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Mata más gente el crimen organizado que todas las dictaduras, advierte en la ONU

Supera el narco en poder a muchas naciones, salvo a México: Calderón

Vuelve a culpar de la violencia a la irrefrenable industria armamentista que surte al hampa

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El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, durante su discurso ante el pleno de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva YorkFoto Reuters
Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 22 de septiembre de 2011, p. 7

Nueva York, 21 de septiembre. El presidente Felipe Calderón advirtió que el crimen organizado está matando más gente y jóvenes que todos los regímenes dictatoriales juntos y tiene más poder que muchas naciones.

Cuarto orador en la apertura de la sesión 66 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, evitó manifestarse sobre la petición de Palestina de ingresar a dicho organismo internacional. A tono con la postura de Estados Unidos, se limitó a pedir que la ONU contribuya a resolver pacíficamente el conflicto árabe-israelí con la existencia de dos estados producto de una solución negociada.

En esta cita anual para los jefes de Estado de 193 países, el Presidente mexicano dedicó la mayor parte de su discurso al tema de la inseguridad. Así, comparó los cientos o miles de muertos que genera un régimen autoritario con las bajas que provocan los criminales.

Hoy, miles de personas, decenas de miles ya en nuestra América Latina, particularmente entre México y los Andes, están muriendo a causa de los criminales, expresó, y luego envió un saludo con afecto a los mandatarios de América Latina presentes.

Al cerrar su visita de dos días y medio a Nueva York, aseguró que el poder de la delincuencia es más fuerte que muchos gobiernos, salvo el mexicano.

En la sede de Naciones Unidas, Calderón dijo que el poder de la delincuencia se basa en las rentas exorbitantes derivadas del tráfico de drogas y en la compra de armas de alto poder, como AK-47, R-15, granadas o lanzamisiles.

Antecedido por el anfitrión, Barack Obama, y la brasileña Dilma Rousseff, el presidente de México volvió a culpar de la violencia a la irrefrenable industria armamentista que ve en cada guerra, sea una civil en un país lejano o sea una batalla entre criminales, la oportunidad de vender más de esas armas.

Por eso llamó a poner controles serios en países productores y vendedores de armas de alto poder para que no sigan alimentando los arsenales de los delincuentes. Consideró que Naciones Unidas tiene chamba, tiene trabajo que hacer aquí para impulsar el Tratado Internacional sobre Comercio de Armas y evitar su desvío hacia actividades prohibidas por el derecho internacional.

Ante el pleno de la asamblea de la ONU, se quejó de que el crimen organizado se alimenta de las estratosféricas ganancias generadas por la venta ilícita de drogas a causa de la creciente demanda. Presumió que México hace su parte y combate al crimen en todas sus manifestaciones, pero es necesario que países consumidores de drogas realicen acciones efectivas para disminuir radicalmente su demanda.

Tras reiterar su crítica a Estados Unidos porque casi 30 por ciento de sus jóvenes consumen drogas, propuso buscar nuevas soluciones, como cortar la fuente de financiamiento de la delincuencia. Honestamente digo que si no pueden reducir su demanda de drogas o si no quieren reducirla o si se han resignado a que ese consumo siga creciendo, estos países consumidores están obligados, moralmente obligados, a reducir las enormes ganancias económicas que obtienen los criminales de ese mercado negro, aseveró.

Sin detallar su propuesta insistió en que los países consumidores de narcóticos deben buscar alternativas de mercado para evitar que el narcotráfico siga siendo el origen de la violencia y de la muerte. Al inicio de su alocución declaró ser un creyente en el mercado y en la libertad económica, pero consideró que es hora de poner límites a estas empresas especuladoras y a mercados que también están atrás de la hambruna mundial.

Palestina: salida negociada

En otro tema, Calderón pugnó porque la ONU busque resolver el diferendo en Medio Oriente por medio del reconocimiento al derecho de existencia de Israel y haga realidad el establecimiento de un Estado palestino, siempre y cuando ello sea el resultado de una solución viable, verdadera, negociada, donde el papel de la mediación legítima y equilibrada es fundamental.

Abogó por una solución políticamente viable para que Israel y Palestina puedan convivir verdaderamente en paz y las nuevas generaciones convivan sin odio ni violencia. Ninguna solución puede encontrarse mientras integrantes de una u otra de las partes pretendan explícita o implícitamente la eliminación de la otra parte, añadió.

Así, su postura fue similiar a la del presidente Obama, quien reiteró que la categoría de Estado debe adquirirse en negociaciones directas con Israel.

Calderón señaló también como un imperativo avanzar juntos en la transformación y actualización de la ONU para desburocratizarla. Qué bueno que se está renovando el edificio de la ONU. Es hora de reformar, también, su esencia, exclamó.

Concluida su participación, el mandatario mexicano viajó a Los Ángeles para asistir a una nueva exhibición del programa The Royal Tour y reunirse con migrantes para cerrar su gira.