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Informe realizado en 20 secundarias generales, técnicas y telesecundarias en 5 entidades

Injerencia del SNTE en favor de maestros en falta socava autoridad del director: INEE

El instituto pide atender esa intromisión, pues la función directiva es clave del éxito académico

 
Periódico La Jornada
Martes 10 de mayo de 2011, p. 41

La falta de materiales indispensables y de infraestructura en secundarias del país ha arrojado a los directores a establecer relaciones públicas con los partidos y con la iniciativa privada para subsanar dichas carencias, alerta un estudio del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en el que sostiene que es urgente atender la injerencia del sindicato magisterial –encabezado por Elba Esther Gordillo– que socava la autoridad de los directivos e interviene en favor de los maestros que incurren en faltas.

En La función directiva en secundarias públicas. Matices de una tarea compleja, el INEE advierte además que en estas escuelas hay cuatro estilos de dirección: una es la invisible, donde los titulares de ese cargo realizan un ejercicio pusilánime y se desentienden de sus funciones.

Los directores invisibles se desarrollan en escuelas de contextos desfavorecidos, donde sus estudiantes también tienen resultados académicos bajos, apunta.

Este tipo de directivos ejercen el puesto sin liderazgo pedagógico, tienen una gestión débil y centrada en la administración, distribuyen las responsabilidades para desentenderse de sus responsabilidades, evaden la autoevaluación, carecen de reconocimiento y realizan un ejercicio de la dirección con poco carácter.

En contraste, los directores profesionales están presentes tanto en los planteles de nivel socioeconómico bajo como alto y los resultados de sus alumnos son elevados.

El informe, cuya investigación se realizó en 20 secundarias generales, técnicas y telesecundarias en distintos escenarios socioeconómicos en cinco entidades, apunta que la acción directiva en México se realiza en condiciones adversas. Una se refiere a las limitaciones que enfrenta el director para ejercer su autoridad.

“Por ejemplo, cuando era necesaria la remoción del personal que no cumplía, para solicitar el remplazo o aplicar sanciones laborales (como levantar actas administrativas o solicitar descuentos), en estas decisiones intervenía el sindicato en favor de los docentes que habían incurrido en falta.

Este rasgo tan particular del sistema educativo fue un elemento que afectaba la imagen de autoridad de los directores; sólo quienes tenían visión; es decir, capacidad de gestión para hacer alianzas con los representantes sindicales, podían limitar el poder del sindicato. Sin embargo, la autoridad del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) compite con la del director.

La condición recurrente que afecta el desempeño del director consiste en la carencia de recursos materiales, tanto de infraestructura como de equipamiento, situación más evidente en las escuelas pobres y que exige al titular de la dirección dedicar gran parte de su tiempo a realizar negociaciones. Para hacer frente a estas necesidades, los directores hacen uso de las relaciones públicas con los partidos, personal de gobierno y con la iniciativa privada. Estos jefes de escuela son caracterizados por los investigadores como los pedigüeños y negociadores.

Otros aspectos que impactan negativamente son la falta de apoyo institucional, esto es, de la Secretaría de Educación Pública, la carencia de personal para desarrollar las actividades educativas y atender los distintos ámbitos de la escuela. A ello, se suma la pérdida de tiempo por la carga administrativa en detrimento de la mejora educativa, la cultura de hacer el menor esfuerzo, así como la falta de trabajo en equipo.

Esto, pese a que el ejercicio de la función directiva se considera pieza clave para el éxito académico de los alumnos y para la transformación escolar.