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Richard Stallman, presidente de la Fundación Software Libre, dará plática en el Senado

El software privativo, problema de ética; limita la creatividad informática

Mejorar un programa de uso personal y compartirlo, una de las premisas del movimiento del estaduniense

El hacker es un programador juguetón que quiere demostrar su inteligencia y busca la exploración de lo posible, dice

No critico Facebook, sino el abuso de los datos de los usuarios

Foto
El neoyorquino, durante la entrevistaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de junio de 2011, p. 2

Crear un software libre no fue una necesidad personal; fue la de todos los desarrolladores y cada uno tiene sus motivos, afirma Richard Stallman, quien dio una charla en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo movimiento tiene la premisa de mejorar un programa de uso personal y compartirlo.

“Es un ‘filosofo’ del software libre, luchador por los derechos de los usuarios en Internet, que promueve el espíritu de compartir y se opone a la mercadotecnia del software privativo”, dice un miembro de Hacklab Espora, que organizó la plática de Stallman sobre derecho de autor en la Facultad de Filosofía y Letras de esa casa de estudios.

Richard Stallman (Nueva York, 1953) es programador e iniciador del proyecto GNU, cuyo objetivo fue crear un sistema operativo libre, el cual se baja de Internet. Es presidente de la Fundación de Software Libre, organización sin fines de lucro dedicada a eliminar las restricciones sobre el copiado, redistribución y modificación de los programnas de cómputo. Es un ex hackerindividuo que practica la inteligencia con espíritu juguetón– del laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts devenido activista global.

GNU Linux

Su lucha: en favor del uso libre, la copia, redistribución y modificación de programas que los usuarios pueden ejecutar, copiar, distribuir, cambiar y mejorar bajo licencias públicas (como las del GNU, sistemas basados en el Kernel Linux y que juntos constituyen el popular GNU/Linux) como alternativa del software privativo: programa informático comercial de paga en el que el usuario tiene restricciones para modificarlo o redistribuirlo.

Para proponer las reflexiones en torno a su pugna, Stallman ofrecerá una charla introductoria en el marco del foro Software Libre en México, reflexiones y oportunidades, el cual se llevará a cabo este jueves 2 de junio a partir de las 9 horas en el Auditorio Sebastián Lerdo de Tejada del Senado de la República (Donceles 14, planta baja). En la reunión, organizada por la Comisión de Ciencia y Tecnología de esa cámara, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y Mozilla México, participarán algunos especialistas, así como el presidente de dicha comisión, el senador Francisco Castellón Fonseca.

Doctor honoris causa por universidades como la de Glasgow o la nacional de Salta, Argentina; inventor del editor de texto Emacs; desarrollador de las licencias de software libre de GNU (que se pueden obtener en Internet con ciertos lineamientos), Stallman es reconocido internacionalmete por su promoción del marco ético, político y social del software libre. Miembros de la comunidad hacker lo consideran filósofo, por lo que ahora en distintas instituciones da pláticas sobre su movimiento de software libre y contra las corporaciones que lucran con el derecho de autor. También comentó sobre la reivindicación del concepto de hacker.

En entrevista con La Jornada, el amante de la música y las mariposas afirma que conceptos como libertad, solidaridad y democracia, son esenciales en su revolución informático-ideológica: “caben esos conceptos porque el software libre se desarrolla democráticamente bajo el control de sus usuarios, mientras que el programa privativo, bajo el poder de su dueño; éste funciona como un yugo que somete a los usuarios y los mantiene divididos e impotentes. Hablamos de dictadura, de explotación. En castellano es fácil de comprender porque libre y gratuito son palabras distintas; pero en inglés free es gratuito y libre, por lo que tenemos que enfatizar que en este caso hablamos de que free es libre. El software de este tipo es una cuestión de libertad, no de precio”.

Agrega: Las corporaciones globales presionan a los gobiernos para que hagan una mala aplicación del sistema de derecho de autor en las redes informáticas. Lo que hay que legalizar en cualquier país es la práctica de compartir copias exactas de cualquier obra publicada. Otra sugerencia es que ninguna tienda imponga la compra de una licencia de software con la adquisición de la computadora, consideró Stallman respecto al tema copyright.

Por ello, uno de sus motivos para la creación del software libre fue la defensa del derecho de los usuarios a sus cuatro libertades: “la de ejecutar el programa, estudiar su funcionamiento y adaptarlo a tus necesidades; la de redistribuir copias y ayudar así a tu vecino, y la de mejorar el programa con el fin de publicarlo para el bien de toda la comunidad. Hay normas sobre la distribución de software libre que nos parecen aceptables siempre que no planteen un conflicto con las libertades centrales. Por ejemplo, el copyleft (término inventado por él) es la norma que establece que, al redistribuir el programa, no pueden añadirse restricciones que nieguen a los demás sus libertades. De modo que se puede pagar o no por obtener copias de software libre, pero independientemente de la manera en que se obtengan, siempre se tendrá libertad para copiar, modificar e incluso vender esas copias. Cuando hablamos de software libre es preferible evitar expresiones como regalar o gratis, porque entonces caeremos en el error de interpretarlo como una mera cuestión de precio y no de libertad”.

La solidaridad es esencial en el software libre porque anima a los usuarios a insistir en que es legal compatir el programa con sus amigos, afirma Stallman, detractor de redes sociales como Facebook (No critico la idea de un sistema de red social, sino el abuso de los datos personales de los usuarios).

–Sabemos que las empresas trasnacionales influyen en las políticas de algunos gobiernos. ¿Podrá haber una regulación?

–No tengo dinero como para comprar a gobiernos como el de Nicolás Sarkozy, fiel servidor de las empresas y quien siempre ha tratado de imponer control a Internet. Esos gobiernos, cuando compran licencias de software privativo están apoyando esa injusticia. El software privativo es un problema ético porque evita la libertad de crear informática. Tiene una funcionalidad malévola. Hace falta cambiar las leyes de derecho de autor.

Stallman explica la diferencia entre open source (código abierto) y software libre: son casi la misma categoría. Pero el primero trata sólo cuestiones técnicas de los programas libres, enfocado a los beneficios prácticos; mientras el software libre tiene una ideología que se enfoca a un movimiento ético. Los del código abierto proponen un modelo de desarrollo de programas sólo para beneficios prácticos, no apelan a los valores éticos, no plantean un asunto de justo o injusto. Cuando critican los programas que no son de código abierto (privativos) no los llaman injustos; sólo dicen que probablemente no funcionen bien. Evitan hablar de los derechos humanos, de cuestiones sociales.

Es difícil no cuestionar a una voz autorizada sobre el tema de los hackers. Explica: “Romper la seguridad informática puede ser malo y bueno. Pero ése es sólo un aspecto de las actividades de los hackers. El error de los periodistas, que así los nombraron desde los años 70, fue considerarlos como alguien que sólo rompe las reglas de seguridad informática. No sólo es eso: un hacker es un programador juguetón que quiere demostrar su inteligencia haciendo algo más allá que los demás; esa es una actividad hack. Pero también puede serlo escribir un programa que ejecute acciones con menos instrucciones que otros, ése es otro tipo de hack, o simplemente escribir un programa que haga algo interesante. Claro, siempre y cuando lo haga con espíritu juguetón, con buen espíritu”.

Richard Stallman sabe de lo que habla, pues siendo estudiante de primer año de física en la Universidad de Harvard, fue “contratado como system hacker” por el laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts. “Un system hacker sólo intentaba mejorar el sistema operativo (también libre) del laboratorio. Por ejemplo, desarrollar el sistema operativo GNU fue un buen hacking para mí y eso no tiene nada qué ver con seguridad ni se rompe nada.”

Pero también hay qué decir “que los hacker suelen no tener mucho respeto por las restricciones de la autoridad desde tiempos pasados, cuando había autoridades que solían cerrar la puertas de las oficinas donde estaban las pocas computadoras que existían. Los hackers abrían con ganzúas esas puertas para poder usar la computadora, no para dañar a nadie. Si a las cinco de la tarde dejas por tu trabajo la computadora y no quieres verla más no eres un hacker, pero si siempre estás pensando en volver a la computadora para escribir, ése es el espíritu del hacker: la exploración de lo posible.

Sin embargo, cuando la seguridad informática fue obstáculo, un hacker buscaría cómo romperla sin dañar a nadie. Por ello en 1980, cuando algunos periodistas se dieron cuenta de su existencia sólo tomaron nota de ese aspecto: romper las reglas, que a final de cuentas están hechas para romperse”.

Abunda: “El uso de la palabra es un error y para corregirlo inventé la palabra cracking, que sí tiene que ver con romper la seguridad informática y colapsar sistemas”.