Opinión
Ver día anteriorJueves 14 de abril de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

México mágico vs. realidad

Empleo en la década panista

Faraones en Reforma 135

E

n el México mágico que machaconamente se pregona desde el micrófono oficial, es común escuchar los autoelogios gubernamentales por logros inexistentes. Entre los más recurrentes se cuentan los relativos al empleo: cifras históricas, promesa cumplida, el mayor número de plazas generadas desde el paleolítico, todas con nombre y apellido, los mejores indicadores laborales de tanto más cuanto, ya superamos lo perdido en la crisis externa, etcétera, etcétera.

Dirán misa, pero el permanente deterioro en el ámbito laboral es inocultable. Por ello vale preguntar: en este renglón, ¿cuál es el balance concreto de la década de grandes logros panistas? ¿Van de la mano realidad y discurso del autoelogio? El siempre bien documentado Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM pone el dedo en la llaga en su más reciente análisis sobre la realidad nacional (Empleo-desempleo en México, 2000-2010), el cual adelantó a este espacio, y del que se toman los siguientes elementos.

Más de la mitad de la población nacional se encuentra en edad de trabajar, lo que coloca a México como un país con un importante potencial productivo que no es aprovechado al ciento por ciento, pues un alto porcentaje de la población en edad productiva no encuentra ocupación. Nos referimos a los desempleados reales, quienes conforman el 27.35 por ciento, mientras las personas que sí han encontrado ocupación en el sector formal de la economía conforman 53.47 por ciento de la población en edad de trabajar. En sólo diez años (la década de los logros panistas), la población en edad de trabajar se incrementó en 12 millones 173 mil 511 personas, que son los empleos que actualmente demandan los mexicanos. En ese periodo sólo un millón 960 mil trabajadores obtuvieron empleo formal (permanentes y eventuales, incluidos los del campo). En sentido contrario, los desempleados reales en suman un total de 3 millones 329 mil 240 personas, igual a 27.35 por ciento de la población en edad de trabajar.

El CAM explica que, con base en las cifras que el Inegi, existe un número considerable y creciente de personas que encuentran ocupación en el sector formal de la economía, hasta sumar 12.45 millones 2010, es decir, un incremento superior a 2.1 millones de personas en 10 años, los panistas (en el sexenio de Fox un millón 76 mil personas; en cuatro años de Calderón, un millón 40 mil). Los dos gobiernos blanquiazules lejos de disminuir el déficit de empleo formal lo ha incrementado 12.69 por ciento en promedio cada año a partir del inicio de la supuesta alternancia.

La tasa de crecimiento de la ocupación en el sector formal de la economía, según la estadística oficial, fue de 13.03 por ciento en el periodo 2006-2007, misma que se elevó a 17.14 por ciento en octubre de 2010, lo que significa un incremento de 4.11 puntos porcentuales en sólo tres años. En sector informal, en el periodo 2006-2007 registraba un incremento de 12.38 por ciento, y para el primero de octubre de 2010 el crecimiento de la ocupación en dicho sector era de 21.3 por ciento, un incremento cercano a 9 puntos porcentuales en tres años, o dicho de otra forma, la economía informal creció dos veces más que la formal, lo que significa que el sector informal de la economía sigue siendo la alternativa inmediata de las personas que no encuentran un empleo formal o pierden el que tenían.

Para el tercer trimestre de 2010 el empleo informal representó 54.59 por ciento de la población ocupada total, mientras que al comienzo del calderonato significó el 54.06 por ciento, un incremento aparentemente insignificante, pero que en cifras brutas representa un millón 118 mil 863 de empleos informales más que hace cuatro años. En cuanto a los empleos formales, pasaron de 45.94 en 2006 a 45.41 por ciento en 2010, lo que significa que ahora representan una proporción menor frente a los empleos informales. Dicho de otra forma, el empleo informal creció 2.17 veces más que el empleo formal en el último cuatrienio.

En cuanto al número y tipo de empleos generados en el periodo transcurrido desde que Calderón se instaló en Los Pinos (hasta diciembre de 2010), el número de empleados dados de alta en el IMSS ha seguido una tendencia alcista, un incremento en valores absolutos de un millón 60 mil 291 trabajadores, lo que equivale a un crecimiento de 7.75 por ciento en cuatro años. Sin embargo, esta aparente tendencia de recuperación de empleos no es del todo cierta, ya que la mayor parte de los empleos generados en dicho periodo corresponden a plazas de carácter temporal, es decir, que se vuelven a perder a corto plazo. La tasa de crecimiento de los empleos eventuales en los últimos cuatro años es de 26.22 por ciento, mientras que la de los empleos permanentes es de sólo 5.44 por ciento. Dicho de otra manera, los empleos eventuales han crecido a una tasa cinco veces mayor que los permanentes, lo que nos indica que los empleos que en el país se generan son, por decirlo de alguna forma, desechables.

El comportamiento de la tasa de crecimiento de los empleos eventuales y permanentes registrados en el IMSS de diciembre de 2000 a igual mes de 2010, en donde claramente se observa el predominio de los empleos eventuales sobre los permanentes, no garantiza la recuperación duradera y a corto plazo de los empleos perdidos en el periodo más agudo de la crisis económica actual sino, por el contrario, solamente evidencia la fragilidad de las bases sobre las cuales se erige la economía nacional y descalifica las apresuradas afirmaciones del inicio de la recuperación económica de México, mencionada en distintas oportunidades por funcionarios del gobierno federal. El CAM puntualiza que el diseño de las políticas públicas de los dos gobiernos panistas acumula diez años de no favorecer la generación de empleos ni la calidad de los mismos, lo que se ha visto reflejado en un incremento de la cifra de desempleados así como en la precariedad de los empleos generados en dicho periodo.

Las rebanadas del pastel

Por fin, los dispendiosos senadores de la República inauguraron su faraónica, insultante sede en Paseo de la Reforma, la cual no es el nuevo recinto de la democracia, sino una cachetada adicional en el rostro de los depauperados habitantes de este país. Los 2 mil 563 millones de pesos que oficialmente costó construir el palacio, equivalen al salario mínimo mensual de casi un millón y medio de mexicanos, ingreso que, en el mejor de los casos, apenas si los mantiene vivos. Qué cara más dura.