Opinión
Ver día anteriorSábado 20 de agosto de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Desfiladero

Adiós al TLC: una salida al Pacífico

Dinero

Entre regular y bueno el desempeño de Ebrard

Un gobierno de izquierda afín a la derecha

Privatizaciones y cargas fiscales

Jaime Avilés
Enrique Galván Ochoa
Los de Abajo

Uruapan se seca

Apuntes postsoviéticos

El comienzo del fin

Gloria Muñoz Ramírez
Juan Pablo Duch
México SA

Blindaje de saliva

Economía a la baja

Petróleo privatizado

Deuda pública y manoseo político
C

on el telón de fondo de los preparativos para negociar el Presupuesto de Egresos de la Federación del año entrante, y en medio de un escenario de virtual activación de las precampañas electorales con miras a los comicios federales, en días recientes se ha desatado un intercambio declarativo entre el gobierno federal y su partido, Acción Nacional, y la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El pasado lunes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio a conocer que la deuda de estados y municipios ha crecido 131 por ciento respecto del primer día del presente sexenio; subrayó casos extremos, como el de Coahuila –cuyo gobierno estatal incrementó su deuda en mil 912 por ciento durante ese periodo–, y tales datos fueron empleados por la dirigencia panista para despotricar en contra del tricolor, que detenta el Ejecutivo estatal en la mayoría de las entidades de la República.

Carlos Fernández-Vega
El Correo Ilustrado

Sobre votación en la UACM

E

strictamente hablando, el resultado de la votación del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), del día jueves 18 de agosto, sólo implica que un grupo mayoritario de consejeros votó por la exoneración de Esther Orozco Orozco. No que la citada Orozco sea inocente de las acusaciones. No que se haya realizado una discusión formal, argumentada y completa de acusaciones y defensa. No que se haya terminado la crisis generada por Orozco. No que ciudadanos responsables e informados estemos conformes con dicho dictamen.

Irrupciones al margen de la ley
Cateos y allanamientos ilegales
Foto
Vivienda del poeta Efraín Bartolomé, luego de ser allanada por agentes mexiquenses, el pasado día 11 Foto Yazmín Ortega Cortés
Miguel Concha
Aunque duela, no se rían
E

n México priva la incertidumbre y duele la falta de proyecto de nación. Las únicas certezas, nada halagüeñas, son una soberanía ausente y un tufo a irracionalidad neofascista. No sabemos qué futuro espera a la cultura y a la democracia, ni cuál será el régimen político-administrativo con que nos gobernaremos, o si la economía crecerá o se hundirá en la debacle de la globalización. Pero para el futuro distante, todas estas incertidumbres son nimias, dolores pasajeros de una sociedad en transición. De hecho, se potencian y vuelven infinitas cuando se las combina con la madre de todas las incertidumbres: la medioambiental. De lo que ocurra con el sistema ecosocial mexicano dependerá nuestro futuro como de ningún otro factor. No es sólo que nuestras formas básicas de vida serán afectadas de manera contundente por el calentamiento global, sino que la locura ecocida mexicana (utilizando el término del filósofo Luis Tamayo) parece no tener fin. Las tasas de deforestación siguen entre las primeras del mundo, la especulación inmobiliaria y la minería a cielo abierto reclaman cada vez más territorio, más de la mitad del suelo mexicano está degradado y los ríos más importantes son un desastre. Cualquiera de los escenarios medioambientales se antoja catastrófico.

La UNAM y la seguridad: una vocación civilizatoria
H

e leído con atención la propuesta que ha publicado la UNAM, titulada Elementos para la construcción de una política de Estado para la seguridad y la justicia en democracia. Se trata de un pronunciamiento de enorme importancia por su contenido pero también porque la institución desde la que se hace la propuesta demuestra que el papel experto y contra-intuitivo de la intelligentzia universitaria resulta fundamental en la solución de uno de los problemas más importantes del país.

Raúl García-Barrios
Luis González Placencia*
Issste: la reforma fracasó, pero también su turbia administración
L

os dos motivos fuertes para justificar la reforma Calderón de 2007: quitar presión a las finanzas públicas y mejorar los servicios –particularmente los médicos– no se cumplieron. La ley Calderón es más cara que la que abrogó. La presión sobre las finanzas públicas creció. Y los servicios no están mejor.

El sujeto impolítico
¿Q

ué pueden tener en común el saqueo masivo de tiendas y comercios en Londres, la destrucción de aparadores y cajeros en Atenas (2010) y el incendio de automóviles que se extendió en Francia hace dos años? Nada que sea evidente, si no es el hecho de que sus protagonistas han sido jóvenes muy jóvenes de una generación que (por lo visto) se niega a ser etiquetada como perdida, y que sus detonadores se remontan a la bala (no tan) deliberada de una provocación policiaca. El cálculo de esa bala que siempre resulta incalculable. Porque un policía nunca sabe con certeza cuando ha confundido la ley con la venganza o el derecho con el crimen, para despertar la ira de un barrio entero que se subleva contra los signos de su orden.

Gustavo Leal F.*
Ilán Semo
Intolerancia religiosa en España
N

unca consideré la posibilidad de ser víctima directa de la violencia religiosa. Viví mi adolescencia en Chile, país laico y republicano, hasta Pinochet, claro está, donde la Iglesia era una institución sin mucho peso en la vida política, aunque siempre presente de diferentes formas. No faltaban las incursiones de obispos, cardenales y sacerdotes en la vida pública. Durante los años 60 fui testigo de la toma de la catedral de Santiago, eran los tiempos de Pablo VI y el concilio Vaticano II. En ese contexto nacían organizaciones como Cristianos por el Socialismo y los obispos latinoamericanos se reunían en Puebla y Medellín. Los sacerdotes comprometidos se incorporaban a las guerrillas en todo el continente. Pronto tendrán su mártir con la muerte de Camilo Torres en Colombia. En los años 70, la Teología de la Liberación consolidaba una propuesta de acción cristiana comprometida con los pobres. En medio de la dictadura de Pinochet, una parte de la Iglesia, defensora de los derechos humanos, montaría la Vicaría de la Solidaridad, fue una plataforma única desde la cual se trabajó en la defensa de los presos políticos, en la condena de la tortura y se expuso el caso de los detenidos desaparecidos. Pero esta opción de la Iglesia fue desplazada del centro de poder. El catolicismo más conservador y reaccionario tomó el relevo. Juan Pablo II, el Papa polaco, desautorizó, combatió y excomulgó a teólogos progresistas; su mano derecha sería un alemán, un tal Joseph Ratzinger, llamado expresamente para hacerse cargo, como prefecto, de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. En otras palabras, la institución sustituta del Tribunal de la Congregación de la Santa Inquisición.

La unidad de todos tan temida
L

a unidad de todos tan temida es la unidad programática porque para alcanzarla se necesita sacudir la inercia y los contubernios en los tres partidos.

Marcos Roitman Rosenmann
Gustavo Gordillo/III y último
Violencia en el Distrito Federal
E

l atropello a casas particulares, una de ellas la de Efraín Bartolomé, cometido por policías del estado de México, no tiene defensa alguna, es la segunda gran pifia conocida ampliamente que comete la procuraduría de ese estado, la primera fue la de la pobre niña Paulette. La actuación violenta, derrumbando puertas, introduciéndose a domicilios privados, con armas de alto poder, enmascarados, profiriendo injurias y amenazas, nos recuerda al Barapem (Batallón de Radio Patrullas del Estado de México), de triste memoria, que atemorizaba y atropellaba ciudadanos que trasnochaban o que simplemente circulaban por sitios apartados, pero allá.

París en agosto
L

os días comienzan a perder minutos y las noches a alargarse. París se vacía de sus habitantes y se puebla de turistas. Luz de agosto. Nostalgia espesa y amarilla: estrella enana, recargada más de vívidas sensaciones de la dicha pasada que de recuerdos melancólicos. Un spleen suave, casi acariciante, se cuela entre las reverberaciones que emanan del pavimento.

Bernardo Bátiz V.
Vilma Fuentes