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Uno se encarga ahora de vigilar la mala conducta de los agentes

La ATF asciende a involucrados en la operación Rápido y furioso
 
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de agosto de 2011, p. 16

La Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos estadunidense (ATF, por sus siglas en inglés) promovió a tres supervisores de la operación Rápido y furioso, que permitió el trasiego ilegal de más de tres mil armas a México, según publicó el diario Los Angeles Times.

Fuertemente criticados por impulsar el programa, incluso cuando se hizo evidente que estaba fuera de control, William G. McMahon, ex subdirector de operaciones en el oeste de la ATF, y William D. Newell y David Voth, encargados en Phoenix, ocupan ahora nuevos puestos de gestión en la sede de la agencia en Washington.

En un correo electrónico confidencial enviado a toda la agencia –en poder de LA Times–, Kenneth E. Melson, director interino de la ATF, anunció la promoción de McMahon y otros empleados por las habilidades y destrezas demostradas a lo largo de su carrera.

McMahon fue promovido el domingo a subdirector asistente de la Oficina de Responsabilidad Profesional y Operaciones de Seguridad, la división que investiga la mala conducta de empleados y otros problemas en la ATF.

Newell, quien estuvo a cargo de la oficina de campo de Arizona y Nuevo México, y admitió frente al Congreso su participación en el operativo, fue ascendido el primero de agosto pasado a asistente especial del director adjunto de la oficina de ATF en Washington.

En tanto, Voth fue un supervisor del equipo en el terreno de la operación, y el mes pasado fue trasladado a Washington para convertirse en jefe de la rama de la división de tabaco de la ATF.

El programa Rápido y furioso se desarrolló entre noviembre de 2009 y enero de 2011 con el objetivo de identificar a líderes de cárteles de la droga mexicanos, permitiendo compras ilegales de armas de fuego para luego seguirlas hasta su destino.

Casi 200 de esas armas fueron recuperadas en escenas de crímenes en México, y en diciembre dos semiautomáticas se encontraron junto al cuerpo del agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry, asesinado en Arizona, sin que se haya logrado un solo arresto de capos del narcotráfico en el marco del operativo.