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En la declaración final, ni una palabra sobre el escándalo en el FMI

Apoyan mandatarios del G-8 la revuelta árabe y prometen ayuda

Ofrecen a África asistencia económica a cambio de procesos democráticos

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Barack Obama dialoga a través de un intérprete (centro) con el primer ministro egipcio Essam Sharaf, antes de la fotografía oficial de la cumbreFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de mayo de 2011, p. 20

Deauville, 27 de mayo. Los gobernantes de los países que conforman el selecto Grupo de los Ocho (G-8) emitieron hoy aquí una declaración que da muestras de unidad sobre una variedad de asuntos internacionales –apoyo a la revuelta árabe y promoción del Internet como instrumento económico y político, entre otros–, pero guardaron silencio sobre la controversial sucesión en la dirección del Fondo Monetario Internacional.

Después de dos días de sesiones a puerta cerrada en esta localidad costera del noroeste de Francia, los gobernantes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y Rusia dieron a conocer tres documentos derivados de su reunión anual, uno general, otro sobre la primavera árabe y uno más sobre África.

Acerca de la economía mundial, que desde 2008 padece los efectos de la crisis estadunidense, los mandatarios dijeron haberse comprometidos para seguir su colaboración con los otros 12 países que, al lado del G-8, integran el Grupo de los 20, que este año no sesionaron conjuntamente como en las cumbres del último lustro, sino que tienen programado encontrarse en diciembre próximo.

La novedad de este año fue que el G-8 recibió a los directivos de las principales empresas relacionadas con la red internacional de cómputo, entre ellos Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, al que se le atribuye un papel relevante en la comunicación de grupos opositores en países árabes.

Internet se ha impuesto como el espacio público de nuestra época, como una palanca de desarrollo económico y un instrumento de emancipación política, señalaron los jefes de Estado.

Los gobernantes afirmaron estar dispuestos a dar créditos por millones de dólares a los países árabes y africanos que avancen en las reformas democráticas, empezando con 20 mil millones de dólares para Túnez y Egipto.

Es una ayuda que vuelve a nuestros mercados, dijo a los medios la canciller federal alemana Angela Merkel, al explicar la importancia de los créditos.

A la cumbre del G-8 fueron invitados los presidentes de 10 países africanos, incluido Alassane Ouattara, quien el 11 de mayo logró asumir el poder en Costa de Marfil con la intervención de militares franceses, a causa de la resistencia del antecesor a entregar la presidencia de la república.

El G-8 prometió a los africanos una asociación renovada, esto es, ayuda económica a cambio de la introducción de nuevos procesos democráticos en la región.

La agencia china de noticias Xinhua criticó en un comentario la declaración y advirtió que para quienes se nieguen a plegarse puede haber severas consecuencias, como puede verse en Libia.