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Ver día anteriorSábado 3 de septiembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Grito primate
L

a tendencia hollywoodense al reciclaje sólo se justifica si se va a hacer con algo de chispa. En un verano saturado de superhéroes de cómics y otras resurrecciones (¿Los Pitufos? ¿En serio?), cabe distinguir a la nueva concepción de El planeta de los simios(R)evolución como una válida relectura de una franquicia que ha incluido cinco largometrajes, una serie de tv y un inútil remake de Tim Burton hecho en 2001, entre otros productos.

Ahora bien, no es exactamente original, sino una especie de relaboración de la cuarta de la serie, La conquista del planeta de los simios (Lee J. Thompson, 1972), en la cual el hijo de Cornelius y ZIra, los chimpancés científicos, era bautizado César y se volvía el líder de la revuelta de los simios, hartos de ser usados como esclavos por los seres humanos. En (R)evolución no hay tal descendencia. En esta ocasión, César es más bien el resultado de los experimentos de un científico, Will Rodman (James Franco), empeñado en desarrollar la droga ALZ-112 que, a través de una terapia genética, ayudará a desarrollar el cerebro humano y curar enfermedades como el Alzheimer, que padece su padre Charles (John Lithgow).

Adoptado como mascota en el hogar de Will, César demuestra cada día mayores pruebas de su inteligencia. En cambio, los anticuerpos de Charles rechazan lo que es, en esencia, un virus y sufre una recaída. Como consecuencia, el anciano es agredido por un vecino provocando la agresividad defensiva del chimpancé. Por orden judicial, César es encerrado en una especie de centro de detención para simios, donde los animales sufren peor maltrato que en un laboratorio. Ahí se generará una rencorosa revuelta contra el ser humano.

El cineasta británico Rupert Wyatt dirige con dinamismo el ingenioso guión de Rick Jaffa y Amanda Silver pero, sobre todo, aprovecha de lleno los avances de la tecnología digital para hacer convincente su relato. Esta vez han desaparecido los actores disfrazados de changos por obra de un maquillista tan artesanal como John Chambers. Ahora todos los simios en pantalla son creación de la animación computarizada, que ha avanzado mucho desde que, hace relativamente poco, convertía a cualquier animal en un mero peluche de mirada opaca.

Además, la tecnología de la captura de movimiento permite que digitalmente se calque la actuación de un actor para que el personaje animado cobre gran expresividad. En este caso es Andy Serkis –experto en prestar sus gestos a Gollum en El señor de los anillos y al propio King Kong– quien se encarga, con su extraordinaria mímica, de darle una personalidad a César. De hecho, ésta es tan marcada que hace palidecer a sus alternantes humanos. Ninguna secuencia entre los otros personajes –incluyendo a Freida Pinto en el decorativo papel de novia del científico– rivaliza en fuerza dramática con la gestación del movimiento de rebelión.

Uno pronto olvida el artificio de la animación en ese mundo primigenio de machos alfa en constante lucha por la supremacía. Ahí, Charles aplicará su aventajado intelecto para estimular el coeficiente intelectual de sus compañeros e inculcar en ellos sentimientos solidarios. La revuelta en sí es una explosión salvaje de furia que, por un lado, se gana nuestra adhesión y, por otro, suscita temor por los integrantes de nuestra propia especie.

Ayuda a la espectacularidad del clímax que la acción se sitúe en San Francisco. El puente Golden Gate es una magnífica locación para escenificar el combate entre los primates de diferentes bandos. La tecnología y las armas de fuego contra la garra y el colmillo, la fuerza bruta.

Todo está sembrado para que siga una secuela: hay una subtrama muy secundaria en que el virus, al ser inhalado, tiene el potencial de desarrollar una plaga mortal para los humanos; a la vez, hay reportes incidentales de que el primer vuelo tripulado hacia Marte se ha extraviado. Eso y la formación de una colonia de simios inteligentes en un bosque de secoyas preparan el terreno para retornar al verdadero Planeta de los simios. El pronóstico sería positivo. (R)evolución abunda en guiños de ojo, nombres y frases alusivas al clásico de Franklin J. Schaffner (1968). Esperemos que eso se traduzca en una puesta al día fiel al espíritu satírico de la primera.

El planeta de los simios–(R)Evolución

(Rise of the Planet of the Apes)

D: Rupert Wyatt/ G: Rick Jaffa, Amanda Silver, sugerido por la novela El planeta de los simios, de Pierre Boulle/ F. en C: Andrew Lesnie/ M: Patrick Doyle/ Ed: Conrad Buff IV, Mark Goldblatt/ Con: James Franco, Freida Pinto, John Lithgow, Brian Cox, Andy Serkis/ P: Chemin Entertainment, Dune Entertainment, 20th Century Fox Film Corporation. EU, 2011.

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