París, 25 de mayo. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, aseveró que mantendrá su candidatura a la dirección general del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque sea enjuiciada por presunto abuso de poder.

Si la investigación va más lejos mantendré mi candidatura, declaró Lagarde, y aseguró tener la conciencia limpia, en la rueda de prensa en la que anunció oficialmente su candidatura a la dirección general del organismo multilateral, en remplazo del francés Dominique Strauss-Kahn.

La ministra se lanzó por la contienda un día después de que los países en desarrollo, entre ellos México y los integrantes del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) pidieron terminar con la obsoleta tradición de que el organismo esté en manos europeas.

También lo hizo en vísperas de la cumbre en Francia del grupo de las ocho economías más industrializadas del mundo (G-8) y tras asegurarse el respaldo de los 27 países de la Unión Europea y, según diplomáticos galos, también de China y Estados Unidos.

El nombramiento del nuevo jefe del FMI será discutido entre bastidores en la cumbre del G-8 el jueves y viernes en Deauville, Francia.

Tras la postulación de Lagarde, el secretario del Tesoro estadunidense, Timothy Geithner, afirmó que apoyará al candidato que consiga el mayor consenso. Sobre Lagarde y el mexicano Agustín Carstens, Geithner refirió: son candidatos creíbles para liderar el FMI.

Christine Lagarde tiene competencias excepcionales y combina de manera excelente el conocimiento de la economía y las finanzas, y lo mismo sucede con Agustín Carstens, agregó. Dijo que no ve ningún problema en que Europa siga encabezando el FMI.

Por su parte, el secretario mexicano de Hacienda, Ernesto Cordero, declaró en París, tras reunirse con Lagarde, que México apoya la candidatura de Agustín Carstens, pero también reconoce que la ministra de Finanzas de Francia tiene méritos suficientes para dirigir el FMI. Carstens cuenta con experiencia en el FMI, donde fue subdirector gerente entre 2003 y 2006.

El anuncio de la candidatura de Christine Lagarde unió a Europa, pero suscitó comentarios prudentes en otras partes del mundo, incluído Estados Unidos. Diplomáticos europeos dijeron que Washington había preguntado al gobierno francés por un caso legal pendiente en el que la fiscalía recomendó que la ministra de Finanzas fuera investigada por un presunto abuso de autoridad.

Lagarde se encuentra a la espera de conocer el dictamen de una corte francesa sobre si incurrió en abuso de poder en el denominado caso Tapie, por el que el empresario Bernard Tapie, un ex ministro condenado que respaldó al presidente Nicolás Sarkozy, recibió 541 millones de dólares del fisco galo. Lagarde, quien aprobó la operación en 2008 y por la cual es investigada judicialmente, aseguró tener la conciencia tranquila, y afirmó que siempre actué en el interés del Estado y en el respeto absoluto de la ley.

El Tribunal de Justicia de la República, una corte especial creada para juzgar a ministros por delitos cometidos por funcionarios, anunció que el 10 de junio decidirá si realiza el proceso penal contra Lagarde. La fecha coincide con el plazo límite de presentación de candidaturas a la dirección del FMI.

Lagarde ha sido criticada además por una presunta inversión irregular en una empresa tecnológica dirigida por el hijo de un presidente de un banco público, que fue nombrado a propuesta suya, acusación que Lagarde rechazó enérgicamente.

La prensa francesa ha observado recientemente que tras el escándalo del ex director francés del FMI, Dominique Strauss-Khan –quien dimitió tras ser inculpado por intento de violación– no sería una buena señal que Lagarde postulara o ingresara al FMI implicada en un proceso judicial. Por otro lado, según la revista Forbes, Lagarde es una de las 20 mujeres más poderosas del mundo, destacaron los medios.

La ministra francesa cuenta con el apoyo de toda Europa, aunque Estados Unidos aún no se ha definido.

Los países del BRICS criticaron la prisa de los europeos por conservar el liderazgo del FMI y reclamaron un proceso transparente, pero esas naciones no tienen un candidato común, lo que despejaría el camino a Lagarde a menos que se la implique en un caso legal en Francia.

El ministro de Hacienda brasileño, Guido Mantega, declinó proclamar su apoyo a la candidatura de Carstens. El presidente chileno, Sebastián Piñera, afirmó que Chile no ha tomado una posición y dijo esperar un diálogo abierto en este proceso, en el que no descarta ninguna opción.