Damasco, 17 de agosto. El presidente Bashar Assad afirmó este miércoles que Siria seguirá resistiendo y llamó a los diferentes sectores de la sociedad a participar en el proceso de reformas en el país, durante una reunión con el comité central del gobernante partido Baaz, mientras las operaciones militares en la ciudades de Latakia, Idleb y Homs dejaron al menos 13 personas muertas, según balance de un grupo opositor en el exilio.

El pueblo sirio pudo conservar el papel de Siria y continuará haciéndolo sea cual sea la magnitud de las presiones, dijo Assad durante el encuentro con el partido Baaz, en el que insistió en que su nación no renunciará a su dignidad ni a su soberanía.

Subrayó la necesidad de hacer participar a los diferentes sectores de la sociedad de su país en el proceso de reformas que, aclaró, fueron introducidas no por petición de la comunidad internacional sino porque los sirios están convencidos de su necesidad, informó la agencia oficial Sana.

Pero las operaciones militares contra la oposición continuaron en Latakia, donde fallecieron dos personas. Más de 700 agentes de seguridad realizaron allanamientos en el barrio Al Raml al Yunubi y detuvieron a varios activistas, afirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, contactado por Afp en su sede de Londres.

Otras nueve personas murieron en la ciudad de Homs y dos más en Idlib, provincia de Deis Ezzor, en tanto que el ejército, que dijo haber dado por concluida la captura de grupos terroristas armados en Latakia, empezó a realizar allanamientos en Damasco, donde se efectuaron manifestaciones contra el régimen, y detuvo a decenas de activistas de la oposición, dijeron testigos a Afp.

Por lo pronto, el próximo lunes se reunirá en sesión extraordinaria el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a pedido de la Unión Europea, Estados Unidos y los países árabes miembros del ente. Más aún, el organismo mundial anunció la salida de todo su personal no esencial de Siria, como medida de seguridad.

En tanto, el jefe del consorcio de armamento estatal ruso Rosoboronexport, Anatoli Issajkin, señaló que continuará suministrando armas a Siria mientras no haya sanciones contra esa nación ni indicaciones del gobierno, a pesar del pedido que hizo Estados Unidos al Kremlin para que detenga sus ventas a Damasco.