Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 31 de julio de 2011 Num: 856

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Beirut, cultura y gastronomía

Dos poemas
Joumana Haddad

México y Líbano
Hugo Gutiérrez Vega

Líbano: en busca del equilibrio
Naief Yehya

Líbano, el país de la miel y la leche

Georges Schehadé: poeta y dramaturgo
Rodolfo Alonso

Dos poemas
Georges Schéhadé

Breve elogio de Amin Maalouf
Verónica Murguía

Actualidad de Gibrán Jalil Gibrán
Juan Carreón

Dos poemas
Gibrán Jalil Gibrán

Columnas:
Prosa-ismos
Orlando Ortiz

Paso a Retirarme
Ana García Bergua

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

La Jornada Virtual
Naief Yehya

A Lápiz
Enrique López Aguilar

Artes Visuales
Germaine Gómez Haro

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
Núm. anteriores
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Germaine Gómez Haro

Retrospectiva de Francis Alÿs en Nueva York

En el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York se presenta una gran muestra retrospectiva del artista de origen belga Francis Alÿs (Antwerp,1959), mexicano “por adopción”, quien desde 1986 vive y trabaja en el Centro Histórico de nuestra capital. Alÿs se formó como arquitecto en su país natal y posteriormente en Venecia, y por azares del destino llegó a México para realizar su servicio social en la reconstrucción de viviendas dañadas a raíz del terremoto de 1985. Al poco tiempo dejó la arquitectura para comenzar a desarrollar proyectos artísticos vinculados con la fotografía y el video, medios idóneos para indagar en las profundidades de la cultura urbana mexicana que ha sido su fuente de inspiración permanente. “Tengo adicción por la Ciudad de México”, ha sostenido en repetidas ocasiones y, efectivamente, en su extenso corpus artístico ampliamente expuesto en numerosas salas del moma y además en el psi, la sucursal del museo ubicada en el barrio de Queens, se percibe la pasión y la sensibilidad con las que este prolífico creador ha captado las más diversas facetas del imaginario social y simbólico del corazón de nuestra urbe. Alÿs hace uso de métodos poéticos y alegóricos para abordar cuestiones de índole política, social y antropológica relacionadas con los debates más álgidos de nuestro tiempo, como son los beneficios y perjuicios del progreso tecnológico, el conflicto entre globalización y localismo, la violencia y las guerras, el drama de la migración y las fronteras. Su investigación del microcosmos urbano se ha extendido a otros países de América Latina y Europa, pero México –y en particular, el Centro Histórico– ha sido sin duda la musa predilecta.

En 2006 apareció una espléndida publicación que contiene un prodigioso texto de Carlos Monsiváis acompañando la selección de imágenes del archivo fotográfico de Alÿs, que resulta una importante crónica visual de la vida cotidiana de nuestra ciudad (El Centro Histórico de la Ciudad de México, Editorial Turner). “Mi visión sobre el Centro de la ciudad es una mirada poética, personal, emocional –dijo en entrevista con Rocío Cerón–. Es un retrato de esta vida que yo he pasado en sus calles. […] Si me voy de la ciudad, volveré.” A la manera de flaneur postmoderno, el artista lleva a cabo caminatas rituales por todos los recovecos del laberinto capitalino, en las que el azar es su más fiel cómplice y su aguda mirada de outsider la brújula que lo guía. En sus videos basados en anécdotas relacionadas con este espacio, permean el humor, la ironía y la ambigüedad como ingredientes básicos que sazonan sus historias en las que el absurdo es el protagonista principal. Un ejemplo es la acción titulada Paradox of Praxis 1 (A veces hacer algo no conduce a nada) (1997) en la que el artista empujó un cubo de hielo durante nueve horas por las calles del Centro, hasta que se derritió por completo, en alusión a la futilidad del progreso económico de nuestro país y como una parodia al minimalismo; o la obra titulada Ensayo I (1999-2001) en la que vemos un Volkswagen subir una cuesta empinada en algún sitio de la frontera entre México y Estados Unidos, al ritmo de una banda popular cuyo son marca el acelerador y el freno del automóvil que avanza y retrocede una y otra vez. En estas piezas permea el mito de Sísifo como un símbolo de la carga existencial que pesa sobre nuestro atribulado país.

Dos de mis videos favoritos realizados a gran escala son Cuando la fe mueve montañas (2002), que llevó a cabo en Lima, Perú, mediante una filmación aparentemente desorbitada: el objetivo era mover una duna natural 10 cm de su asentamiento original, para lo cual convocó a quinientos participantes a los cuales proporcionó una pala y los dirigió en la acción de excavar al unísono. En este trabajo se lee entre líneas uno de los muchos axiomas que se filtran en su creación:  “A mayor esfuerzo, menor resultado.” La procesión moderna (2002) fue un proyecto ingenioso, divertido y de gran contenido simbólico que consistió en llevar a cabo una procesión análoga a las de las festividades católicas que el artista descubrió en Tepoztlán, en la que representaciones de las “deidades” del arte moderno (Picasso, Giacometti, Duchamp, entre otros) fueron llevados en hombros por las calles de Nueva York, desde el moma hasta su sede en Queens, encabezados por la artista neoyorquina Kiki Smith sentada en un palanquín a manera de icono del arte contemporáneo.

La exhibición, titulada Una historia del engaño, está integrada por videos, fotografías, pintura, escultura y un vasto material de documentación que incluye dibujos, recortes de periódicos, notas, bocetos y escritos relativos al proceso creativo; material que, a mi parecer, resulta un tanto excesivo. Los videos son la cereza del pastel.