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El comisionado de la PF, Luis Cárdenas Palomino, ofrece una nueva versión del crimen

Secuestradas cerca del bar Obsession, las siete personas asesinadas en Morelos

Integrantes del cártel del Pacífico Sur, quienes interceptaron a Juan Francisco Sicilia y acompañantes, dice

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Marcha contra la violencia, realizada el pasado 6 de abril en CuernavacaFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de mayo de 2011, p. 7

El 27 de marzo de 2010, al filo de las 10 de la noche, Juan Francisco Sicilia –hijo del escritor y poeta Javier Sicilia– y seis personas más fueron privados de su libertad en las inmediaciones del bar Obsession, en Cuernavaca, Morelos, por integrantes del cártel del Pacífico Sur que se identificaron como policías, reveló Luis Cárdenas Palomino, comisario en jefe de la División de Despliegue Regional de la Policía Federal (PF).

Según las investigaciones de la corporación, las siete víctimas viajaban a bordo de dos vehículos cuando un grupo de aproximadamente seis personas vestidas de negro los detuvieron y los trasladaron a una casa de seguridad en el fraccionamiento Villas del Descanso, en el municipio conurbado de Jiutepec, donde fueron asesinados, indicó el funcionario.

Los indicios que ha obtenido la Policía Federal refieren que posiblemente 10 días antes de que los siete fueran asesinados, los hermanos Julio César y Luis Antonio Romero Jaimes discutieron o pelearon con integrantes del cártel del Pacífico Sur (CPS) –algo que aquellos no sabían– fuera del bar El Remedio. Aparentemente dijeron a sus padres y a un tío –ex militar que formaba parte de una compañía de seguridad privada– que se había tratado de un robo, dijo Cárdenas Palomino.

El jefe policiaco indicó que de acuerdo con la información recabada de las declaraciones de tres detenidos, lo dicho por Rodrigo Elizalde Mora, El Chemis, en el sentido de que las siete víctimas fueron privadas de su libertad en el bar Krudelia es falso y que tal vez creó su versión en momentos en que era torturado por integrantes del cártel del Golfo para que ya no lo siguieran lastimando, y los datos que repitió ante los militares que lo detuvieron fueron los que le obligaron a decir quienes lo golpearon.

Cárdenas Palomino consideró que las declaraciones de El Chemis metieron mucho ruido y confundieron sobre lo que ocurrió con las siete personas.

Sin embargo, dijo que la detención de César Arturo Galindo Pérez, El Guasón, y de Jesús Cárdenas Pérez, El Manos, permitió conocer otros detalles de lo que ocurrió con Juan Francisco Sicilia, María del Socorro Estrada Hernández, Jaime Gabriel Alejo Cadena, Álvaro Jaimes Avelar, los hermanos Julio César y Luis Antonio Romero Jaimes y Jesús Chávez Vázquez.

El 27 de marzo los siete se encontraron en el restaurante La Rana Cruda, y de allí salieron presumiblemente para ir a otro sitio a divertirse; cuando circulaban en las inmediaciones del bar Obsession, un grupo de hombres armados los detuvieron, los bajaron de los vehículos en los que iban, sin que presentaran resistencia, y fueron inmovilizados.

De acuerdo con las investigaciones de la Policía Federal, La Rana Cruda se encuentra a unos 15 kilómetros del bar Obsession, y luego de haber sido privados de su libertad fueron conducidos a la casa de seguridad que se localiza en Jiutepec.

Para Cárdenas Palomino, el asesinato de las siete personas ocurrió esa misma noche y no dejaron ir a nadie porque les daba lo mismo privar de la vida a uno que a todos, porque están muy descompuestos. El funcionario también estimó que los asfixiaron para no llamar la atención con disparos.

Tras su captura, El Manos manifestó haber tomado parte en el homicidio por órdenes de Julio de Jesús Radilla Hernández, El Negro, jefe de esa célula del CPS en Morelos; también participaron César Arturo Galindo Pérez, El Guasón, y José Luis Luquín Delgado, El Jabón; este último tiene parentesco con elementos de la policía morelense.