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Comité del organismo considera grave que haya responsabilidad de autoridades públicas

Alarmante, la cifra de crímenes contra migrantes en México, reporta la ONU

Gobernación y Relaciones Exteriores sólo destacan las reformas legislativas y los programas

 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de abril de 2011, p. 11

La Organización de Naciones Unidas (ONU) expresó su profunda preocupación por el alarmante número de secuestros, extorsiones, tortura, desapariciones, tratos crueles y degradantes, así como asesinatos de que han sido víctimas los migrantes a su paso por México.

El Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de la ONU alertó sobre la gravedad de que en estos delitos exista responsabilidad de autoridades públicas de los tres niveles de gobierno, ya sea por complicidad o participación directa.

El reporte de los 14 especialistas del grupo de la ONU fue elaborado con base en el segundo informe periódico rendido por México en las reuniones celebradas esta semana en Ginebra.

El martes pasado, organizaciones no gubernamentales y defensores de derechos de migrantes acusaron a los enviados del gobierno federal de presentar una realidad maquillada.

Por ejemplo, Rupert Knox, investigador de Amnistía Internacional, señaló que “la delegación mexicana presentó una información débil, sin datos realmente contrastables y precisos. Sobre todo nos preocupa que a pesar de la gravedad del asunto no se han adoptado medidas concretas de protección ni de lucha contra la impunidad.

Nos vamos muy decepcionados y preocupados, pues la sociedad civil y la propia ONU hemos demostrado que los secuestros masivos de migrantes han aumentado de forma considerable en el país en los pasados cuatro años, y junto con ello también hemos visto cómo aumentan los casos de funcionarios implicados (La Jornada, 5 de abril).

Este viernes, la ONU, por conducto del Comité de protección a trabajadores migrantes, se mostró preocupada porque a ocho meses del secuestro y asesinato de 72 migrantes centro y sudamericanos en Tamaulipas, y del secuestro de 40 trabajadores migrantes en Oaxaca, en diciembre de 2010, prevalezca la impunidad.

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Migrantes centroamericanos interceptados ayer en un tren en Ixtepec, Oaxaca, cuando se dirigían a Estados UnidosFoto Ap

La ONU aclaró que toma nota de las diferentes acciones de las autoridades frente al fenómeno de secuestro de migrantes y, en sus recomendaciones al Estado mexicano, establece la necesidad de que incremente sus esfuerzos ante estos abusos y, sobre todo, investigue seria y diligentemente estos actos y se sancione a los responsables con penas adecuadas a la gravedad del delito.

El Estado, agrega, debe adoptar medidas concretas para el esclarecimiento de los casos –los cuales califica de paradigmáticos–, incluidos aquellos en los que aparezcan indicios de participación de funcionarios públicos.

El comité reconoció los esfuerzos del gobierno federal por fortalecer un marco de respeto a la protección de migrantes.

Con base en esto último, el gobierno federal emitió un comunicado donde destaca tal reconocimiento de la ONU, pero no hace referencia a la alerta sobre los casos considerados por el organismo internacional como preocupantes, graves o paradigmáticos de la impunidad.

En un comunicado conjunto, las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores se limitan a enumerar las recientes reformas legislativas y programas en materia migratoria, con especial énfasis en los cambios para atender a los menores en tránsito.

La profunda preocupación del comité por el alarmante número de secuestros y extorsiones de migrantes, el gobierno federal la redujo a que la ONU está consciente de que México enfrenta retos y desafíos trascendentales.

En tanto, el comité alertó que el proyecto de ley migratoria –en análisis en la Cámara de Diputados– podría incluir aspectos que no serían enteramente compatibles con la convención que en la materia ratificó México en 1999, en especial por no incluir suficientes garantías sobre el derecho al debido proceso en caso de deportación.