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La mayoría de organizaciones expresa temor a un pacto con Brasil

Rechazan campesinos tratados comerciales con Sudamérica

Colombia representa riesgos fitozoosanitarios, aseguran

 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de abril de 2011, p. 19

Ante la posibilidad de que México firme acuerdos comerciales que incluyen el sector agropecuario con Brasil y Perú, y el hecho de que la semana pasada amplió un pacto con Colombia, por el cual se permitirá la importación de carne de dicho país con riesgo de fiebre aftosa, organizaciones campesinas han expresado su rechazo, pues consideran que dichos convenios harán más crítica la situación que han dejado los 17 años de Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).

La mayoría coincide en que los países que representan mayor riesgo son Brasil y Colombia. El primero porque es una potencia agroalimentaria, de la cual incluso Estados Unidos se cuida y con capacidad suficiente para poner a los productores nacionales “una verdadera madrina”. El segundo, por los riesgos fitozoosanitarios.

La oposición se fundamenta también en los saldos del TLCAN en el agro, pues la dependencia alimentaria pasó de casi 27 por ciento a 50 por ciento, se estancó la producción de granos y oleaginosas, se incrementó la importación de fertilizantes, se han perdido más de 2 millones y medio de empleos rurales y aumentó la migración campesina y la renta de tierras.

En el Congreso Agrario Permanente (CAP) las posturas son diversas, pero la mayoría de sus organizaciones rechazan un tratado con Brasil.

José Luis González Aguilera, actual coordinador del CAP y secretario general de la Unión General de Obreros y Campesinos de México Jacinto López (UGOCM), señaló que su organización no ve problemas con Perú y Colombia, pero sí con Brasil porque nos puede afectar en soya y azúcar. Sobre la fiebre aftosa dijo que hay medidas fitosanitarias, y no va a entrar ningún animal enfermo, no se va a arriesgar el hato ganadero.

Criticó también el rechazo a los tratados expresado por las confederaciones nacionales Campesina (CNC), de Organizaciones Ganaderas (CNOG), de Propietarios Rurales (CNPR) y del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

Para González Aguilera el rechazo de la CNC es inconsistente porque cuando se hizo el TLCAN lo apoyaron, pero ahora están en contra.

La CNC negó ese argumento y solicitó sacar al sector agropecuario de esos acuerdos. También manifestó su repudio a la aprobación de la ampliación con Colombia.

Para Max Correa, líder de la Central campesina Cardenista (CCC), la CNC, CNPR y el CNA no tienen autoridad moral para oponerse, pues antes fueron comparsa de esa política de tratados, pero ahora ponen grito en el cielo porque algunos se han beneficiado de las exportaciones a Estados Unidos y Canadá y ven peligro si se introducen plagas y enfermedades.

La CCC opina que hay razones económicas, comerciales y de sanidad para no negociar tratados que incluyan al campo. Brasil es una potencia exportadora agroalimentaria, sobre todo en azúcar y soya, y Colombia y otros países sudamericanos tienen problemas fitosanitarios.

Rubén Chávez Villagrán, del Consejo Estatal Agropecuario de Chihuahua, aseguró que el rechazo es por aspectos de competitividad y sanidad, pues en Brasil “están los productores más grandes del mundo de pollo y soya; nos pondrían una verdadera madrina... a Brasil le tenemos pavor”.

Chávez indicó que México es uno de los países que tiene mayor cantidad de tratados de libre comercio y ¿de qué nos ha servido? Acaso realmente el consumidor tiene mejores precios y calidad? Lo dudo.

Jorge López Martínez, vicepresidente de asuntos hidráulicos del CNA, señaló que México debe usar mejor las ventajas de mercado de los tratados que ya signó y no andar buscando más acuerdos.

Aseguró que existen problemas de competitividad con Brasil, los cuales son mayores de los que había cuando se firmó el TLCAN. Las condiciones de competitividad con Brasil son mucho más graves que con Estados Unidos, incluso este país se cuida de no abrir la puerta a Brasil. Con el TLCAN, en lo personal, pudiéramos no haber estado de acuerdo, pero tenía ventajas; en cambio con Perú, Colombia y Brasil vemos pocas, pero sí un alto riesgo.

Para Raúl Pérez Bedolla, secretario de organización de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano), la fiebre aftosa no era una razón de peso para no ratificar el acuerdo con Colombia, porque con los tratados comerciales no renuncias a controles sanitarios; los protocolos de seguridad están sobre los tratados; si hubiera amenaza de plaga, así tengamos tratados se ponen la barreras sanitarias necesarias.

Dijo que el acuerdo con Perú y al ampliado con Colombia no les ponemos objeción, pero con Brasil, ¡cuidado!, porque en azúcar y granos es potencia.

Álvaro López Ríos, de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), dijo que fue un error profundizar el tratado con Colombia y también será un error si se firma con Perú y Brasil. Apuntó que este afán de signar convenios comerciales “se inscribe en la trataditis de los gobiernos neoliberales”.

José Jacobo Femat, dirigente de la Cocyp, rechazó la ampliación con Colombia porque si fuera verdad que la fiebre aftosa no está controlada en ese país, podría haber pérdidas millonarias en México por un contagio, y lamentó que el gobierno intente resolver el problema del campo nacional mediante la firma de acuerdos de comercio en lugar de fortalecer la producción interna.