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Economía Moral

Encuesta de Percepciones y Acceso a Satisfactores Básicos (EPASB) / I

Renovada ruta para la medición de la pobreza en el DF

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sta encuesta y sus resultados serán presentados el 13 de junio a las 11 horas en el Club de Periodistas de México (Filomeno Mata 8, Centro). La EPASB constituye la pieza central del Proyecto de Investigación para la Medición Integral de la Pobreza y la Desigualdad en el DF (PIMIPD), que lleva a cabo Evalúa DF (Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del DF) con el apoyo del Instituto de Ciencia y Tecnología, ambos organismos descentralizados del gobierno del DF, bajo mi dirección y con la participación de tiempo completo de Miguel Calderón Chelius. El PIMIPD persigue los siguientes objetivos generales: 1) Elaborar una Canasta Normativa de Satisfactores Necesarios (CNSN) adecuada a nuestro tiempo y a las condiciones del DF, fundada en las percepciones sociales sobre los satisfactores necesarios (distinguiéndolos de los satisfactores deseables y de los no necesarios ni deseables) para cualquier hogar/persona en el DF, los juicios de expertos y las prácticas de consumo observadas. El costo de esta canasta (que se divide en una porción o canasta alimentaria y una no alimentaria) constituirá la línea de pobreza con la cual se medirá el componente de ingresos del Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP), método adoptado por el Evalúa DF que, además de ingresos tiene otros dos componentes: necesidades básicas insatisfechas (NBI) y pobreza de tiempo libre. 2) Incorporar el riesgo de pobreza al MMIP. 3) Medir la pobreza y la población en riesgo de pobreza. 4) Medir la desigualdad, con un enfoque multidimensional. Estos objetivos generales (y los específicos derivados) se traducen en tareas que se estructuran en siete subproyectos: a) EPASB; b) grupos focales sobre percepción de satisfactores necesarios; c) páneles de expertos para sistematizar sus juicios sobre los satisfactores necesarios; d) construcción de una canasta normativa alimentaria (CNA) mediante un grupo de expertos, un panel de expertos y grupos focales. e). estudios de calidad de bienes y servicios y durabilidad de bienes; f) estudio de precios de bienes y tarifas de servicios básicos; g) encuesta de uso del tiempo en el DF. A la fecha, los subproyectos a) y b) están terminados. Los resultados de este último (grupos focales) serán presentados públicamente durante julio de este año. El proyecto d) está muy avanzado: el grupo de expertos terminó su tarea, se realizó el panel de expertos y la propuesta de CNA será confrontada en grupos focales para valorar su aceptabilidad. El proyecto g) está muy cerca de su conclusión: durante marzo de este año se levantó la ENCUTDF (Encuesta de Uso del Tiempo en el DF) y se está preparando la base de datos de la misma. Pronto se podrá presentar públicamente. Los proyectos e) y f) se llevarán a cabo durante la segunda mitad de este año. A principios de 2012 se darán a conocer la nueva versión del MMIP y sus resultados para 2008, 2009 y 2010.

La EPASB no es la primera encuesta de percepciones sobre satisfactores básicos que se levanta en México. En 2000, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en convenio celebrado con la UIA, levantó la Encuesta de Percepciones de la Población Urbana sobre las Normas Mínimas de Satisfacción de las Necesidades Básicas, que yo diseñé, en 18 ciudades del país (incluida la Zona Metropolitana de la Ciudad de Méxco). En 2007, el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) levantó la Encuesta para Determinación de Umbrales Multidimensionales de Pobreza, de cobertura nacional. Ambas captan algunas percepciones sobre lo necesario y no necesario (muchas más la primera). Sin embargo, hay una marcada diferencia entre ellas, ya que la primera capta percepciones sobre rubros asociados tanto a la dimensión de NBI como de ingresos, al igual que la EPASB, mientras que la segunda capta casi sólo rubros asociados a NBI. Pero la diferencia mayor entre las dos encuestas anteriores y la EPASB es que ésta es la única que, tanto en la dimensión de ingresos como en la de NBI, capta tanto la percepción sobre su carácter necesario como la información sobre el acceso del hogar/personas para una gran cantidad de rubros, así como, en su caso, la razón del no acceso (no quiere o no puede). El cuestionario de la EPASB se estructura en cuatro secciones. Tres conforman el módulo del hogar (aplicado al jefe del hogar o al ama de casa): I, características del hogar (vivienda y sus servicios, equipamiento sanitario); II, características de sus integrantes (educación, salud, ocupación, ingresos y prestaciones); III, acceso a satisfactores en el hogar (capta el acceso/no acceso y la causa de este último) en 13 categorías, así como lugar usual de compra en cada una. El módulo individual del cuestionario (aplicado a personas de 15 y más años) capta sus percepciones sobre satisfactores necesarios.

La gráfica ilustra, para percepciones y acceso, algunos rasgos de la EPASB; en ella he elegido algunos rubros de los 15 capítulos. La selección procura captar el carácter innovador y original de la EPASB, así como su enorme y diversificada utilidad, al abordar temáticas inusuales en encuestas de este tipo, profundizando con ello en el conocimiento de las condiciones de vida, la pobreza y la desigualdad. También muestra las brechas entre los rubros que las personas consideran necesarios y su (falta de) acceso a ellos, las cuales podrían llamarse brechas o carencias concientes. En nueve de los 10 rubros incluidos en la gráfica el porcentaje que consideran necesario el bien es mucho más alto que el porcentaje que tiene acceso al mismo. La excepción es el refrigerador. Otro rasgo de los datos de la gráfica es que, otra vez en nueve de 10 casos, la mayoría de la población considera el rubro como necesario: en este caso la excepción es cuidado diurno especializado de los menores. Cuando la mayoría (y aún más cuando la inmensa mayoría) de la población adulta considera un rubro necesario, éste se vuelve, como dirían Mack y Lansley (los precursores de este enfoque), un satisfactor necesario socialmente percibido. Carecer de algo que socialmente es percibido como necesario, añade el sufrimiento subjetivo al objetivo. Consideremos los dos rubros referidos a las parejas e imaginemos una pareja que carece de dormitorio exclusivo y de anticonceptivos, pero quiere tenerlos, y pronostiquemos la calidad de su vida sexual y las probabilidades de hijos no deseados. Algunas hallazgos son sorprendentes, como el que la mayoría considere que el automóvil e Internet son necesarios. En este caso, como en el de todos los rubros en los cuales hay una fuerte distancia entre percepción y acceso, sobre todo cuando la primera indica mayoría y la segunda minoría, se acrecienta la dificultad para decidir si se incluye el rubro o no en la Canasta Normativa de Satisfactores Necesarios (CNSN). Cuando ambas coinciden la decisión parece obvia, como el dormitorio exclusivo para cada pareja. Seguiré analizando la EPASB en próximas entregas.