El Senado citó a comparecer al director general de Aeronáutica, Héctor González Weeks, para que explique las razones por las que suscribió en julio pasado un convenio entre México y Canadá, sin el conocimiento y ratificación de la cámara alta, que pone en riesgo a la industria aeronáutica nacional.

El priísta Fernando Castro Trenti dijo que ese convenio permite una apertura casi total del comercio aéreo entre México y Canadá, que se conoce como cielos abiertos y la misma favorece de jure a ambos países, pero de facto el beneficio mayor es para la parte canadiense.

Se destaca en el dictamen que además de los tráficos turísticos las aerolíneas canadienses podrán penetrar en los mercados tradicionalmente reservados a nacionales y que los cielos abiertos han sido aspiración natural de canadienses, estadunidenses y de otros países, con los cuales México se encuentra en condiciones de evidente desventaja.

Asimismo, se detalla, en el punto 10 de ese convenio signado por González Weeks éste se obligó a que a partir de la firma del mismo “las autoridades aéreas de ambas naciones permitirían a las aerolíneas operar los servicios aéreos inmediatamente y prever la emisión de licencias de explotación, contrariando las disposiciones contenidas en los artículos 76 fracción primera y 89 fracción décima de la Constitución.

“En esos artículos se determinan la facultad exclusiva del Presidente de la República de dirigir la política exterior, y celebrar tratados internacionales, que deben ser sometidos a la ratificación del Senado, y para ser obligatorios en el territorio nacional deberán haber sido publicados en el Diario Oficial de la Federación.

Castro Trenti sostuvo que González Weeks negoció un nuevo convenio con el gobierno de Canadá, en el que se resolvió abrogar el tratado bilateral de 1961 y establecer que el nuevo acuerdo surtirá efectos provisionales de manera inmediata.

El punto de acuerdo fue aprobado por unanimidad.