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El neólogo mostrará una serie de partituras visuales en el museo Alfredo Zalce, en Morelia

Felipe Ehrenberg pide a jóvenes artistas reivindicar su autoestima e identidad
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de septiembre de 2011, p. 6

El neólogo Felipe Ehrenberg (Tlacopac, ciudad de México, 1943), quien radica desde hace más de 10 años en Brasil, presentará una serie de partituras visuales de su autoría, así como una muestra de obra plástica con el título Akeldama, el 30 de septiembre en el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, en Morelia, Michoacán, para celebrar 40 años de la institución.

La exposición Akeldama, palabra que viene del griego y significa campo de sangre, se divide en dos partes: una reúne finas y pequeñas acuarelas, la otra una serie de impresiones en plotters de gran formato.

Las partituras visuales son parte de Ala Blanca Festival que comenzará en esa fecha. De acuerdo con Ehrenberg, así como los músicos hacen partituras musicales, los dramaturgos hacen un guión y los coreógrafos y bailarines hacen anotaciones, lo que yo hago son partituras visuales, para que sean interpretadas por profesionales visuales, aunque también puede hacerlo cualquiera que lo desee, para su propio deleite.

Contra la compra de firmas

Felipe Ehrenberg, quien se encuentra en la ciudad de México, fue invitado a charlar el pasado jueves con alumnos y profesores de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, La Esmeralda.

Con el título Recuperando entusiasmo: diálogo intergeneracional, el neólogo cuestionó, reflexionó y dialogó con los jóvenes artistas sobre la falta de autoestima y autoindulgencia, de cómo descubrir y reforzar la identidad propia y perder el miedo al precio y a la venta de una obra, entre otros aspectos.

Como artistas, antes que nada, la identidad debe ser claramente definida, no en términos ajenos, falsos o mal fundamentados, sino en hechos tan importantes y comprometidos como cuando uno hace una obra de arte, la cual a la hora de individualizarse hay que pensar en el entorno local y regional.

Uno de los más graves problemas de los jóvenes artistas, dijo Ehrenberg, es que muchos creen que luego de salir de la escuela van a ser descubiertos como los grandes artistas y van a ser internacionales y venderán en miles de pesos sus obras.

Cuestionó de igual manera la actitud de autoindulgencia y falta de autoestima al no reconocerse como artistas independientes. Deploró que el entusiasmo juvenil, cada vez más sea sustituido por la ansiedad, pues en México muy pocos trabajan en lo que estudiaron, además de que el panorama se reduce para los artistas.

Para Ehrenberg lo que ocurre es que hay un desconexión entre el entusiasmo y la necesidad artística de expresarse. Y se preguntó: ¿cómo conservar o recuperar el entusiasmo? Resignificándonos para poder reconocer nuestra individualidad. Se es o no se es artista”.

Destacó la importancia de ser conscientes del mercado en el que los jóvenes artistas se van a desarrollar y criticó aquel mercado de consumo conspicuo e ignorante que compra firmas y no obra.

Entre otras cuestiones, Felipe Ehrenberg explicó que ser artista es una chamba en el mejor sentido de la palabra y reiteró que es deber construir y reforzar una identidad propia. “No puede uno andar navegando a lo largo de la vida y darse ‘aires’ y producir obra, si no sabe claramente quién es. Hay que identificarse ante uno mismo y con el prójimo”.

Para perder el miedo al precio y a la venta de una obra recomendó la teoría de los cinco pesos: Nunca salgan de casa sin llevar una serie de dibujos y nunca se detengan en el camino sin enseñarlos. Y a la hora de enseñarlos digan: éste vale cinco pesos. Al venderlos todos, la siguiente vez los venderán en diez y luego en 30 o 50 pesos y así tendrán unos centavos por su trabajo como artistas.