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La crisis del Imperio Mediático
Me traicionaron, pero soy el responsable, admite Murdoch

Al comparecer ante legisladores, el empresario ofrece disculpas a los afectados por el espionaje telefónico

James, hijo del millonario, culpa a asesores legales que no informaron sobre las prácticas criminales

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Comparecencia de James y Rupert Murdoch ante el Comité de Cultura, Medios y Deporte de la Cámara de los Comunes, ayer en LondresFoto Reuters
The Independent
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de julio de 2011, p. 30

Londres, 19 de julio. De aspecto frágil, a veces titubeante, pero con destellos de la furia y la pasión que lo hacen famoso, Rupert Murdoch compareció este martes ante el Parlamento para disculparse por la intervención de teléfonos del News of the World, otrora el periódico dominical de mayores ventas en Gran Bretaña, en lo que describió como el día más humilde de toda mi carrera.

Al final de la sesión de tres horas, ministros, televidentes, directivos de News Corp e inversionistas lo vimos tener dificultades para encontrar palabras, a su hijo tomándolo del brazo para darle apoyo y vimos cómo su esposa saltó para defenderlo de una agresión física. Como drama familiar, lo tenía todo, incluida una apasionada interpretación del actor principal.

Murdoch trató de defender, explicar y justificar las acciones de una compañía que construyó a lo largo de medio siglo y que enfrenta la mayor crisis de su historia. En el proceso, reveló sus tratos con primeros ministros, editores y sus más importantes lugartenientes, quienes se comprometieron a trabajar sin descanso para hacerse merecedores del perdón de las víctimas de la intervención de teléfonos.

La ministra conservadora, Louise Mensch, preguntó al octogenario si pensaba renunciar. Con trabajos respondió. Dijo que algunos de sus empleados se comportaron de manera vergonzosa, me traicionaron a mí y mi compañía, pero soy responsable de pagar el precio, se negó a la renuncia y afirmó: Soy la persona más indicada para limpiar esto.

Pareció perderse durante el interrogatorio llevado a cabo por Tom Watson, el ministro laborista que más ha hecho por romper el velo de invisibilidad con el que algunos en News International han intentado cubrir el escándalo. Dio cortantes respuestas de una sola palabra y trató de enfatizar sus puntos de vista dando golpes sobre el escritorio frente a él.

Las acciones de News Corp se incrementaron 6 por ciento. Según algunos analistas, fue un repunte positivo provocado por lo que los mercados interpretaron como la respuesta a los últimos momentos del reinado de Rupert sobre el negocio.

Para otros, el Parlamento fracasó en dar un golpe de gracia en la comparecencia.

Mi compañía tiene 52 mil empleados, la he encabezado durante 57 años y he cometido errores, declaró Murdoch. He vivido en muchos países y he dado empleo a miles de periodistas honestos y trabajadores y he tenido en mi propiedad casi 200 periódicos. Quiero que todas las víctimas del espionaje telefónico sepan que lo siento completa y profundamente. Ofrecer disculpas no remedia lo ocurrido. Aún así, quiero que sepan lo mucho que lamento esa horrible invasión en sus vidas.

Durante el intenso y a veces, hostil, interrogatorio de los ministros del Comité de Cultura, Medios y Deporte, Murdoch y su hijo, James, revelaron que News International pagó, y podría estar pagando aún, los gastos legales del encarcelado corresponsal para asuntos de la realeza, Clive Goodman, y las del investigador privado, Glenn Mulcaire. James Murdoch dijo que cuando descubrió esto preguntó a sus ejecutivos: ¿por qué estamos haciendo esto? La respuesta fue que asesores legales lo recomendaron.

Posteriormente, los Murdoch parecieron culpar a la compañía que tienen contratada para sus asuntos legales, bufete Jon Chapman, por no haberles informado detalles sobre prácticas criminales cuyas evidencias estaban en un archivo que dicho bufete conservó durante al menos tres años antes de entregarlo a la policía.

Negaron también que la decisión de cerrar News of the World fuera resultado de un esfuerzo para salvar a la presidenta ejecutiva de la compañía, Rebekah Brooks. Nos sentimos avergonzados por lo que pasó, afirmó Murdoch padre. Destruimos la confianza de nuestros lectores.

Asimismo, los Murdoch defendieron tanto a Brooks como a Les Hinton, director ejecutivo de la compañía cuando ocurrió el espionaje. Le confiaría mi vida, aseguró Rupert Murdoch.

Fue obligado a entrar a Downing Street por la puerta de atrás

Rupert Murdoch reveló que fue obligado a entrar a Downing Street por la puerta de servicio después de las pasadas elecciones porque Cameron, o sus asesores, no querían que el magnate fuera visto entrando al edificio. Sólo hice lo que se me ordenaba, añadió. Esa es la prerrogativa del primer ministro, sus colaboradores o quien quiera que haga esto. Se me pidió como un favor entrar por la puerta de atrás. Se me invitó a pocos días de celebrarse los comicios a tomar el té y para que Cameron me agradeciera el apoyo que le di.

Al preguntársele sobre las relaciones que tendrá con sucesivos primeros ministros, Murdoch respodió: Espero que me dejen solo.

Lamentó que su relación con el ex primer ministro, el laborista Gordon Brown, se haya roto debido a las revelaciones del espionaje. En un momento dado dijo que sus hijos habían jugado juntos y mencionó tener la esperanza de que en el futuro pueda repararse esa amistad.

En cuanto a las acusaciones principales, James Murdoch indicó que como resultado de acciones civiles se volvió evidente que la práctica de intervenir teléfonos fue más allá de las acciones cometidas por Clive Goodman y Glenn Mulcaire, encarcelados por espionaje telefónico en 2007.

Al final de 2010 la presentación de evidencia que no había estado previamente en nuestro poder y que tenía que ver con el litigio civil hizo que el círculo se abriera de manera definitiva, y quedó al descubierto que el círculo era mucho más amplio e incluía a muchos más que a esos dos individuos. El señor Goodman y el señor Mulcaire, aseguró Murdoch hijo.

James agregó que el entonces director de News of the World, Colin Myler, y el abogado en jefe de la compañía, Tom Crone, le aconsejaron llegar a un acuerdo con el ciudadano Gordon Taylor, quien había presentado ante una corte una querella porque su teléfono fue intervenido. El consejo fue que en ausencia de nueva evidencia, esto era simplemente algo relacionado con los eventos que salieron a la luz en 2007 y que ya habían sido objeto de un juicio que determinó que se cometió un crimen. Creímos que esto era un asunto del pasado. La policía había cerrado el caso y no había nueva evidencia.

James Murdoch rechazó la sugerencia de que la compañía había insertado acuerdos de confidencialidad en los acuerdos obtenidos fuera de los tribunales con el fin de comprar el silencio de las víctimas. Esta suposición es falsa, respondió y aseveró que él se enteró que el teléfono de la jovencita asesinada, Milly Dowler, y otras víctimas de crímenes fueron intervenidos cuando lo reportó la prensa a principios de julio pasado. Puedo decirles que fue un sobresalto total. Fue la primera vez que supe del tema, afirmó James Murdoch.

Al ser cuestionados sobre reportes de que periodistas de News International trataron de intervenir teléfonos de víctimas de los atentados del 9/11 en Estados Unidos, Rupert Murdoch aseguró: no tenemos evidencia de ello.

James Murdoch añadió: Esas son acusaciones increíblemente serias y aparecieron muy recientemente. Desconocemos la veracidad de estas acusaciones y estamos aún en proceso de entender qué son exactamente. Sencillamente sería muy sorprendente que alguien asociado con nuestros periódicos tuviera algo como eso. Sé que no hay evidencia.

La ministra conservadora, Therese Coffey, preguntó de quién fue la decisión de cerrar News of the World.

Murdoch padre respondió: Fue resultado de un discusión entre mi hijo, yo, los principales ejecutivos de la empresa y la señora Brooks, una mañana. Luego buscamos el acuerdo de todo el consejo administrativo de News Corporation.

Cuando se le insistió en si se trató de una decisión comercial, el magnate afirmó: Nada más lejos que eso.

Se le preguntó a Murdoch con qué frecuencia se ponía en contacto con los directivos del dominical.

Muy rara vez, afirmó: “De vez en cuando llamaba a News of the World un sábado en la noche y preguntaba: ¿tienen noticias?, pero sólo quería mantenerme en contacto. Al director del Sunday Times sí lo llamo casi todos los sábados”.

Añadió que no le gusta ser percibido como alguien que presiona a sus editores. Me limitaba a preguntar cómo estaba todo, hablábamos de las páginas que hubo que agregar o de futbol.

Murdoch afirmó que tenía que lidiar con una multitud de asuntos todos los días y admitió que perdió de vista a News of the World.

“Quizá perdí de vista News of the World, porque era una parte muy pequeña dentro del esquema general de nuestra compañía”, dijo.

Al preguntársele si está dispuesto a analizar la forma en que sus periódicos presentan las noticias, Rupert Murdoch contestó: estoy seguro que hay encabezados que ocasionalmente pueden ofender, pero no es intencional.

Agregó: esto no demerita nuestras disculpas ni nuestras culpas, pero este país sí se beneficia enormemente de la prensa competitiva, y por lo tanto, de tener una sociedad muy transparente. Esto es, muchas veces, un inconveniente para las personas, pero creo que somos mejores y más fuertes por ello.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca