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Calderón: ganando votos, besando bebés
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egún el Inegi, somos 112 millones de mexicanos. Las proyecciones fueron superadas, al menos, en 3.7 millones.

Además de las cartillas para niños y adolescentes –con vacunación y acciones de prevención-control de enfermedades: obesidad, diabetes e hipertensión–, la década de la salud de Fox y Calderón operó desde la Ssa el incoherente Seguro Popular y su modalidad petit: el Seguro Médico para una Nueva Generación.

Al igual que el Seguro Popular (Fox-Frenk), el segurito de Calderón-Córdova naufragó pronto.

Para 2009 su desempeño fue evaluado como poco adecuado porque carece de mecanismos sistematizados para el seguimiento de los beneficiarios y no hay una cuantificación de la población potencial, objetivo y atendida. Además los resultados registrados –en cuanto al comportamiento de los indicadores estratégicos– son limitados. Los de gestión tienen limitaciones para medir su avance. Tampoco hay evaluaciones externas que midan el impacto esperado respecto a sus fines y propósitos establecidos.

¿Y qué sobre la mejora en el estado de salud de los infantes? Es claro que los niños que padecen cáncer tienen altas posibilidades de sobrevivir con el tratamiento adecuado. El Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia documenta que anualmente se diagnostican 6 mil nuevos casos. Pero el Seguro Popular apenas atendió a mil 600 durante 2009. Así que hasta 63 por ciento de los hogares afiliados al segurito de Calderón siguen gastando en establecimientos privados por su atención médica (3 mil 320 pesos anuales).

Sin embargo, el programita dispuso de 2 millones 641 mil pesos anuales (2008-09) para las 128 intervenciones contempladas en el Catálogo Universal de Servicios Esenciales 2010, con la exclusiva meta de afiliar a 100 por ciento de las familias que tengan un recién nacido a partir del 1º de diciembre de 2006 y que lo soliciten. La población afiliada en 2007 sumó 819 mil 410 niños; un millón 852 mil 891en 2008 y 2 millones 958 mil 973 en 2009.

Una segunda evaluación no mejoró mucho el perfil del segurito. Ella puntualizó que no se menciona el atributo de calidad, y la falta de estrategias de medición impide establecer los estándares bajo los cuales es posible lograr los beneficios esperados. Además de que sus beneficios son adicionales a los que proveen los programas de salud pública y vacunación universal, el Seguro Popular y Oportunidades. Frente a sus restrictivas 128 intervenciones, concluyó que sería conveniente reconsiderar la inclusión de todos los menores de cinco años, además del componente de salud reproductiva.

¡Aunque a Calderón vaya que si le sirve electoreramente! A pesar de que el más fiel de los calderonistas: Salomón Chertorivsky –cuarto comisionado de Protección Social en Salud– tuviera también que reconocer que a tres años de su entrada la cobertura para niños y embarazadas aún tiene deficiencias. Por ejemplo, se constató un inadecuado seguimiento de embarazos y cuidado de enfermedades entre los niños.

¿Deficiencias? Más bien las mismas fallas estructurales de diseño del programa que mal replica: el Seguro Popular de Frenk.

Según Chertorivsky, para 2010 apenas la mitad de los médicos que atienden a los infantes tienen alguna especialidad y, de éstos, la mitad son pediatras. Hasta 41 por ciento no siempre utilizan los protocolos de atención. Además, en los centros de salud existen limitaciones importantes en la capacidad de respuesta, lo cual influye en la sobredemanda de atención (hospitales de segundo y tercer niveles). En una tercera parte de las unidades de cuidados intensivos neonatales (hospitales de especialidad) no hay residentes en rotación.

La principal estrategia federal para prevenir malformaciones congénitas ha sido la promoción del ácido fólico, pero sólo 25 por ciento de las mujeres lo consumen de forma adecuada. Mientras 87 por ciento de las embarazadas toman hierro (para evitar anemias), sólo 70 por ciento lo hacen en forma apropiada.

Hay que agregar que, a pesar de ser obligatorio, el tamiz neonatal difícilmente alcanza el 70 por ciento de nacimientos. Por cobertura, número de enfermedades y tratamiento, México ocupa el quinto lugar latinoamericano, después de Cuba, Chile, Costa Rica y Uruguay.

Aunque no se puede alterar la información genética, se puede prevenir el daño. La Ssa apenas revisa un borrador de norma oficial para que aumente de una (hipotiroidismo congénito) a cinco el número de enfermedades obligatoriamente detectadas, cuando en Estados Unidos y China se diagnostican hasta 30.

Los hallazgos del tamiz permitirían incorporar la detección de hiperplasia suprarrenal congénita, fenilcetonuria, galactosemia, deficiencia de biotinidasa y de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa al restrictivo CAUSES del segurito de Calderón.

Pero con todo y que anualmente 600 mil infantes –más de la cuarta parte de todos los nacidos– presentan uno o varios defectos al nacimiento responsables de 60 por ciento de las muertes registradas, para el doctor Córdova no existe un dato exacto de cuántas personas viven con esta condición, aunque ya se creó un registro hospitalario de defectos al nacimiento para poder contar con información.

Muy poco después Chertorivsky se declaraba convencido de que el Seguro Popular establecerá estándares de protección social en salud que el Banco Mundial podrá impulsar a otras naciones mientras recibía un préstamo por mil 250 millones de dólares para ampliar la cobertura y mejorar la eficiencia del Seguro Popular, así como apoyar el cumplimiento de la meta de lograr la cobertura universal de servicios de salud para 2012.

En suma: ganando votos, besando bebés.

*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco