La desaceleración de la economía mexicana está derrumbando las expectativas de las grandes cadenas minoristas de apuntalar sus ventas en el segundo semestre, lo que las empuja a profundizar una guerra de precios que ya presiona sus márgenes. Especialistas del sector y la industria esperaban una reactivación más robusta del consumo en el segundo semestre ante señales de una mejoría en el nivel de empleo, del crédito y las remesas. Pero las apuestas se desvanecieron cuando la economía mexicana comenzó a desacelerarse en el segundo trimestre, siguiendo los pasos de Estados Unidos, su principal socio comercial. En general, el segundo semestre viene un poco más lento, dijo Karla Peña, analista de la correduría Actinver. Vamos a tener un consumidor más cauto por la desaceleración de la economía, agregó. La confianza del consumidor cayó en agosto, luego de tres meses al alza, al tiempo que el gobierno reconocía que la economía podría crecer este año menos de 4.3 por ciento que esperaba originalmente. Sólo unos meses atrás analistas y autoridades elevaron las expectativas de expansión, pero la baja de la previsión en Estados Unidos y la crisis de deuda en Europa cambiaron las cosas.