Economía
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Persisten desacuerdos con republicanos sobre el presupuesto y el débito, reconoce

Obama accedería a cortar el gasto social, incluidos salud y retiro

Seguirán las negociaciones para elevar el tope de la deuda de EU antes del 2 de agosto

Opositores rehúsan subir impuestos a los más ricos, mientras demócratas rechazan recortes

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El presidente Barack Obama se retira tras hablar con la prensa sobre las negociaciones que mantuvo con los republicanos para evitar que Estados Unidos caiga en moratoria de deudaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 8 de julio de 2011, p. 30

Washington, 7 de julio. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dijo dispuesto a cortar el gasto social en diversos programas de gobierno, incluido el sector salud y el sistema de retiro, así como a incrementar impuestos, con miras a lograr un ahorro de 4 billones de dólares en una década y evitar que por primera vez en su historia Estados Unidos incurra en cese de pagos.

Tras reunirse durante 90 minutos con líderes del Congreso para buscar un acuerdo que permita evitar una moratoria, el mandatario reconoció que persisten desacuerdos con los republicanos sobre el presupuesto y la deuda. Existen posiciones muy alejadas sobre un cierto número de temas, reconoció Obama, sin embargo, dijo a los periodistas que el encuentro fue positivo.

Las negociaciones para aumentar el tope de la deuda estadunidense se desarrollan en el marco de la cuenta regresiva hacia el 2 de agosto, fecha en la cual, advierte el Tesoro, la primera economía mundial ya no estará en condiciones de rembolsar sus deudas si el Congreso no aprueba un incremento del límite de endeudamiento federal.

La deuda bruta de Estados Unidos, de 14.3 billones de dólares, alcanzó a mediados de mayo el techo autorizado por el Congreso y se prevé que el déficit presupuestario llegue este año a 1.6 billones.

Obama advirtió el pasado miércoles que tal eventualidad podría crear una nueva espiral hacia una segunda recesión o peor. El Departamento del Tesoro ha advertido que subir el límite de deuda estatal de 14.3 billones de dólares antes del 2 de agosto, podría obligar al país a caer en cesación de pagos de su deuda y de otras obligaciones, lo que llevaría a Estados Unidos de vuelta a la recesión y generaría una estela de crisis a lo largo de los mercados financieros del mundo.

Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, rehúsan dar su voto, a menos que el Ejecutivo acepte drásticos recortes en gastos presupuestales.

Presionado por los republicanos, Obama se dijo dispuesto a reducir gastos y fijó en abril el objetivo de 4 billones de dólares de recortes en un periodo de 12 años. Pero también pretende que los contribuyentes más ricos paguen más impuestos, lo que los republicanos rechazan.

Después de semanas de un diálogo empantanado, Obama volvió a reunirse este jueves con los principales líderes parlamentarios, entre ellos John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes. Antes de ir a la Casa Blanca, Boehner insistió en su negativa de aumentar los impuestos a gente de la cual esperamos que reinviertan (sus capitales) en nuestra economía para ayudar a crear empleos.

Obama sostuvo que los legisladores deben tomar medidas drásticas respecto al presupuesto. El diario Washington Post señaló que el plan del mandatario incluye una reducción significativa en el gasto del Medicare, programa de salud para los ancianos, y otro de seguridad social que incluye los pagos por jubilación.

La medida podría garantizar el apoyo de los opositores republicanos, pero también apunta hacia una posible rebelión entre sus correligionarios del Partido Demócrata, comprometidos en impedir cualquier recorte en los beneficios de salud y jubilación en la batalla por el presupuesto.

La líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, expresó su preocupación sobre que los recortes en los programas populares como la seguridad social y la salud puedan ser parte del trato para una reducción del déficit.

Obama reconoció que las negociaciones serán políticamente dolorosas para todo el mundo. Pero nuestra obligación más importante es hacer lo que es justo para los estadunidenses. Tras el encuentro de este jueves sin alcanzar acuerdos, el mandatario invitó a los congresistas a volver el domingo a la Casa Blanca.

Las posiciones tradicionales de demócratas y republicanos parecen evolucionar, y Obama se declaró decidido a que se apruebe un ambicioso plan para sanear las finanzas del país. Por su parte, algunos republicanos parecen abrirse a la eliminación de nichos fiscales o a aumentar ingresos a través de privatizaciones.

Candidato a la relección en noviembre de 2012, Obama se mueve dentro de márgenes estrechos, entre la necesidad de entenderse con los republicanos y no alejarse de los demócratas mayoritarios en el Senado, en el contexto de una economía que continúa en convalecencia, y con una tasa general de desempleo elevada que llega a 9.1 por ciento.