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Descartan fricciones entre los organizadores del movimiento

La marcha por la paz aún no decide si aceptaría dialogar con el gobierno
 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de mayo de 2011, p. 14

Las diferencias de criterio en el movimiento encabezado por el poeta Javier Sicilia no han provocado una crisis ni son un impedimento para llegar a acuerdos básicos, y los temas delicados –como negociar o no con el gobierno—van a ser discutidos de forma abierta.

Así lo anunció la vocera de la Marcha por la paz con justicia y dignidad, Elizabeth Flores, quien en entrevista con La Jornada detalló el proceso de debate interno que se ha dado con miras a la firma del pacto ciudadano el próximo 10 de junio en Ciudad Juárez, Chihuahua.

A la caravana se le va a recibir allá independientemente de cualquier disenso que tengamos. La postura que ha causado un poco de desazón es que Sicilia dijo que no iba a pactar con el gobierno hasta que no se retirara el Ejército, y eso lo manejaban los medios como una diferencia, pero no es así, afirmó. Entre los puntos básicos de consenso está que el movimiento seguirá formado por ciudadanos, y que el emplazamiento al gobierno se lanzará en Juárez y no en Cuernavaca. Lo de negociar o no negociar vamos a tocarlo en mesas de discusión abierta, hasta llegar a un acuerdo.

Al margen de dicha polémica, las diversas fracciones del comité organizador ya están funcionando, y ultiman detalles para la ruta de ocho puntos que tocará la caminata, y para el encuentro binacional con organizaciones estadunidenses a realizarse el 11 de junio.

Éste es un momento de esperanza que puede detonar algo más fuerte, y ser el propulsor del cambio que necesitamos en el país a partir de la fortaleza de la ciudadanía unida. Este movimiento puede lograrlo, por eso hay que cuidar el tema del diálogo y los pactos, aseveró la activista.

La gran virtud de la marcha convocada por Javier Sicilia, recordó, es que ha sabido aglutinar puntos de vista muy diferentes, y el principal reto es llegar a acuerdos mínimos sobre la ruta a seguir, para que el enojo ciudadano aterrice en propuestas concretas y no se diluya.

“Hemos visto manifestaciones multitudinarias que dicen ‘ya basta, estamos hartos’, pero no derivaron en la discusión que este movimiento sí está dando. Por eso necesitamos unirnos para elevar una palabra más fuerte sobre las acciones que requiere México”, indicó.