Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano consideró que los grupos progresistas de izquierda deben presentar una propuesta de cambio viable, que resuelva los problemas de la nación y resulte atractiva para la ciudadanía.

Al presentar su libro Sobre mis pasos en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, sostuvo que es posible una transformación en el país fundada en un movimiento social con ideas plurales.

Creo que la responsabilidad de los grupos progresistas hoy está en poder presentar antes que otra cosa una propuesta de cambio que resulte realmente viable en cuanto a la solución de los problemas del país, y por otro lado que resulte atractiva para que pueda constituirse detrás de ella una mayoría política que la impulse y, en su momento, la ponga en práctica.

El ex candidato presidencial aseveró que la ciudadanía debe sentir viable el planteamiento de los grupos de izquierda para resolver problemas como la violencia y la falta de desarrollo económico, de oportunidades de empleo y de mejor educación y salud.

Añadió que la propuesta deberá basarse en el compromiso social y democrático de las izquierdas y formularse con visiones múltiples para aglutinar una fuerza social capaz de impulsar los cambios que el país está requiriendo.

Los alumnos le preguntaron cuáles son las reformas pendientes en el país. Cárdenas aseveró que si bien hay varias, incluida la de las instituciones políticas, dos son relevantes: la electoral y la fiscal.

Para mejorar el sistema electoral, refirió, es necesario abrir oportunidades para las candidaturas independientes, facilitar la creación de nuevos partidos políticos, revisar la propuesta de segunda vuelta y analizar la posibilidad de relección de presidentes municipales y diputados, ya que tres años (que dura su periodo) son pocos para lograr resultados, aunque también cabría la posibilidad de ampliar sus periodos. Para la relección se debe tener gran confianza en el sistema electoral.

Reiteró su oposición a las alianzas electorales entre los partidos de la Revolución Democrática y Acción Nacional, ya que, dijo, contradicen los principios de ambas fuerzas políticas y las debilitan.

En relación con la segunda reforma, planteó emprender verdaderas modificaciones fiscales, que permitan a México tener mayores recursos para invertirlos en desarrollo.

Tenemos una de las recaudaciones más bajas del mundo, alrededor de 11 por ciento del PIB, cuando muchos otros países, incluso de América Latina, recaudan entre 15 y 20 por ciento y tienen más posibilidades de invertir en su desarrollo. Naciones europeas están recaudando en algunos casos hasta 40 por ciento del PIB.

Subrayó que este cambio tiene que articularse con otros, como instaurar la seguridad social de carácter universal, que no se vincule a tener un puesto de trabajo (como se hace hoy). Son reformas que nos permitirían avanzar para tener una mejor condición social en el país.