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Considera Olac Fuentes muy dañina la falta de continuidad en el apoyo a escuelas

Demagogia, el bachillerato obligatorio, critican
 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de septiembre de 2011, p. 14

El especialista Olac Fuentes Molinar afirmó que los efectos de no contar con una política presupuestal sostenida en educación superior son muy dañinos y entran en contradicción con la obligatoriedad de la educación media superior. En tanto, el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ángel Díaz Barriga, consideró que el dictamen del bachillerato obligatorio es una cuestión demagógica, cuando ni siquiera se ha cumplido con este carácter a nivel de secundaria.

Con relación al proyecto del presupuesto enviado por el Ejecutivo en el que importantes fondos, como el de ampliación de la matrícula para las universidades públicas y de saneamiento financiero, sufrieron un recorte, Fuentes Molinar advirtió que lo peor que puede ocurrir es justamente ese sube y baja imprevisible de los recursos, porque deja proyectos truncos, no permite una política de crecimiento con previsión e incrementa la proporción de alumnos que se queda fuera de la educación superior.

El ex subsecretario de Educación Básica y Normal destacó que el crecimiento de la matrícula tendría que estar sujeto a un criterio estable y guiado por metas, para evitar que el acceso de los jóvenes a la universidad –en un contexto en el que cada vez son más el número de rechazados– esté sujeto a un proceso irregular, en el que en un año hay un poco más y al siguiente menos.

Por otro lado, agregó, uno se pregunta qué se puede esperar cuando el Senado aprueba la obligatoriedad de la educación media superior y, al mismo tiempo, la enseñanza superior se mantiene proporcionalmente más cerrada. La preparatoria, observó, tiene mayor sentido en la medida en que abre ventanas para acceder a la universidad.

De tal forma que si las puertas de las instituciones de educación superior están cerradas simplemente se acumula una masa de jóvenes que no puede estudiar y cuyas condiciones de empleo son precarias, aún con un mejor nivel de escolaridad.

Por su parte, el experto en políticas de la educación, Ángel Díaz Barriga, manifestó que es absurda la medida de aprobar la obligatoriedad en la preparatoria sin garantizar antes la permanencia en la escuela y sin haber resuelto el problema en la secundaria.

El proyecto parece más bien un paliativo que da el Poder Legislativo para que no haya jóvenes que no estudian ni trabajan –ninis–, luego del informe que dio la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos de que en México hay 7 millones 226 mil jóvenes en esa condición.

Sin embargo, en México todavía no se cubre 100 por ciento de la matrícula en secundaria, no se resuelve el problema de la deserción en este nivel y en el medio superior, ni tampoco existe un análisis de las causas del abandono en el bachillerato. Así que el dictamen del Senado es una especie de llamadas a misa.

El investigador del Instituto de Estudios sobre la Universidad y la Educación subrayó que este país necesita pasar a otra generación de políticas para la educación superior que desplacen a la evaluación, porque esta última ha pervertido a todo el sistema educativo.