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El joven director ocupará el podio de la Orquesta Mexicana de las Artes, el viernes 23

La música es un lenguaje divino, no puede ser terrenal, dice Rodrigo Ruiz
 
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de septiembre de 2011, p. 6

La dirección orquestal es una actividad que conecta lo terrenal con lo divino, considera el joven director Rodrigo Ruiz, quien el 23 de septiembre, a las 20 horas, regresará a la ciudad de México para ocupar el podio de la Orquesta Mexicana de las Artes (OMA), en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.

“La música es un lenguaje divino; no puede ser terrenal. Si no, ¿cómo explicar por qué nos conmueve tanto y a veces nos hace llorar? No tiene tiempos ni espacios, lo mismo nos emociona hoy uno de los conciertos de Brandeburgo, de Bach, como lo hizo con las personas de su época.

Como director, sé que mi misión es transmitir de la manera más pura ese lenguaje. La música viene a recordarnos nuestra chispa. Eso que nos hace sentir y por lo que nos conmueve es porque llega a un espacio que tenemos olvidado. Sus alcances van más allá del plano físico.

Oriundo de Baja California y de 22 años de edad, el también pianista y compositor egresado de la Universidad de Wisconsin, hizo su debut profesional apenas en febrero pasado con la OMA, en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario.

Esa vez presentó un programa sólo con música de Beethoven, su compositor predilecto, al lado de Brahms. Ahora, para la sala Revueltas, ha preparado un concierto titulado Cuerdas del barroco, clásico y romántico, con obras de Vivaldi, Bach, Haydn y Chaikovsky.

Foto
Rodrigo RuizFoto Guillermo Sologuren

Será distinto, porque no quisiera encasillarme, dice.

Para integrar el programa de un concierto, opina, siempre debe pensarse en el público como si se tratara de un cliente y, por tanto, lo ideal es ofrecerle lo que se sabe que le gusta o podría gustarle.

Rodrigo Ruiz rechaza que en México no haya oportunidades para artistas jóvenes y califica que eso es un cliché, pues lo único que se requiere es tener bases sólidas y estar en permanente preparación.

Para triunfar se necesita, en primer lugar, trabajo; segundo, apoyo, incluyendo el de la familia; pero sobre todo convicción y pasión por lo que uno ha decidido hacer, una entrega total.

El éxito no debe confundirse con el estatus económico, como erróneamente se cree en términos sociales; no se mide en monedas, subraya el artista, quien, en fecha aún por determinar, actuará de nueva cuenta en la sala Revueltas, también al frente de la OMA.