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Si mandamos a los nuestros allá abajo, no deberíamos hacerlo con una mano atada, sostienen

Analizan legisladores de EU amenaza de Estado fallido en México y envío de tropas

Estudian pedir fondos para Ecuador, Bolivia y Venezuela, por intereses estratégicos

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Legisladores de EU manifiestan preocupación por la violencia en México. La imagen es en Escobedo, Monterrey, donde una mujer murió al quedar atrapada en medio de un tiroteo entre policías y delincuentesFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 14 de abril de 2011, p. 9

Nueva York, 13 de abril. Una vez más los términos de Estado fallido, guerra y hasta la posibilidad de enviar tropas estadunidenses fueron aplicados por legisladores en Washington a la situación en México, junto con otros problemas en el hemisferio, como Venezuela, Cuba y países de la Alba que suelen estar en la lista de amenazas identificadas por el gobierno estadunidense.

Hoy fue en una audiencia ante el Subcomité de Asuntos Hemisféricos del Comité de Asuntos Exteriores de la cámara baja, donde el secretario adjunto de Estado para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, resumió las prioridades y estrategias del gobierno de Barack Obama en América Latina, enfatizando que casi la mitad de los fondos solicitados son para seguridad ciudadana en la región, sobre todo en México, Colombia y Centroamérica.

Interrogado del porqué también se solicitaban fondos para países con gobiernos antiestadunidenses, como Venezuela, Ecuador y Bolivia, Valenzuela respondió que es porque Estados Unidos tiene intereses estratégicos fundamentales en la región.

Aunque los representantes de este subcomité no tienen el poder para financiar ni implementar o definir la política oficial estadunidense, sí pueden influir en condicionar estas políticas. Y es un foro donde se revelan posiciones políticas en torno al hemisferio.

Connie Mack, presidente del subcomité, inició hoy la sesión resumiendo sus inquietudes sobre la política de Obama en la región, entre ellas la demora en promover los acuerdos de libre comercio con Colombia; acciones para contrarrestar la influencia de Hugo Chávez; lo que él consideró una insuficiente acción de la Casa Blanca ante el enjuiciamiento del contratista estadunidense Alan Gross, en Cuba, y en torno a México, “donde estadunidenses son asesinados y los cárteles de la droga atacan a agentes de la Patrulla Fronteriza”.

Mack criticó la lentitud de la asistencia estadunidense a México. Mientras la amenaza de un Estado fallido se asoma a lo largo de nuestra frontera sur con México, la Iniciativa Mérida ha sufrido extensas demoras a lo largo de toda la primera fase del programa, declaró.

El representante republicano Michael McCaul, de Texas, expresó su preocupación porque aún no hay una estrategia integral estadunidense para ayudar a México en una fase pos Mérida en su guerra contra los cárteles. Sugirió que se deberían emplear las lecciones aprendidas por Washington en Colombia para aplicarlas en México. Esto, dijo, es cada vez más urgente, ya que en esa guerra el plan Mérida no se ha implementando como debiera; no está funcionando y estamos perdiendo.

Por ahora, agregó McCaul, hay un presidente en México que quiere trabajar con nosotros y no sé en qué resultará la próxima elección, si tendremos la misma ventana de oportunidad. El tiempo como que se está acabando. Por ello, dijo, tal vez es hora de pensar en una nueva estrategia para enfrentar una crisis en nuestra puerta. Sugirió que “tal vez estamos llegando al punto donde la idea de inteligencia conjunta, de un tipo de operación militar conjunta, será necesaria.

Ahora, sé que los temas de soberanía son grandes y entiendo los obstáculos que ustedes tienen en el Departamento de Estado para convencerlos (a los mexicanos) de que eso es lo mejor. Pero si estamos enviando a los nuestros allá abajo, lo deberíamos hacer sin tener una mano atada a la espalda.

Valenzuela respondió reiterando la estrategia actual, pero indicó que hay mayor cooperación regional, y que por supuesto no sólo se usa la experiencia de Colombia, sino que la nación sudamericana participa ya en la región, incluso en la capacitación de policías en México.

Los legisladores también expresaron su preocupación en enfrentar regímenes antiestadunidenses en la región. Mack indicó que las naciones de la Alba, encabezadas por Venezuela, necesitan entender que sus acciones tienen consecuencias. Gobiernos que basan su éxito en construir odio hacia Estados Unidos de ninguna manera deberían recibir asistencia de la administración estadunidense, y sugirió eliminar la ayuda a Venezuela, Ecuador y Bolivia.

Mack le preguntó a Valenzuela por la justificación para continuar con esa asistencia, y el secretario adjunto le respondió: tenemos intereses estratégicos fundamentales en el hemisferio occidental, que necesitamos promover.

Valenzuela señaló que recientemente, en el caso de Ecuador, el gobierno de Obama respondió a la expulsión de la embajadora estadunidense por Quito con una acción recíproca y ahora evalúa toda la cooperación con Ecuador.

Indicó que podrían haber algunas áreas donde puede estar en nuestro interés, por ejemplo, manejar el apoyo de ciertos sectores de la sociedad ecuatoriana donde podríamos tener algún beneficio al tener contactos con ellos.

Sobre Venezuela, Valenzuela dijo que estaba de acuerdo con los legisladores, no sólo por las acciones del gobierno de Chávez para minar instituciones democráticas dentro del país, sino también por las relaciones exteriores de Caracas con Irán.

Insistió en que, como en el caso de Cuba, Estados Unidos mantiene programas para promover la democracia y fortalecer la sociedad civil. Algunos representantes se quejaron de que la asistencia para esas actividades dentro de Cuba está estancada, pero Valenzuela les aseguró que no. Interrogado sobre el asunto, el funcionario afirmó tajante que no hay ninguna consideración de retirar a Cuba de la lista de patrocinadores estatales de terrorismo, ni tampoco como parte de una negociación a cambio de la liberación del contratista Gross.

El gobierno de Obama está solicitando un total de 1.98 mil millones para asistencia internacional a América Latina y el Caribe; de ese monto 48 por ciento estaría asignado al rubro de seguridad ciudadana.