará a transmitir, almacenar y procesar datos en muy poco tiempo. Se trata de la red académica de cómputo de alta velocidad y rendimiento más rápida de toda Latinoamérica.

La red, apuntó, permitirá formar expertos en tecnologías de redes de alta velocidad y en tecnología de supercómputo en la parte técnica, pero la investigación y la docencia también se beneficiará, pues un número importante de investigadores de las tres instituciones tendrán acceso a una infraestructura de procesadores y almacenamiento a través de una red de alta velocidad.

Tendrá impacto en genómica, astronomía, física, química cuántica, dinámica de fluidos, meteorología y una gran cantidad de proyectos que requieren del supercómputo como herramienta de simulación para sus investigaciones en el desarrollo de nuevo conocimiento.

La red está en funcionamiento desde marzo, por lo que es posible iniciar una siguiente etapa en la que se convocará a otras instituciones, entre ellas universidades del estado de México, así como organismos públicos del Gobierno del Distrito Federal a que se sumen a este esfuerzo del Delta Metropolitana.