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Guerra a Libia
Países árabes y de Occidente pactan ayuda financiera contra Kadafi

Tras una reunión en Qatar, el llamado Grupo de Contacto exige al coronel que deje el poder

Alemania cuestiona subsidiar a los rebeldes con fondos congelados del régimen

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Repudio al líder libio Muammar Kadafi, ayer en el bastión rebelde de BengasiFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de abril de 2011, p. 28

Doha, 13 de abril. Naciones occidentales y árabes acordaron hoy crear un mecanismo de ayuda financiera para las fuerzas rebeldes libias, y exigieron que el coronel Muammar Kadafi deje el poder. En una primera reunión del llamado Grupo de Contacto, celebrada en Doha, capital de Qatar, y en la que participaron unos 20 países y organizaciones, afloraron las divisiones en torno al apoyo financiero y militar a los opositores en el país norafricano.

De su lado, los miembros del grupo de países de economía emergente BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) condenaron el uso de la violencia en Medio Oriente y el norte de África, al tiempo que llamaron a la no intervención y al diálogo.

La reunión del Grupo de Contacto se desarrolló casi cuatro semanas después del inicio, el 19 de marzo, de una intervención militar multinacional autorizada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y bajo mando de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Según el comunicado final, el grupo acordó establecer un mecanismo financiero temporal, que permita al Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de la rebelión, gestionar las ayudas y garantizar las necesidades de financiamiento a corto plazo de las regiones controladas por la insurgencia. No se precisó la dotación de ese fondo ni los países que contribuirán.

Por su parte, Alemania cuestionó la legalidad de subsidiar la insurrección con fondos del gobierno de Kadafi que están congelados, como parte de las sanciones decretadas por la ONU, como lo sugirió Italia. La pregunta es: ¿esto es legal?, la respuesta es que no sabemos, señaló el ministro alemán del Exterior, Guido Westerwelle.

El Grupo de Contacto insistió en la necesidad de que Kadafi renuncie al poder para favorecer una solución a la crisis política, según el texto leído a la prensa por el primer ministro y jefe de la diplomacia de Qatar, jeque Hamad Ben Jasem Ben Jabr Thani.

El CNT es un interlocutor legítimo y representa las aspiraciones del pueblo libio, agrega el comunicado, que satisface así una demanda de la rebelión. Por el momento, sólo Francia, Italia y Qatar han reconocido ese órgano.

El texto enfatiza la necesidad de dar apoyo material a la población bajo control de los rebeldes. El pueblo libio necesita medicamentos y otros medios para resistir, aseguró el jeque Hamad, sin precisar si las armas entran en esa categoría.

El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, indicó ante la prensa que Roma, sede de la segunda reunión del grupo, considera que se puede entregar a la rebelión equipamiento militar no ofensivo.

Otros ministros europeos estaban divididos sobre ese punto. El canciller belga, Steven Vanackere, quien representó en la reunión tanto su país como a Holanda en Doha, consideró que las resoluciones de la ONU prevén proteger a la población civil, pero no armarla.

Su homólogo francés, Alain Juppé, descartó ayudar a los rebeldes libios a armarse. Según él, lo que se quiere hacer es ayudarlos a financiarse y reforzarse, pero no se ha hablado de entregar armas.

En la apertura de la reunión, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió unidad a la comunidad internacional, para evitar un desastre humanitario. Es esencial que hablemos con una sola voz, dijo, y añadió que cerca de 3.6 millones de personas podrían necesitar ayuda internacional.

Con la intervención bélica en su cuarta semana, la OTAN, al frente de las operaciones aliadas desde el 31 de marzo, teme que el conflicto se empantane, dado el equilibrio de fuerzas entre los rebeldes, que mantienen el control de la zona este, y las tropas leales a Kadafi, fuertes en Trípoli, la capital.

Dos grandes socios de esa coalición, Francia y el Reino Unido, han pedido que la OTAN actúe con mayor contundencia. Existe una creciente frustración en París y Londres en vista de que los ataques aéreos no han logrado equilibrar la situación en favor de los rebeldes ni han puesto fin a los devastadores bombardeos contra la asediada ciudad de Misurata.

Los aviones de la OTAN están quedándose sin blancos que puedan ser atacados sin poner en peligro las vidas de civiles, según los expertos.

Algunos sostienen que Estados Unidos podría ayudar a inclinar la balanza con armas especiales como los aviones antitanque A-10 y helicópteros artillados capaces de realizar ataques precisos, pero Washington no quiere involucrarse más en la guerra.

Queremos más bombardeos aéreos contra los tanques y los lugares desde donde se disparan los misiles del ejército fiel al coronel, declaró Alí Isaui, responsable de relaciones exteriores del CNT. Estar armados no es nuestra prioridad, agregó. El liderazgo militar de los insurgentes ha dicho que, en todo caso, necesitan armamento pesado, pero no tienen a nadie con el entrenamiento necesario para usarlo.

En tanto, los rebeldes recuperaron la ciudad de Ajdabiya, cruce estratégico que fue escenario de combates en los últimos días. Las tropas fieles a Kadafi mantienen la presión con disparos de artillería esporádicos.

En Trípoli se escucharon dos fuertes explosiones, de origen desconocido por el momento, indicaron medios de prensa. Con anterioridad, Jana, la agencia oficial libia, indicó que las fuerzas de la OTAN efectuaron este miércoles ataques en Al Aziziya , así como en Sirte, la ciudad natal de Kadafi, a 600 kilómetros de Trípoli.

Siguen combates en Misurata

Los rebeldes reportaron más enfrentamientos en Misurata, su único bastión en el oeste de Libia, y dijeron que estaban logrando avances contra las fuerzas que asedian la ciudad, haciéndolas retroceder 10 kilómetros. No fue posible verificar la afirmación.

El Programa Mundial de Alimentos afirmó que Libia enfrenta una crisis humanitaria, y el secretario general de la ONU dijo en la reunión de Doha que 3.6 millones de personas, o más de la mitad de la población, podrían necesitar asistencia.

Por último, los países del BRICS rechazaron el miércoles el uso de la fuerza en Medio Oriente y el norte de África, e instaron al diálogo y a la no intervención, de acuerdo con el borrador de una declaración visto por Reuters.