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La eliminación del dirigente religioso, otro hito significativo en la lucha contra la red: Obama

Muere durante ataque de EU en Yemen el imán Anwar Awlaki, líder de Al Qaeda

La Unión Americana de Libertades Civiles cuestiona el operativo; nunca fue acusado de un crimen, dice

Tras el asesinato de Bin Laden, el islamita nacido en Nuevo México fue considerado su posible sucesor

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Imagen proporcionada por Site Intelligence, sin fecha, del clérigo extremista ultimado por un avión no tripulado en la provincia oriental de MarebFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de octubre de 2011, p. 19

Saná, 30 de septiembre. El imán extremista Anwar Awlaki, nacido en Nuevo México y considerado uno de los miembros de Al Qaeda más buscados del mundo, fue abatido hoy durante un ataque lanzado por Estados Unidos en Yemen, en lo que que el presidente Barack Obama caracterizó como otro hito significativo en los esfuerzos por derrotar a la organización fundada por el también eliminado Osama Bin Laden y sus aliados.

Organizaciones de derechos humanos cuestionaron el operativo. La Unión Americana de Libertades Civiles condenó el ataque al señalar que Awlaki era un ciudadano estadunidense que nunca fue acusado de crimen alguno.

Awlaki, nacido en Nuevo México en 1971 en el seno de una familia yemenita, era el ideólogo jefe de la rama de la organización en la zona del golfo, Al Qaeda en la Península Árábiga, y era considerado uno de los líderes de la red, por eso estaba entre los más buscados en las listas de la CIA.

También fue barajado como posible sucesor de Bin Laden a la cabeza de Al Qaeda tras el asesinato en Pakistán del millonario de origen saudita, el pasado 2 de mayo.

La muerte de Awlaki fue anunciada hoy por el Ministerio de Defensa yemení, en un escueto comunicado, en el que señaló: El terrorista Anwar Awlaki ha muerto junto alguno de sus camaradas.

Dpa atribuyó al Ministerio de Defensa haber informado que el líder de Al Qaeda, de 40 años, fue muerto junto con otro miliciano de origen paquistaní, Samir Jan, en un ataque contra el convoy en el que viajaba en un área desierta de la oriental provincia de Mareb.

Caen varios secuaces

Según la información, el ataque tuvo lugar tras que un miembro arrestado de Al Qaeda dijo a los servicios de seguridad que Awlaki se encontraba en la provincia.

La web local Mareb Press dijo que entre cinco y seis de sus socios perdieron la vida en el ataque atribuido por líderes tribales a un aparato no tripulado estadunidense, lo que no fue confirmado. Habitantes de la región explicaron que el avión no tripulado llevaba tres días sobrevolando en círculo la zona.

Un líder tribal relató a Afp que Awlaki se disponía a comer al filo de las 10 de la mañana. Primero un avión hizo disparo contra las siete personas que se encontraban en una casa de Mareb. Todos ellos salieron huyendo a bordo de un vehículo que fue pulverizado por un misil, mientras el anfitrión del encuentro, Jamis Saleh Arfej, que los seguía en otro vehículo, resultó sólo herido, indicó el líder local.

Más tarde, Estados Unidos confirmó la muerte de Awlaki, pero no precisó si él y sus socios fueron abatidos por tropas yemenitas o fuerzas especiales estadunidense.

La Casa Blanca eludió hablar del tema. No voy a hablar hipotéticamente. No voy a hablar sobre las circunstancias de su muerte, afirmó el vocero Jay Carney.

Más temprano, Obama tampoco hizo referencia directa alguna a ese punto, pero afirmó: El éxito es un tributo a nuestros servicios secretos y a los esfuerzos de Yemen y sus fuerzas de seguridad, que trabajaron conjuntamente con Estados Unidos durante años.

Obama calificó la muerte de Awlaki de duro golpe para los aliados activistas de Al Qaeda y un nuevo hito relevante en los esfuerzos para vencer a la red terrorista, según dijo en una ceremonia en Virginia con motivo de la retirada del jefe del estado mayor conjunto del ejército, Mike Mullen.

Es una prueba más de que Al Qaeda y sus aliados no estarán a salvo en ninguna parte del mundo, declaró Obama al ratificar la estrategia de eliminación unilateral de enemigos de la llamada guerra contra el terrorismo, iniciada durante la administración del republicano George W. Bush.

Desde agosto de 2009, al menos 23 altos dirigentes de Al Qaeda u organizaciones vinculadas con ésta han sido eliminados en operaciones estadunidenses o aliadas en Pakistán y Yemen, aunque también en Somalia e Indonesia, según algunos responsables estadunidenses.

Al rechazar el asesinato del imán estadunidense, Glenn Greenwald, abogado y defensor de los derechos humanos, destacó que nunca se intentó llevar a a juicio a Awlaki, quien cursó sus estudios secundarios en Yemen y volvió a Estados Unidos para los universitarios. Su eliminación fue simplemente decretada por el presidente, quien fungió a la vez como juez, jurado y verdugo, afirmó.

La mezquita en la que predicaba como imán cerca de Washington en 2001 señaló en un comunicado que era conocido por sus esfuerzos de tolerancia y que se radicalizó cuando abandonó la congregación en 2002. Denunció también lo que calificó de asesinato extrajudicial, si bien condenó el discurso lleno de odio del imán.

En sus intervenciones religiosas, Awlaki llamó en varias ocasiones al asesinato de ciudadanos estadunidenses. Se estima que reclutó en Yemen a numerosos islamitas que hablan inglés para cometer atentados en el extranjero.

Además, se cree que tuvo también contacto con el atacante de Fort Hood que mató a 13 personas en la base militar de Texas a finales de 2009, y con el nigeriano de 23 años Umar Farouk Abdulmutallab, que intentó hacer detonar una explosivo en Navidad de 2009 en un avión que aterrizó en Detroit.

Un responsable estadunidense dijo hace poco que Awlaki fue invitado a almorzar al Pentágono luego del 11 de septiembre de 2001 por una iniciativa del secretario de Defensa de la época, Donald Rumsfeld, para establecer contactos con la comunidad musulmana moderada tras los atentados de ese año.

Su muerte se produce en un momento crítico en Yemen por las fuertes protestas contra el régimen de Alí Abdulá Saleh desde febrero. Saleh apoyó en los últimos años a Estados Unidos en la lucha contra Al Qaeda, pero la oposición dice que sus esfuerzos antiterrorismo no son serios ya que usa la amenaza de Al Qaeda como carta política.

El presidente yemenita, que volvió hace una semana a Yemen, gobierna el país desde hace décadas. Saleh estuvo durante cuatro meses en Arabia Saudita, donde se recuperó de heridas sufridas después de un atentado contra su palacio presidencial en Saná.

Las policía de Nueva York se encuentra en alerta ante la posibilidad de algún ataque para vengar la muerte de Awlaki, calificada de golpe significativo a Al Qaeda, según William Hague, ministro del Exterior de Gran Bretaña, el principal socio de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo.