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Narcoviolencia

El ¡ya basta! colectivo debe dirigirse a los criminales, demanda en Coahuila

Exige Calderón no escudarse en deseos políticos para atacar al gobierno federal
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Familiares de desaparecidos protestan frente al hotel donde el presidente Calderón se reunía con empresarios, en TorreónFoto Claudia Herrera
Enviada
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de abril de 2011, p. 4

Torreón, Coah., 12 de abril. Con golpes en el atril, el presidente Felipe Calderón demandó no confundirse ni escudarse en el deseo político de atacar al gobierno federal o a las fuerzas armadas. El ya basta colectivo debe dirigirse a los criminales, exigió.

Ellos son los enemigos, los que asaltan, roban y envenenan a los jóvenes, no quienes los combaten. El enemigo está ahí, en la delincuencia común y organizada, y por eso debemos hacerle frente común, porque no debe escudarse en el deseo político de atacar a una u otra instancia de gobierno o al gobierno federal o a las fuerzas armadas el propósito político de atacarlas con el deseo de la sociedad de tener seguridad y de tener paz.

Seis días después de que miles de mexicanos marcharon en repudio a la estrategia que ha aplicado Calderón contra la delincuencia –tras los asesinatos de Juan Francisco, hijo del poeta Javier Sicilia, y de otras seis personas en el estado de Morelos–, que acumula 40 mil muertos, el mandatario federal llamó a la unidad contra el verdadero enemigo.

Reunido con empresarios de Coahuila, el jefe del Ejecutivo federal pareció dar respuesta a las exigencias de Javier Sicilia de que se retire el Ejército de las calles, y si bien el programa de la gira preveía un anuncio de seguridad, el Presidente se limitó a defender tres puntos de su estrategia y a prometer que rescatará a México.

Aunque al principio se disculpó por andar un poquito mal de la garganta, elevó la voz en varias ocasiones para afirmar que a quien debe condenarse es a los criminales, como mencionó antes el dirigente de Concanaco-Servytur, Jorge Dávila.

Los que asesinan son ellos, los criminales; los que matan jóvenes inocentes son los criminales; los que secuestran y asesinan jóvenes migrantes son los criminales. Los que tienen asoladas grandes partes de la sociedad y de nuestro territorio es la delincuencia; lo que está afectando a las familias mexicanas es la delincuencia, organizada o no, grande o pequeña, es la delincuencia, insistió.

Mientras volvía a golpear el atril con la mano, dijo que desde el que roba la bolsa a una señora hasta el que secuestra a un empresario o mata a un migrante, son delincuentes, criminales.

A ellos hay que frenarlos, a ellos hay que condenarlos, hacia ellos debe ir un ya basta colectivo y nacional. Ya basta a los criminales, y en eso estamos, planteó, y en ese momento recibió aplausos de los empresarios a quienes después  respondió preguntas en privado.

Agradece respaldo al Ejército

En su momento, Calderón agradeció las palabras del gobernador interino, el priísta Jorge Torres López, acerca de que la presencia del Ejército ha ayudado a aliviar la angustia de los habitantes en La Laguna.

Tras reconocer que se ha incrementado 430 por ciento el número de secuestros en la región entre 2009 y 2010, ofreció rescatar también a la entidad.

Defendió los tres aspectos centrales de su estrategia, como el de depurar a las policías y combatir en forma contundente a los criminales. “No señores –agregó–, el error es haber dejado actuar impunemente a los delincuentes.”

Además, reivindicó como parte de su política anticrimen la reconstrucción de la sociedad y de sus valores, porque la falta de oportunidades en educación, trabajo y esparcimiento hace a los jóvenes presa fácil de las redes delincuenciales.

Puso de ejemplo a un joven de 19 años, detenido junto con otros 16 presuntos responsables de los crímenes de San Fernando, Tamaulipas –donde fueron descubiertos 116 cadáveres–, que declaró que él ha asesinado a más de 200 personas.

Por eso llamó a reconstruir el tejido social en México y a dar nuevos valores a los jóvenes con la finalidad de trocar la cultura de violencia por una de respeto a los demás, a la vida y de que no hay dinero fácil.