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Shultz y Volcker: las bajas en México, equivalentes a las estadunidenses en Vietnam y Corea

Se suma Carter a la condena a la guerra de EU contra las drogas

En 1977 dije que debería despenalizarse la posesión de menos de una onza de mariguana; las ideas se desecharon al asumir Ronald Reagan, escribe el ex mandatario en The New York Times

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El ex presidente estadunidense Jimmy Carter intercambia una copia de su más reciente libro, Diarios de la Casa Blanca, con el periodista Ray Suarez, autor a su vez de El voto santo, en la biblioteca John F. Kennedy, el mes pasado en BostonFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 18 de junio de 2011, p. 23

Nueva York, 17 de junio. Con motivo del 40 aniversario de la declaración de la guerra contra las drogas, un ex presidente estadunidense y premio Nobel, y por separado el ex jefe de la banca central de Estados Unidos y uno de los secretarios de Estado más influyentes en la historia moderna del país, coincidieron que la guerra contra las drogas ha fracasado y llamaron por un cambio radical en el paradigma para enfrentar el asunto de los narcóticos ilícitos.

De hecho, dos de ellos señalaron, como ejemplo de los costos alarmantes de esta estrategia, que las bajas en la guerra contra las drogas en México son comparables a las estadunidenses durante la guerra de Vietnam y Corea.

El ex presidente Jimmy Carter se sumó al creciente coro declarando que la guerra contra las drogas es un fracaso, y llamó a emprender un cambio de paradigma, incluidas medidas de despenalización, la experimentación con modelos de regulación legal de las drogas, fin al encarcelamiento masivo de acusados por delitos de droga no violentos y mayor atención al tratamiento de adictos.

En un texto de opinión publicado hoy en The New York Times, Carter endosó el diagnóstico y recomendaciones de la Comisión Global sobre Política de Droga –la cual este mes proclamó que la guerra contra las drogas ha fracasado y que urge un cambio de paradigma al respecto– y con ello se sumó a los ex presidentes (entre los que figura Ernesto Zedillo, de México) y primeros ministros de cinco países, junto con el ex secretario de la ONU Kofi Annan y figuras empresariales y políticas como Richard Branson, Paul Volcker y George Shultz, entre otros, que exhortaron a buscar alternativas.

Se privilegiaron esfuerzos fútiles

Carter señaló que estas recomendaciones son compatibles con lo que él proponía como presidente hace tres décadas: En un mensaje al Congreso en 1977, yo dije que el país debería de despenalizar la posesión de menos de una onza [unos 28 gramos] de mariguana, con un programa completo para tratamiento de adictos. También advertí contra llenar a nuestras prisiones con jóvenes que no representaban una amenaza a la sociedad.

El ex presidente, fundador del Centro Carter, y Premio Nobel de la Paz (2002), señaló que éstas ideas fueron desechadas con la llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca, lo que hizo que se privilegiaran esfuerzos fútiles para controlar la importación de drogas de otros países. Esa estrategia, escribe, implicó un enorme gasto en esfuerzos policiacos y militares en el extranjero y el resultado ha sido una terrible escalada en la violencia relacionada a las drogas, corrupción y graves violaciones de derechos humanos en un número creciente de países de América Latina.

Carter escribió que las políticas antidroga en Estados Unidos son más punitivas y contraproducentes que en otras democracias, y han llevado a una explosión de las poblaciones encarceladas.

Resulta que justo quien fue el secretario de Estado de Ronald Reagan ahora está del mismo lado que Carter en este debate. George Shultz, junto con el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker publicaron un artículo en The Wall Street Journal hace unos días explicando su decisión de sumarse a las recomendaciones de la Comisión Global sobre Política de Drogas: Por 40 años la manera de abordar (el asunto del control de drogas) de nuestra nación fue criminalizar el proceso de producir, transportar, vender y usar drogas, salvo tabaco y alcohol. A nuestro juicio, esta manera de abordarlo no ha funcionado, de igual manera que fracasó nuestro experimento nacional con la prohibición del alcohol.

Agregaron que los costos de esta guerra ahora son astronómicos, pero subrayan que ellos palidecen al compararse con las vidas que se están perdiendo en nuestros barrios y en el mundo. El número de bajas relacionadas con la droga en México son del mismo orden que el número de vidas estadunidenses perdidas en las guerras de Vietnam y Corea.

Afirmaron que el problema empieza con la demanda por drogas y recuerdan que hace 20 años el famoso economista, Milton Friedman, escribió en el Journal que “la ilegalidad crea ganancias obscenas que financian las tácticas asesinas de los capos del narco; la ilegalidad lleva a la corrupción de oficiales de seguridad pública”.

Shultz y Volcker insisten en que no apoyan la simple legalización de toda droga, pero abogamos por un debate abierto y honesto sobre el tema.

El gobierno de Barack Obama respondió a las propuestas de la comisión global refutando sus críticas y descartando el tema de la legalización. El director de comunicaciones de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP), Rafael Lemaitre, declaró que “los esfuerzos del gobierno del presidente Obama para reducir el consumo de drogas no surgen de una cultura o mentalidad de guerra contra las drogas. Por el contrario, parten del reconocimiento de que ese consumo afecta nuestra economía, la salud y la seguridad pública. Lo importante es que los esfuerzos integrales en el control de las drogas están haciendo una gran diferencia. Hoy por hoy, el consumo de drogas en Estados Unidos es la mitad de lo que era hace 30 años, la producción en Colombia se ha reducido en casi dos tercios, y estamos enviando de forma exitosa a miles de consumidores no violentos a centros de tratamiento en lugar de a la cárcel. La drogadicción es una enfermedad que puede ser tratada y prevenida con éxito. Proponer que las drogas estén más disponibles –como sugiere el informe (de la Comisión Global)– haría más difícil mantener a nuestras comunidades sanas y seguras”.

Esta semana, una agrupación nacional de policías, jueces, fiscales y agentes federales, aun algunos ex jefes de policía, que han participado en esta guerra, entregó un informe a la ONDCP disputando estas afirmaciones, denunciaron que se proseguía la misma guerra contra las drogas y exigieron que ya era hora de que el prohibicionismo fuera abandonado dado su fracaso. (Más información: www.leap.cc)