Un grupo de artistas plásticos lanzó la propuesta de transformar la glorieta de Insurgentes en la galería pública de arte contemporáneo más grande de América Latina, al intervenir con arte gráfico monumental este punto neurálgico de la ciudad y las fachadas de los edificios que lo circundan, con el objetivo de rescatar el paisaje urbano y crear un espacio masivo de expresión para jóvenes creadores.

Los edificios que enmarcan esta glorieta y su carga social la hacen un lugar idóneo para poder realizar una galería monumental, que además de darle una nueva vista a los espacios dañados, la conviertan en un gran museo de arte contemporáneo a la vista de todos, es uno de los argumentos que el grupo de artistas, encabezados por el promotor cultural Agustín Dany, hicieron llegar en un documento a Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno capitalino, y a los coordinadores de las fracciones parlamentarias en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

La glorieta de Insurgentes es el primer nodo publicitario de la ciudad de México, con una área de 2 mil metros cuadrados, para ser asignado mediante un sorteo, después de la creación del Consejo de Publicidad Exterior en 2010. Por tal razón, en la carta que enviaron a las autoridades capitalinas solicitan retrasar la instalación de la publicidad, a fin de analizar la creación de la galería monumental, el primer espacio de este tipo en América Latina.

Es un lugar privilegiado y codiciado. Por ahí circula diariamente casi medio millón de personas, en automóvil o a pie. El sitio divide la ciudad en norte y sur, confluyen las avenidas Insurgentes y Chapultepec, punto estratégico de los sistemas públicos de transporte Metro y Metrobús, además de ser espacio de reunión de tribus urbanas y de la comunidad gay.

Sin embargo, la propuesta no significa una divergencia con la iniciativa privada, ya que se propone que colaboren con el financiamiento de las obras monumentales, a cambio de posicionar su logotipo como parte de las obras, que divulgarían el trabajo de artistas en formación, como pintura, fotografía y escultura, para que el espacio no sólo se llene de marcas, sino de arte.

Para la creación de un museo público de arte contemporáneo en la glorieta de Insurgentes se crearía un consejo ciudadano, que estaría conformado por el Consejo de la Publicidad Exterior, autoridades capitalinas y federales de cultura, turismo, desarrollo urbano y vivienda, protección civil, escuelas de arte, como la Academia de San Carlos, la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y La Esmeralda, además de representantes de la sociedad civil.

Debemos sacar las obras a la calle, crear galerías públicas en exteriores, donde un mayor número de personas puedan apreciarlas, señala el documento.

Emulemos a los grandes muralistas: Rivera, Tamayo, Siqueiros, Camarena, pero a diferencia de ellos dejemos los edificios públicos y utilicemos los exteriores de los multifamiliares, de las oficinas, de todas las capas del paisaje urbano, manifiesta el grupo de artistas.