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Data de 1923 la hermandad con México, asegura Sergio González

Embajador apremia a auxiliar a Japón
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de abril de 2011, p. 23

El embajador emérito Sergio González Gálvez reconoció la urgencia de que el pueblo mexicano se solidarice con Japón. El pueblo japonés sufrió incalculables pérdidas humanas y materiales tras el temblor y el tsumani ocurridos el pasado 11 de marzo, por lo que necesita una ayuda muy especial e inmediata; en esta tarea, México está obligado moralmente a intervenir para corresponder a la solidaridad recibida de aquel país en 1985, cuando los mexicanos encararon una tragedia similar derivada del terremoto del 19 de septiembre.

Evoca González Gálvez: “a las dos o tres horas de ocurrido el temblor –del cual yo me había enterado a través de un cónsul mexicano en Estados Unidos– había por lo menos unos mil japoneses haciendo fila ante nuestra embajada en Tokio para dar dinero”.

En entrevista con La Jornada, tras exponer argumentos históricos, el diplomático recordó que cuando en 1923 un temblor destruyó gran parte de Tokio y Yokohama, México fue el mayor donador de dinero para la reconstrucción, por encima incluso de Estados Unidos y de los países europeos.

Señaló que en ese año estábamos aún en una época revolucionaria, todavía bélica. Gobernaba Álvaro Obregón.

Y rememora: Total, que mandé a dos personas de la representación a averiguar por qué había pasado esto y supimos de un episodio fundamental ocurrido durante la llamada Decena Trágica cuando el encargado de negocios de la delegación japonesa en México, de apellido Horiguchi, con gran valentía, acogió y salvó de morir a la familia del asesinado presidente Francisco I. Madero.

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El embajador emérito Sergio Gonzalez Gálvez, en la entrevista con La JornadaFoto Guillermo Sologuren

Para encarar a 'las fuerzas del usurpador (Victoriano) Huerta', el diplomático colocó la bandera de su país a la entrada de su embajada advirtiéndoles: ¡Si entran, es guerra con Japón! Así salvaron la vida alrededor de 30 personas, entre ellas la esposa de Madero, sus padres y hermandas junto con sus hijos. Y eso fue lo que retribuyó el presidente Obregón en 1923”.

Se trata, insiste, de historias emotivas, de los vínculos entre ambos pueblos, pues además, en 1985, los japoneses reunieron en no más de tres días 10 millones de yenes que enviaron a México. Además, al día siguiente del temblor expertos en estructuras llegaron a ayudar. De hecho, dice González Gálvez, en muchos sitios destruidos por el temblor, si ya no se volvieron a levantar edificios fue precisamente gracias a sus peritajes y observaciones.

El también ex subsecretario de Relaciones Exteriores expone que tras lo sucedido el mes pasado en Japón y con 'un desastre verdaderamente brutal, él y otros integrantes del comité formado el año pasado –a propósito de cumplirse 400 años de vínculos entre los dos países– elaboran una serie de iniciativas para ayudar de manera concreta al pueblo nipón.

En ese trabajo ayudan, entre otros, la embajada japonesa en México, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Senado de la República, la Cámara de Diputados y las empresas niponas asentadas aquí.