Tras advertir que no existe ruptura ni lucha despótica por el poder, ni tampoco cambio de lógica en los trabajos políticos del país entre Elba Esther Gordillo y el presidente Felipe Calderón, el subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública y yerno de la maestra, Fernando González Sánchez, negó categóricamente haber participado en alguna reunión donde se haya solicitado algo ilegal, en referencia al encuentro en el que, según Miguel Ángel Yunes, la lideresa le pidió al entonces director del Issste 20 millones de pesos mensuales para el Partido Nueva Alianza (Panal).

Retó a que si alguien tiene una denuncia, que la interponga ante los organismos legales o mejor que se quede callado. Los hechos ilícitos se denuncian de inmediato, de lo contrario, nos volvemos cómplices, sostuvo.

González Sánchez dejó en claro que la estabilidad en el país y el logro es producto de un buen ejercicio de la sociedad, pero también de los dirigentes sindicales, sociales y políticos, así como del gobierno.

Manifestó que los funcionarios públicos no deben evadir responsabilidades tensionando las relaciones políticas de los actores y enfatizó que el presidente Calderón ha actuado siempre con apego irrestricto a la ley; incluso, casi podría decir que, comparado con otros presidentes, ha ido mucho más allá del sacrificio personal en muchísimas decisiones que le competen como jefe de Estado.

Después que fue señalado por el ex director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) Miguel Ángel Yunes Linares como uno de los asistentes a la reunión en un hotel de San Diego, California, dijo que tiene la conciencia tranquila: No tengo nada absolutamente de qué avergonzarme, tengo las manos totalmente limpias. Si se violó alguna norma en cualquier dependencia pública, debe aplicarse la ley y los órganos fiscalizadores deben revisar cada cuenta de lo que manejamos los funcionarios públicos. Y todo está ahí.

Entrevistado al término de la ceremonia del décimo aniversario de colaboración entre la Fundación BBVA Bancomer y la SEP en el otorgamiento de becas a niños de sexto de primaria con mejor rendimiento académico en el país, González Sánchez dijo desconocer el arreglo político revelado por la lideresa magisterial con el Ejecutivo a cambio de que ella colocara a sus cuadros en diferentes cargos públicos.

Expresó que el cargo que ocupa es por su trabajo, por lo que sabe y porque soy producto de una invitación del presidente Calderón. Al preguntarle si el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación debe ser auditado, entre otros motivos porque Yunes admitió haber recibido 10 millones de pesos de dicha organización para transferirlos al Panal, respondió que él no puede decir que el sindicato esté involucrado en algo, porque le parecería frívolo, superficial e irresponsable. Aseveró que no conoce ni ha sido testigo de ningún hecho que lo involucre en algo ilegal.

Pero si alguien tiene pruebas contra el sindicato lo debe denunciar ante la autoridad y si es el caso, por supuesto, aplicar los castigos que correspondan a quien resulte responsable.

Recordó que los sindicatos sólo están obligados a rendir cuentas a sus agremiados, y los funcionarios a hacer lo propio ante los órganos fiscalizadores. Por eso, manifestó, está dispuesto a someterse a cualquier revisión sobre su área y a responder cualquier duda sobre su desempeño.

–Se habla de un quinazo en contra de la maestra, ¿qué dice al respecto?

–Yo sólo conozco de la vida institucional, del gobierno y de los sindicatos lo que me corresponde conocer, y no he tenido noticia alguna de ruptura ni de lucha despótica por el poder, ni de cambio de lógica en los trabajos políticos institucionales del país.

–¿No tiene noticia de ruptura entre el gobierno de Calderón y Elba Esther Gordillo?

–Que yo tenga noticia, no. Me parece que debe haber, siempre ha habido, una relación institucional muy fuerte entre los actores políticos y el gobierno.

Dijo que la autoridad debe basarse en pruebas, no en supuestos que además son actos declarativos a destiempo. Vivimos en un país de leyes, no de chismes.

González Sánchez consideró que la educación no se ve afectada por un debate de esta naturaleza y expresó que no tiene ninguna aspiración política.